domingo, 9 de julio de 2017

La industria mundial del gas y del petróleo se cita desde hoy en Turquía

ESTAMBUL.- La industria mundial del gas y del petróleo se reúne desde hoy domingo y hasta el jueves en Estambul para celebrar el 22º Congreso mundial del petróleo, mientras el precio del oro negro no logra recuperarse a pesar de la intervención de la OPEP.

Hace tres años, la precedente edición se celebró en un mundo donde el precio del petróleo superaba los 100 dólares por barril, antes de que se produjera una brutal caída de las cotizaciones, debido a una abundante oferta, alimentada por el 'boom' de los hidrocarburos de esquisto en Estados Unidos.
El ambiente ha cambiado ahora, con precios del crudo que se mantienen desde hace tiempo en torno a los 50 dólares el barril, considerados muy bajos por las compañías petroleras y los países productores, muy dependientes económicamente de sus hidrocarburos.
Se constata una "decepción" por el efecto limitado que tuvo en el mercado el acuerdo firmado a fines de 2016 entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los demás países productores, como Rusia, constata Sarah Emerson, presidenta del gabinete Energy Security Analysis, con sede en Estados Unidos.
Este acuerdo para reducir la oferta de petróleo fue renovado en mayo y se mantiene vigente hasta marzo de 2018. Pero según la Agencia Internacional de Energía (AIE) hasta entonces Estados Unidos va a seguir produciendo grandes cantidades, con lo que el crecimiento de la oferta será mayor que el del consumo.
Una reunión entre ministros de los países implicados en el acuerdo está prevista a fines de este mes, pero según la agencia Bloomberg, que cita a responsables rusos, Moscú se opondrá a prolongarlo o a reforzar las cuotas de producción actualmente vigentes.
A ello se añade una producción en alza en Libia y Nigeria, lo que añade cientos de miles de barriles más en el mercado.
Prueba del pesimismo reinante es que varios bancos, como JP Morgan, Société Générale o Goldman Sachs, han revisado a la baja en los últimos días sus previsiones sobre los precios del crudo.
"La industria (petrolera) ha ingresado en el 'low cost' (...) Se repite lo que hemos visto hace cinco, seis años", con la competencia entre el gas de esquisto y el gas ruso, opina Thierry Bros, investigador del Oxford Institute for Energy studies.
Tras una ceremonia de acogida el domingo, en la que se entregará un premio al secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, expresidente de la petrolera ExxonMobil, el Congreso albergará durante cuatro días a lo más granado del mundo en el sector de hidrocarburos, como el presidente de la compañía saudí Aramco, Amin H. Nasser, o los de gigantes como Total (Patrick Pouyanné), Shell (Bee van Beurden) o BP (Bob Dudlay).
Los temas que se tratarán serán el impacto para el sector del acuerdo internacional sobre el clima, los esfuerzos de competitividad en un contexto de precios bajos, y las relaciones entre los países de la OPEP y los productores que no integran el cártel.
Pero la crisis entre Qatar y sus vecinos del Golfo, que lo acusan de apoyar al "terrorismo" y lo han aislado económicamente, será otro de los asuntos a abordar. Sobre todo porque Qatar, primer productor mundial de gas líquido, anunció que quiere aumentar en 30% su producción.

