viernes, 14 de septiembre de 2018

"Las bombas son de precisión y no se van a equivocar matando yemeníes", dice una ministra española

MADRID.- La portavoz del Gobierno español y ministra, Isabel Celaá, ha asegurado este viernes que aunque el contrato de venta de armas a Arabia Saudí no especifica que las bombas no vayan a ser utilizadas contra la población civil en el conflicto en Yemen son "láser de alta precisión" y no se van a equivocar "matando yemeníes".

"El Gobierno sabe lo que está vendiendo, son láser de alta precisión y, por lo tanto, si son de alta precisión no se van a equivocar matando yemeníes", ha dicho Celaá en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La portavoz ha explicado que el Ejecutivo actúa "de manera colegiada" y así lo ha hecho al decidir finalmente cumplir el contrato de venta de misiles a firmado en 2015 entre España y Arabia Saudí, aunque en un primer momento hubo "una opinión" que se expresó en favor de la cancelación.
El Ministerio de Defensa avanzó primero que el contrato se cancelaría y se devolverían los 9,2 millones de euros abonados por este material, lo que podría haber puesto en riesgo a su vez el contrato con ese país para la compra de cinco corbetas a la empresa Navantia.
Celaá ha recordado que el Ejecutivo ya se alineó con los intereses de los trabajadores de la Bahía de Cádiz, que "estaba con ellos" y que su trabajo no estaba en riesgo, al tiempo que ha insistido en que el Gobierno ha cerrado su decisión en favor de cumplir el contrato de la venta de armas de forma "colegiada".
Preguntada sobre si el contrato especifica que las armas no se van a utilizar contra la población civil de Yemen, la ministra ha recalcado que tratándose de armamento de precisión, "misiles láser", "no parece que vayan orientadas a ese fin".

Borrell: 'Las bombas vendidas a Arabia Saudí son de precisión y no tienen efectos colaterales'


MADRID.- El ministro español de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha confirmado que el Gobierno enviará a Arabia Saudí las 400 bombas láser del Ejército vendidas en virtud de un contrato en 2015, y ha señalado que se trata un "armamento de precisión", guiado por láser, que "no produce efectos colaterales en el sentido de que da en el blanco que se quiere con una precisión extraordinaria".

En declaraciones a Onda Cero, el ministro ha señalado que el Gobierno español ha decidido entregar las bombas para “honrar un contrato que viene de 2015, del anterior Gobierno, y en el que no se ha detectado ninguna irregularidad que permitiese no ponerlo en práctica”, confirmando así una información adelantada por ‘El Periódico’, según la cual el ejecutivo comunicó a Riad ya este miércoles que las bombas serían entregadas.
La semana pasada el Ministerio de Defensa dijo que iba a paralizar este contrato pero el viernes rebajó el anuncio a una declaración de intenciones y señaló que aún lo estaba estudiando, después de que los trabajadores de Navantia hicieran público que el Gobierno saudí había amenazado con cancelar el multimillonario contrato de construcción de cinco corbetas en los astilleros de San Fernando (Cádiz).
Preguntado si Arabia Saudí llegó a advertir al Gobierno español sobre el contrato de Navantia, Borrell ha replicado que las cosas no se plantean con esa “crudeza” pero ha admitido que “Arabia Saudí considera las relaciones comerciales en materia de armamento como un todo”.
El ministro ha detallado que el contrato para la venta de las bombas ha pasado tres veces por la JIMDDU, la comisión interministerial que autoriza las ventas de armamento y, tras una semana de “intenso trabajo” y de contactos por parte de varios ministerios, el Ejecutivo no ha “encontrado ninguna razón para no cumplirlo”.
En cuanto a si el Gobierno ha recibido garantías de que no se usarán contra población civil, ha respondido que se trata de armamento “de precisión”, destinado a objetivos militares de “alta resistencia y alta precisión” mientras que son las bombas menos sofisticadas las que pueden producir de manera más frecuente y más probable “dramas humanitarios”.
En ese sentido ha explicado la nota emitida el pasado agosto por su Ministerio -días después de un bombardeo en Yemen en el que murieron niños- según la cual se van a revisar los criterios con los que se conceden las autorizaciones de exportación de armas “para poder hacer un trazado y garantizar cuál va a ser su uso”.
A su modo de ver, lo que sucedió en este caso fue que el Ministerio de Defensa ha estado revisando todos los contratos, teniendo en cuenta también lo que sucede en escenarios bélicos como Yemen, y en ese concreto “alguna circunstancia debió de llamarle la atención”, por ejemplo el hecho de que no sea una venta de una empresa de armamento, sino de stock del Ejército español, y por eso “lo puso en análisis”.
Con todo, no ha querido “polemizar” con su colega de Defensa, Margarita Robles, ni valorar si ha quedado desautorizada por la gestión de ese asunto.


