miércoles, 19 de junio de 2019

Críticos de Trump concuerdan con la culpabilidad de Irán en ataques a buques en el Golfo

WASHINGTON/ DUBÁI.- Desde legisladores demócratas en Washington hasta la canciller de Alemania, escépticos de la política exterior de Donald Trump, empiezan a estar de acuerdo en que la evidencia es sólida y que Irán estuvo detrás de los ataques contra dos petroleros en el golfo de Omán.

El reconocimiento llega acompañado de críticas a la postura de confrontación del presidente estadounidense hacia Irán y la preocupación de que EE.UU. pueda dirigirse hacia la guerra con la República Islámica.
El líder de la comisión de Inteligencia de la Cámara estadounidense, Adam Schiff, dijo a reporteros el miércoles que hay "poca duda" de que Irán fue responsable de los ataques y que la inteligencia es "muy fuerte".
Pero el demócrata de California agregó que las acciones de Irán fueron "predecibles", dado el retiro de Trump del acuerdo nuclear internacional y su imposición de sanciones severas. Dijo que EE.UU. necesita "proteger el transporte marítimo" en concierto con sus aliados, pero que una guerra con Irán sería "completamente catastrófica".
Es un avance para los funcionarios estadounidenses, quienes encontraron resistencia con su oferta original de evidencia de que Irán fue responsable de la serie de ataques contra los petroleros cerca del estrecho de Ormuz, el cuello de botella a través del cual pasa aproximadamente 40% del petróleo mundial que viaja por mar. Irán ha negado la culpabilidad, sugiriendo que ha sido inculpado de los ataques organizados por sus enemigos.
"Hay pruebas sólidas" de que Irán tiene la culpa, dijo a periodistas la canciller Angela Merkel en Berlín el martes. "Pero eso no me impide decir que debemos hacer todo lo posible para resolver el conflicto con Irán de manera pacífica".
Merkel ha estado entre los líderes mundiales que se opusieron a la decisión de Trump de renunciar al acuerdo nuclear multinacional con Irán y han buscado con poco éxito eludir las sanciones, suspendidas bajo el acuerdo nuclear pero reimpuestas por Trump.
En el continuo esfuerzo por apoyar el argumento de EE.UU., la Armada presentó lo que llamó evidencia de la participación de Irán el miércoles en una instalación del Comando Central de las Fuerzas Navales de EE.UU., cerca del puerto de Fujairah en Emiratos Árabes Unidos. Fue la evaluación más detallada hecha pública desde los incidentes.
El comandante Sean Kido, experto en explosivos de la Quinta Flota estacionada en Bahrein, asegura que el ataque al barco operado por los japoneses, el Kokuka Courageous, fue llevado a cabo con una mina lapa colocada en el cuerpo del petrolero sobre la línea de agua.
Kido afirma que su equipo de investigadores recuperó un imán usado para sujetar la mina de lapa a la nave. También recuperó una huella de mano y huellas dactilares cerca del lugar donde se encontró el imán.
"La mina lapa que se usó en el ataque es distinguible y también tiene un parecido sorprendente con las minas iraníes que ya se han exhibido públicamente en los desfiles militares iraníes", dice Kido. "Recuperamos información biométrica que se puede usar para construir un caso criminal y responsabilizar a la persona".
No obstante, se abstuvo de culpar directamente a Irán y no presentó pruebas de un segundo ataque ese mismo día al barco Front Altair, de propiedad noruega.
El Comando Central de EE.UU. lanzó anteriormente un video de lo que dijo era un bote patrullero del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica que sacaba una mina sin explotar del Kokuka Courageous después de que otra mina fuera detonada y dañara el barco. 
Las imágenes borrosas, las cuales mostraban un pequeño bote deteniéndose junto al petrolero y la tripulación sacando un objeto de su casco, fueron tomadas por aviones estadounidenses en la región.
La evidencia proporcionada por EE.UU. sugiere que Irán podría haber estado intentando enviar una señal, no iniciar una guerra.
"La mina se colocó sobre el agua y no parece que la intención fuera hundir el barco", asegura Kido.
El experto contradijo las declaraciones del propietario japonés del barco, que dijo que el daño al casco fue causado por un proyectil. En cuanto a por qué se dejó un imán, un funcionario sugirió que podría haber sido difícil de quitar. Los marineros describieron haber visto a dos hombres usar una palanca para soltarlo.
"El daño en el agujero de la explosión es consistente con un ataque a una mina lapa", asegura Kido. "No es consistente con un objeto volador externo que haya golpeado la nave".

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