LA CORUÑA.- Emiratos Árabes Unidos es el destino favorito de
miles de profesionales de alta cualificación que atraídos por altos
sueldos y condiciones privilegiadas se lanzan a la aventura en el Golfo
Pérsico. El petróleo y el gas han hecho posible el despegue económico de
un país donde convive el lujo con la humildad de la población y en el
que se dan cita ciudadanos de todo el mundo. La aventura
árabe, está reservada, eso sí, a profesionales de alto nivel.
Tras ser colonia y protectorado inglés, en 1971 se constituyó como
estado Emiratos Árabes Unidos, como su propio nombre indica, la unión de
siete emiratos árabes (Abu Dhabi, Ajmán, Dubái, Fuyaira, Ras al-Jaima, Sharjah y Umm al-Qaywayn). Cada
emirato está gobernado por un emir y conserva una notable independencia
política, económica y judicial. Es una monarquía constitucional en la
que el presidente del país suele ser el emir de Abu Dhabi y el primer ministro el emir de Dubái.
Con una superficie de 83.600 kilómetros cuadrados cuenta con una población de 9.205.651 personas.
Es la economía número 29 del mundo por volumen del Producto Interior Bruto (PIB). El
nivel de vida de sus habitantes es bueno: en 2012 la renta per cápita
era de 32.415 euros, ocupando el pues número 20 en un ranking de 181
países.
En cuanto a los niveles de desempleo, los últimos datos corresponden a 2012. Entonces la tasa de paro se situaba en
el 3,8%.
El petróleo es el responsable del desarrollo y la industrialización
de Emiratos Árabes, destino de miles de personas procedentes de todo el
mundo en busca de oportunidades laborales.
El petróleo y el gas natural conforman el 20% de su PIB. La
conversión de Emiratos en el primer productor de energía del Golfo
Pérsico y en uno de los mayores productores de gas del mundo, ha hecho
además que numerosas empresas e inversores se instalen en Emiratos
Árabes Unidos. Mucho tiene que ver además, junto con sus imponentes
recursos naturales, el hecho de que sea una zona libre de impuestos.
Los sectores que ofrecen más oportunidades de empleo en Emiratos
Árabes son lógicamente el del petróleo, la construcción, el turismo, las
finanzas, el marketing, la informática, cultura, sanidad y aeronáutica.
Otros sectores aún poco explotados como las energías alternativas, el
reciclaje, el comercio o el teatro tienen también muchas posibilidades
en esta zona del planeta.
Son muchas las oportunidades laborales en Emiratos, y especialmente
en Dubái. Sobre todo para jóvenes con titulación que dominen varios
idiomas. En este país árabe en el que el inglés es también idioma
oficial, existe una gran demanda de personal cualificado en todos los
sectores que hemos citado anteriormente. Los salarios están en función
del sector y del cargo, aunque suelen ser elevados para los
profesionales cualificados. Los empleos mejor pagados son para
arquitectos, aparejadores, ingenieros, diseñadores, expertos en ventas y
marketing, informáticos, médicos y pilotos.
Emiratos no es un destino
adecuado si se está poco cualificado. En este país hay miles de inmigrantes indios, egipcios o
paquistaníes que realizan esos trabajos poco cualificados por muy poco
dinero. Por ejemplo, muchos de estos inmigrantes trabajan en la
construcción, los servicios del hogar y otras tareas similares por menos
de 200 euros al mes y sin vacaciones, ni descanso, compartiendo
habitación e incluso cama.
Emiratos, a diferencia de otros estados de la zona, es bastante
flexible en cuanto a condiciones laborales. Para trabajar en Emiratos,
es necesario tener la visa de trabajo. La empresa local se encarga de
gestionar el visado y determina el tiempo durante el cual podrás
trabajar.
Una vez establecido en el país, y obtenido el permiso de trabajo y
residencia, se puede cambiar de empleo sin problemas, por lo que existen
muchas posibilidades de prosperar profesionalmente. A los elevados
sueldos que suelen ganar los profesionales cualificados se suman otras
ventajas como vivienda, movilidad, salud y alimentación sin costo.
El dominio del inglés es fundamental. Si además
se tiene algún conocimiento del árabe, aumentarán tus posibilidades de
promoción y se abrirán muchas más puertas. Se valora también
especialmente la educación. A la hora de contratar a alguien, se tienen
muy en cuenta las buenas maneras y la cortesía. Ser español también es
una ventaja en Emiratos Árabes, un país en el que despertamos simpatía.
Hay que tener en cuenta una serie de peculiaridades de Emiratos Árabes. En primer lugar su clima, seco y muy caluroso.
Después, la cultura islámica. Aunque con aires occidentales, hay
costumbres propias muy distintas. Por ejemplo, muchos hombres mayores y
jóvenes utilizan el thawb o dishdash, una túnica blanca hasta los tobillos. Las mujeres usan, sin embargo, poco la abaya
negra sobre sus otras prendas. Es importante aclarar que la vestimenta
occidental es muy popular y está socialmente aceptada. Eso sí, hay que
tener en cuenta que la gente aunque hospitalaria es conservadora y
considera una falta de respeto las faldas demasiado cortas y los escotes
muy pronunciados. También gestos groseros o demasiado expresivos pueden
ofender a los ciudadanos de Emiratos, por lo que es aconsejable
evitarlos en público.
Está prohibido comer, beber o fumar en público durante el mes del
Ramadán. Las leyes de Emiratos son muy duras contra las drogas entre los
que se incluyen algunos analgésicos que compramos sin problemas en los
países occidentales. Pese a ser la capital, Abu Dhabi es una ciudad más
conservadora que Dubái, más permisiva en algunos aspectos como el
consumo de bebidas alcohólicas.
Los Emiratos Árabes son un lugar seguro para vivir, con una tasa de
criminalidad muy baja. Quizás el principal riesgo con el que los
extranjeros se pueden encontrar es con el tráfico rodado, bastante
caótico.
A tener en cuenta también el coste de la vida, que crece especialmente
en Dubái. La inflación preocupa a los residentes en este emirato.
Ciudades como Abu Dhabi o Doha resultan más baratas en la actualidad.
En resumen, a pesar de las diferencias religiosas y culturales, los
extranjeros no se encuentran con problemas para vivir y trabajar en este
país. Sólo hay que ser discreto y respetuoso, actitudes que por otra
parte son aconsejables a la hora de viajar, vivir o trabajar en
cualquier país del mundo.