jueves, 14 de abril de 2016

La AIE mantiene previsión de crecimiento de demanda mundial de petróleo

PARÍS.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) mantuvo hoy su previsión sobre la demanda mundial de petróleo en 2016, un indicador que debe subir 1,2 millones de barriles diarios para alcanzar los 95,9. 

Dicho aumento significa una ralentización respecto al incremento de 1,8 millones de toneles por jornada registrado en 2015, a causa de una demanda menos robusta en Europa, China y Estados Unidos, según un informe publicado por la entidad.

Para el conjunto del año en curso, se espera que la oferta de los países no miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) caiga 710.000 barriles diarios respecto al ejercicio precedente, para quedar en una producción de 57 millones de toneles por jornada.

La Agencia prevé un reequilibrio del mercado en el segundo semestre, debido a la disminución de la producción estadounidense de petróleo de esquisto.

Desde hace varios meses, anticipamos en este informe un aumento sostenido de la demanda y una caída de la oferta no OPEP. Este escenario está tomando cuerpo, y el mercado parece estar acercándose al equilibrio en la segunda mitad de este año, precisó.

Los precios del llamado oro negro bajaron desde mediados del 2014 hasta un mínimo de 27 dólares por barril, desde un máximo de 115 dólares, descenso que algunos atribuyen al incremento de los suministros.

En las últimas semanas, los valores se recuperaron en medios de las expectativas en los mercados por la reunión que efectuarán los productores el 17 de abril en Doha, donde es posible que se acuerde un congelamiento del volumen extractivo del crudo al nivel existente en enero.

Según analistas, las naciones miembros de la OPEP y otros productores, podrían decidir en el encuentro una reducción de la oferta con vistas a estabilizar el mercado.

La expectativa sobre recorte productivo influye en los precios petroleros

LONDRES.- Las expectativas sobre la próxima reunión del 17 de abril en Doha y la posibilidad de reducir producciones, influyen hoy poderosamente en una apertura petrolera a la baja.

Hasta el momento, solo ven los economistas una falta de compromiso en esa reunión, de ahí que consideren una reducción de los precios del tonel de carburante.

Este jueves, el barril de petróleo tipo Brent del Mar del Norte para entregas en junio cotizó a 43,65 dólares al inicio de la sesión del mercado electrónico Intercontinental Petroleum Exchange (ICE).

El Brent perdió 53 centavos de dólar (1,21 por ciento) respecto al cierre previo del miércoles pasado, de 44,18 dólares por barril.

En tanto, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI), también para entregas en junio, registró una baja de 42 centavos de dólar (1,02 por ciento) y cotizó a 41,33.

Por su parte, la canasta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo cotizó el miércoles a 38,91 dólares, lo que representó un alza de 29 centavos de dólar (0,70 por ciento) respecto al cierre del martes.

El mercado petrolero se balancea ante posibles recortes de producción

LA HABANA.- Las crecientes expectativas sobre un recorte de la producción de petróleo y su posible influencia en los precios del carburante ocupan hoy la principal atención de los mercados.

Esa expectativa está estimulada por la próxima reunión de Doha, Qatar, el próximo domingo, en la que se conjugan la posibilidad de reducir producciones, un rechazo a tal variante y sus consecuencias.

Para algunos analistas, se trata de una oportunidad favorable que permitirá llevar los precios del barril de carburante a 50 dólares, algo esperado por los productores, mientras que algunos consumidores prefieren se mantenga la situación actual (40).

En esa cuerda los precios petroleros operan ahora estables alrededor de los 44 dólares el tonel después que la Agencia Internacional de Energía (AIE) recortó su pronóstico para el crecimiento de la demanda.

La AIE redujo sus estimaciones del crecimiento de la demanda mundial en 2016 a partir del mes pasado a 1,16 millones de barriles por día (bpd), pero consideró que la caída en la producción de Estados Unidos gana impulso.

Por tanto, el mercado está agitado antes de la reunión del domingo en Doha de los mayores productores petroleros, incluyendo a Arabia Saudita y Rusia.

Algunos esperan que en la cita se cierre el pacto hecho por los productores en febrero de congelar la producción a los niveles de enero para impulsar los precios del barril, pero muchos analistas tienen aún escasas expectativas.

A esas propuestas también se suman países como Venezuela, que en su momento confesó que operan de manera saludable con precios de 60 dólares por barril y está interesado en un equilibrio del mercado.

El analista Frank Klumpp de LBBW en Stuttgart, Alemania, señala que la esperanza es que se congele el volumen de la producción, para dar paso a mucha volatilidad, pero reconoció el margen para la decepción.