El Gobierno español ordena enviar las bombas a Arabia Saudí


El Gobierno español ha informado este jueves de la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí tras estudiar el envío durante una semana y no detectar “ninguna irregularidad”, según ha confirmado el ministro de Exteriores, Josep Borrell.
En declaraciones en Onda Cero, el titular de Exteriores ha admitido que el Ejecutivo “no ha encontrado ninguna razón” para no cumplir con la entrega de las armas, que ha atribuido al cumplimiento de un contrato firmado en 2015 por el anterior Gobierno de Mariano Rajoy.
Con esta decisión el Gobierno desautoriza a la titular de Defensa, Margarita Robles, que había paralizado el envío. El anuncio de la ministra había generado una oleada de protestas entre los trabajadores de la empresa pública Navantia por el temor de que el país asiático pudiese cancelar como represalia un contrato de cinco corbetas en los astilleros de San Fernando.
Y es que, el contrato de las bombas, que probablemente sean destinadas a que Arabia Saudí ataque a Yemen, en una guerra que ya ha provocado más de 10.000 muertos, asciende a 9,2 millones de euros, mientras que la venta de los barcos supone 1.813 millones y afecta a 6.000 puestos de trabajo.
Hay que recordar que Defensa había avanzado que el contrato de las bombas se cancelaría y que se devolverían los 9,2 millones de euros abonados por este material dejando así sin efecto el contrato firmado entre España y Arabia Saudí en enero de 2015.
Sin embargo, el Gobierno precisó después que ese contrato de venta de armas estaba en estudio, que no se había adoptado una decisión en firme y que su cancelación era una mera declaración de intenciones por parte de Defensa, señalando directamente así a Robles.
La cancelación de la venta de las bombas podía haber puesto en peligro a su vez el contrato de Arabia Saudí para la compra de cinco corbetas a Navantia, una posibilidad ante la que en las últimas semanas se han sucedido las protestas de los trabajadores de los astilleros de esta empresa en San Fernando.
Al plantearle si cree que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sido desautorizada con esta decisión, Borrell se ha limitado a señalar que lo último que iba a hacer era polemizar en público con una compañera de Gabinete.
Sí ha insistido en que no se han encontrado motivos para rescindir el contrato firmado por el Gobierno de Mariano Rajoy, y ante el argumento de que Arabia Saudí podría utilizar las bombas contra la población civil de Yemen, ha explicado que ese armamento es de precisión y, por tanto, no provoca efectos colaterales.
“Con este tipo de armas no puede haber esos bombardeos producidos con armas menos sofisticadas un poco lanzadas al azar y que provocan esa clase de tragedias que todos hemos condenado”, ha añadido.
En ese contexto, ha recordado que su Ministerio anunció en agosto que a partir de ahora se van a revisar los criterios por los que se autoriza la exportación de armas.
“Este contrato está firmado hace tres años, ha pasado tres veces por la comisión interministerial que autoriza la venta de armas y no hemos encontrado ninguna razón para no cumplirlo”, ha reiterado.
Borrell ha justificado en una “lógica inquietud” ante algunos escenarios bélicos, no sólo en Yemen, el que el Ministerio de Defensa haya revisado también todos los contratos pendientes de venta de armas.
“Creyó detectar en ese (el firmado con Arabia Saudí) alguna circunstancia que le llamaría la atención, como el hecho de que no era una venta de armas por parte de una empresa que las fabrica, sino que era parte del ‘stock’ de munición del propio Ejército”, ha añadido.
Ante la pregunta de si Arabia Saudí había trasladado al Gobierno que si ese contrato no se mantenía rescindiría el de la compra de cinco corbetas, el ministro ha señalado que ese país “considera las relaciones en materia de armamento como un todo” pero no se explicita con esa “crudeza”.