Estados Unidos gana espacios en la exportación global de petróleo


NUEVA YORK.- Estados Unidos está ocupando cada día más espacios en la exportación mundial de crudo, con cantidades aún pequeñas, pero con una tendencia que representa un desafío más al poder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Durante cuatro décadas, los productores estadounidenses tenían prohibido exportar petróleo, pero un cambio impulsado por la Administración de Barack Obama en diciembre de 2015 levantó esas restricciones y permitió una progresiva vuelta a los mercados.
En abril pasado, según los últimos datos disponibles del Departamento de Energía, EEUU exportó un promedio de un millón de barriles diarios de petróleo, frente a los 591.000 barriles que colocó fuera del país en el mismo mes de 2016.
Esa cantidad es aún muy baja teniendo en cuenta que el país produce cerca de 9,32 millones de barriles diarios, pero el petróleo ligero que bombea Estados Unidos es muy apreciado fuera del país y está conquistando mercados tan lejanos como el chino.
En los primeros cuatro meses de este año China ha importado un promedio de 284.000 barriles diarios, superando incluso a Canadá, hasta ahora el primer comprador del petróleo estadounidense.
"Las exportaciones de crudo de Estados Unidos representan un cambio de juego y van a ser un cambio cada vez mayor en los mercados", declaró a The New York Times el exsecretario general de la OPEP René Ortiz, también exministro de Energía de Ecuador.
EEUU se encuentra ante el reto de dar salida al aumento del petróleo que generan yacimientos no tradicionales de placas de esquisto, que ofrecen un crudo ligero, y hacerlo con unos costes bajos y unos precios internacionales que rentabilicen la inversión.
La caída en los precios que se agudizó a partir de fines de 2014 hizo mucho daño a los productores estadounidenses, y tuvo un especial impacto meses después, aunque todavía en 2015 pudo cerrar el año con niveles récord en la producción de crudo.
Las medidas aplicadas por la OPEP para hacer frente al exceso de oferta global de crudo, a fines de noviembre de 2016, generaron una recuperación en los valores del barril, lo que derivó en la recuperación de muchas plataformas estadounidenses que habían dejado de operar porque los costes no lo justificaban.
Según datos de la firma Baker Hughes difundidos ayer viernes, la semana pasada había 763 plataformas petrolíferas activas en el país, más del doble de las 351 que había por estas fechas el año pasado.
De las últimas 25 semanas, 24 se han saldado con un aumento en la cantidad de plataformas operando.
Cálculos de la firma Occidental Petroleum indican que EEUU puede llegar a exportar tres millones de barriles diarios en los próximos años.
Ello puede generar un desafío más para la OPEP, que progresivamente ha venido perdiendo poder a la hora de imponer globalmente unos niveles de precios por el peso que ejercen productores no vinculados a ese cártel.
Según Tom Kloza, de la firma Oil Price Information Service, la OPEP ya sólo puede jugar con algo de influencia en los precios cuando algunos de sus miembros, como Libia o Nigeria, tienen problemas en su producción.
"Pero cuando todos los demás están produciendo, (los países de la OPEP) no puede unirse ni controlar los precios como estaban acostumbrados", declaró Kloza a la cadena financiera CNBC.
Previsiones del Departamento de Energía de Estados Unidos anticipan que en 2018 el país puede llegar a producir diez millones de barriles diarios, la tercera parte de la cuota de producción que tiene ahora la OPEP.
Pero esos diez millones de barriles es la misma producción que tiene ahora Arabia Saudí, la ficha mayor dentro de la OPEP.
Los aumentos en la producción de petróleo de Estados Unidos han venido generando una reducción lógica en sus importaciones. En la última semana de junio compró fuera un promedio de 7,92 millones de barriles diarios, frente a los 10,55 millones que adquirió en junio de 2007.
Todavía va a seguir dependiendo del petróleo que tiene que buscar afuera, entre otras razones porque las refinerías estadounidenses están más acostumbradas al petróleo más pesado que puede llegar de México, Venezuela y Canadá.
Pero, curiosamente, entre los compradores del petróleo estadounidense se encuentra Venezuela, gracias a la calidad del crudo que le viene del norte: en abril pasado, los venezolanos compraron a los estadounidenses 40.000 barriles diarios de crudo.

Japón acogerá el G20 de 2019 y Arabia Saudita el de 2020

HAMBURGO.- La presidencia rotativa del G20 pasará a Japón en 2019 y a Arabia Saudita en 2020, según el comunicado final de la cumbre de Hamburgo, mientras que la edición de 2018 se celebrará en Argentina, como ya estaba previsto.

"Estamos deseando vernos de nuevo en Argentina en 2018, en Japón en 2019 y en Arabia Saudita en 2020", indicaron los jefes de Estado y de gobierno de los países más poderosos del mundo en su comunicado final.
La presidencia rotativa del G20 permite que cada país incluya en la agenda los temas que más le interesen.
Así, la presidencia alemana dio prioridad a una asociación de desarrollo con algunos países africanos.
En 2015, Turquía abordó la problemática de los refugiados y Australia insistió en las necesidades de más infraestructuras.
El G20 agrupa a los 20 países económicamente más ricos del mundo. En principio, fue creado como una estructura de respuesta a la crisis financiera pero, poco a poco, va abarcando más temas que rebasan el ámbito de la economía.