En ese sentido el ministro ruso de Petróleo, Alexander Novak, dijo que en la reunión podrían lograrse pocos compromisos detallados. Por tanto se habla de que sería más bien un pacto de caballeros y, por tanto, ciertos economistas están pesimistas y concuerdan en que los precios seguirán como hasta el presente.

El tema de mantener producciones idénticas pese a una menor demanda de combustible puede afectar investigaciones y tecnologías productivas, tal y como lo explicaron algunos institutos.

El creciente número de productores petroleros que confirmaron su participación a la reunión genera sentimientos positivos.

En dicho encuentro estarán Rusia, un gran productor; y la mayoría de miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), empezando por Arabia Saudita, su mayor productor.

En marzo los países no miembros del cártel extrajeron 56,8 millones de barriles diarios -180 mil menos que el mes anterior- y, sobre todo, 690.000 bd por debajo del mismo mes del año anterior.

Para el conjunto del año se espera que la oferta de los países fuera de la OPEP se reduzca en 710.000 bd respecto a 2015, para quedar en una producción de 57 mbd. De esa caída, aguardan que 480.000 bd correspondan a Estados Unidos.

El mes pasado los países miembros de la OPEP produjeron 32,47 mbd, en ligero repliegue de 90.000 bd. La oferta iraní, en aumento desde el levantamiento en enero de las sanciones internacionales, compensó los suministros de Nigeria, Iraq y Emiratos Árabes Unidos.

Tensión iraní entre la consolidación aperturista y la involución teocrática / José Javaloyes *

Las reiteradas y progresivas reticencias del Líder Supremo de la Revolución Iraní, Alí Jamenei, sobre las condiciones nuevas creadas en el país después de la firma del Acuerdo Nuclear entre la República Islámica y la comunidad internacional, al cabo de la apertura liberalizante del presidente Hasan Rohani, inductor de la apertura política con Washington – proceso que subyace al diálogo político que condujo a la negociación para abortar el proceso de enriquecimiento de uranio en pos de la obtención de la bomba atómica -; la irrupción de la más alta autoridad iraní en el devenir del régimen, es escenario reiterado a lo largo de los 37 años de vida (l979-2016) del actual Estado persa.

No es la primera vez que desde el vértice de aquel sistema se deja escuchar la voz objetante de un poder que precede al de la voluntad popular expresada en las urnas. Lo que ahora hace Ali Jamenei, lo hizo mientras vivió y cuando le pareció necesario el Gran Ayatolá Jomeini. Lo más relevante y singular de la actual situación, del nuevo “roce” entre la autoridad religiosa del sistema iraní y quien representa el poder salido de las urnas, es que las observaciones admonitorias, críticas, de Alí Jamenei es el hecho de que la circunstancia internacional en que ahora se desenvuelve la República Islámica de Irán, después de la firma del Acuerdo Nuclear, es sensiblemente distinta de la que prevaleció después de que se revelaran los pasos que el régimen seguía para que el país alcanzara el poder nuclear.

Caracteriza esta nueva situación el peso democrático de las expectativas nacionales de nuevos estándares de vida luego de que, tras la firma del Acuerdo Nuclear el año pasado, se levantaran las sanciones internacionales impuestas por la trasgresión iraní del Tratado Internacional contra la Proliferación de las Armas atómicas.

Del presidente Hasan Rohani fue la iniciativa de instar la negociación para deshacer el camino hecho en el enriquecimiento de uranio. Pero no son sólo los estándares de vida, son también los aires de libertad y la secularización de fondo que trasciende de la civilización nueva y la cambiante cultura nacional hacia criterios de tolerancia vigentes en los modos de vida occidentales.

A eso concretamente es a lo que se refiere Jamenei cuando califica de pensamiento peligroso lo “que tiene como objetivo obligar a la República Islámica a renunciar a sus principios y acercarse a los estadounidenses”. La variante chií del integrismo musulmán, vigente por antonomasia en la República Islámica, no se aparta en sus objeciones a la libertad política y a la secularización del poder, de lo que prevalece en el integrismo suní. Que es la referencia de última instancia en las nutrientes ideológicas del yihadismo. Quizá por eso la teocracia iraní no se acaba de arrancar contra el Daesh y sólo se inquieta por la liberalización que advierte en la apertura política del presidente Rohani y en posturas como la del expresidente Rafsanyani.

Habrá que ver a qué llega la destapada y advertida tensión entre el poder político generado en las urnas y la resistencia teocrática del integrismo antidemocrático.


(*) Periodista español

http://www.republica.com/espacio-de-batientes/2016/04/13/tension-irani-entre-la-consolidacion-aperturista-y-la-involucion-teocratica/