sábado, 16 de enero de 2016

El estrés en los mercados petroleros y financieros alarma a Rusia


MOSCÚ.- El estrés en los mercados petroleros y financieros representa hoy un nuevo aderezo a la preocupación de las autoridades rusas por el estado y futuro inmediato de la economía nacional. La estrepitosa caída de los precios del petróleo de referencia Brent por debajo de la barrera psicológica de los 30 dólares el barril y, en consecuencia, el repliegue del rublo ante el dólar y el euro, cubren de más incertidumbre el reto de Rusia de sortear las turbulencias.

Tanto es así, que los dirigentes del país no disimulan el desasosiego por las noticias de la Bolsa y de las cotizaciones petroleras y apresuran medidas de blindaje económico.

El presidente Vladimir Putin llamó al Gobierno a mediados de la semana que recién concluye a "estar listo ante cualquier giro de la coyuntura económica" y a responder con profesionalismo a los problemas que emerjan y afecten a la economía interna.

Para el primer ministro Dmitri Medvédev, el dramático movimiento de las cotizaciones del crudo crea serios peligros en el cumplimiento del Plan Fiscal en 2016.

Medvédev incluso afirmó al intervenir en el Foro Económico de Gaidar que los desafíos actuales ante la economía rusa son los más serios en una década.

Contra los pronósticos optimistas oficiales de una eventual recuperación en el segundo semestre de 2015 del letargo recesivo, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) registró al cierre de diciembre una contracción de 3,8 por ciento, y de casi un 2,6 el déficit fiscal respecto al PIB.

No es para menos la preocupación pues cerraron en rojo la producción industrial, el saldo de la balanza comercial y otros sectores locomotoras, mientras subió la inflación a niveles sin precedentes (12,9 por ciento) y mermaron las reservas internacionales en un 4,4 por ciento.

El mercado bursátil ruso no se queda atrás en las tendencias de especulación financiera que golpean al rublo, la divisa local, y ahondan su devaluación.

Al unísono con la debacle petrolera, el euro remontó a la venta, el viernes reciente, el valor de los 85 rublos al cambio, en una subida sin precedentes en los últimos 13 meses. Asimismo, el dólar renovó el máximo desde diciembre de 2014 al escalar los 77,73 rublos en su paridad con la moneda local.

Con un mensaje de alerta a la ciudadanía, el ministro de Desarrollo Económico Alexéi Uliukaev dijo ante las cámaras del canal Rossiya 24 que el equipo del Ejecutivo preparó un escenario a prueba de estrés para "estar listos ante cualquier sorpresa".

Por lo pronto, el Gobierno concentra su atención en cómo evitar un desfase del presupuesto de 2016, que fue planificado a partir de un precio promedio de referencia del petróleo Brent a 50 dólares el barril.

Se oficializó durante el Foro de Gaidar -apellido de uno de los artífices del neoliberalismo ruso- la intención del Ejecutivo de efectuar un recorte de un 10 por ciento a todas las partidas presupuestarias.

El ministro de Finanzas Antón Siluanov aseguró al respecto que con esa medida "podrían economizarse" más de 500.000 millones de rublos, unos 7.143 millones de dólares al cambio actual.

Las autoridades rusas también conciben como medida paliativa la movilización de recursos provenientes de las privatizaciones.

En esa nueva oleada se pondrían en venta las acciones del Estado en compañías con gran participación estatal, como la insigne petrolera Rosneft. Según adelantó el ministerio de Hacienda, se subastaría el 19,5 por ciento del paquete del Estado en Rosneft.

La polémica en torno a la política fiscal no dejó de lado las advertencias de quienes se oponen a una drástica poda de las asignaciones de recursos públicos, lo cual sin duda afectaría al denominado bloque social.

El diputado Andrei Makarov consideró inadecuado el enfoque (la poda del 10 por ciento) al catalogar de brutal reducción de todas las partidas, cuando, a su juicio, deben recortarse solo los gastos no rentables.

Estoy categóricamente en contra de esa poda en la cifra mencionada, pues resulta un procedimiento erróneo, exteriorizó el titular del Comité de la Duma estatal sobre política fiscal y de impuestos.

Invocó el diputado ante la prensa la indicación del presidente Vladimir Putin acerca de la necesidad de recortar "gastos ineficaces y reducir los costos".

Se trata de un brutal y frontal recorte de todas las partidas presupuestarias aprobadas, subrayó Makarov, al poner énfasis en la obligación del Estado con los compromisos sociales.

También con otro enfoque, la presidenta de la Cámara de Cuentas, Tatiana Golikova, se manifestó contraria a una inminente revisión de los parámetros del Plan Fiscal.

Solo será posible una corrección después de una exhaustiva evaluación del cumplimiento del Presupuesto en 2015, afirmó Golikova, quien considera que la situación actual difiere de la crisis vivida por Rusia en 1998.

Por el momento, el ejecutivo ruso hizo pública la intención de recortar lo que denomina gastos ineficientes, aunque el primer ministro Dmitri Medvedev alertó en la reciente reunión de trabajo con el gabinete que "los recortes serían significativos".

Sin duda Rusia corre el riesgo de un retroceso en los ambiciosos proyectos de desarrollo socio-económico, y por qué no, de las metas de bienestar social.

Expertos españoles ligan la evolución del precio del crudo al control de la oferta

MADRID.- La evolución del precio del crudo irá ligada al control que ejerzan los países productores sobre la oferta, según expertos consultados, que destacan la importancia de las decisiones que puede tomar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), especialmente Arabia Saudí.

Aunque reconocen que hay otros factores que presionan el mercado a la baja, como la caída de la demanda de China o el próximo levantamiento de sanciones petroleras a Irán que podrán incrementar sus exportaciones, los analistas ven clave la actitud de la OPEP y la posibilidad de que haya una reunión extraordinaria de los productores en los próximos meses.
"Todo depende del juego de los productores, sobre todo de Arabia Saudí", según Pedro Linares, de la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad de la Universidad Pontifica de Comillas, ya que es el país con mayor control sobre el mercado, al tener la mayoría de las reservas y el petróleo más barato.
"Si Arabia Saudí decide seguir sacando todo el petróleo que puede, seguirá habiendo mucho más suministro que demanda y el precio seguirá bajando", ha asegurado Linares, para quien el precio está ligado a lo que le cuesta producir el crudo a los saudíes, aunque ha asegurado desconocer ese tope.
Para el director del Programa de Energía del Real Instituto Elcano, Gonzalo Escribano, aunque el consenso de los analistas es que el precio se sitúe en 2016 alrededor de los 40 dólares el barril, puede quedarse por debajo si continúa el deterioro de la economía china y en especial si se acentúa la devaluación del yuan.
Ambos expertos han advertido de la inestabilidad política y social que se puede dar en países productores como Arabia Saudí, Rusia, Irán, Venezuela o Argelia, si los precios del crudo se mantienen bajos.
Una visión compartida por Standard and Poor's (S&P), que también ha alertado esta semana de que el bajón del precio del petróleo supone "riesgos muy importantes" para las perspectivas económicas mundiales por la amenaza de una desestabilización sociopolítica en los países productores.
Linares ha apuntado que, a pesar de las pérdidas que un crudo barato implica para los países productores, esta situación puede tener un efecto positivo, ya que ahorrarían en las subvenciones al consumo doméstico del petróleo y tendrían una oportunidad de diversificar sus economías.
Entre las causas de esta racha bajista en los precios, