SANÁ.- El general Patrick
Cammaert, jefe del equipo de observadores de la ONU encargado de
supervisar el alto el fuego en Hodeida, llegó este domingo a esa
estratégica ciudad portuaria del oeste yemení, informó una fuente de
Naciones Unidas.
El militar holandés estuvo previamente en la
capital Saná, en manos de los rebeldes huties chiitas y en Adén, bajo
control de las tropas gubernamentales, para reclamar la colaboración de
ambas partes para mantener la tregua vigente desde el martes.
Combates esporádicos seguían registrándose este domingo en la zona de Hodeida, dijeron fuentes de la ONU en el sector.
Cammaert
llegó en un convoy terrestre y el lunes visitará el puerto, por donde
ingresa el grueso de la ayuda humanitaria internacional.
El
gobierno y los rebeldes se acusan mutuamente de la responsabilidad de
estos ataques, que por el momento no parecen poner en peligro la misión
del equipo del general Cammaert.
El domingo, la agencia
oficial Saba controlada por el gobierno indicó, citando a responsables
anónimos, "63 violaciones de los hutíes de la tregua durante los tres
primeros días del alto el fuego".
Los medios de los hutíes por su
parte acusan a las tropas gubernamentales de violar esta tregua con
disparos o simples obras de fortificación de las líneas del frente.
El oficial holandés fue recibido a su llegada a Saná por
Ali al Muchiki, jefe de los representantes rebeldes en la comisión mixta
encargada de implementar el acuerdo de Suecia sobre Hodeida.
Seis
observadores de la ONU, llegados a Saná el sábado desde Amman, también
estaban presentes.
En
Adén, donde estaba el sábado, el general Cammaert "urgió" al ejecutivo
yemení y a la coalición militar liderada por Arabia Saudita que le
respalda "a respetar la tregua" en Hodeida "y a cooperar para asegurar
el envío de ayuda humanitaria", según el comunicado de Dujarric.
Cammaert señaló que "el
fracaso o el éxito de los acuerdos de Suecia depende únicamente de las
dos partes" yemeníes, según la ONU.
La primera reunión del comité
que reúne a los progubernamentales y a los rebeldes se celebrará el 26
de diciembre, precisó en su comunicado el portavoz del jefe de la ONU.
El Consejo de Seguridad de la ONU votó el viernes por
unanimidad una resolución que prevé el envío de observadores civiles a
Yemen para supervisar la evacuación de combatientes de Hodeida y
asegurar el funcionamiento de sus puertos (los de Hodeida y los de Salif
y Ras Issa), por donde pasa gran parte de la ayuda humanitaria y las
importaciones del país.
Esta ciudad de unos 600.000 habitantes, controlada por los rebeldes,
es clave en la guerra que enfrenta desde 2015 a los hutíes, apoyados por
Irán, y a las fuerzas gubernamentales, apoyadas por la coalición
dirigida por Arabia Saudita.
La guerra en Yemen dejó al menos
10.000 muertos desde 2015 y provocó la peor crisis humanitaria del
mundo, según Naciones Unidas.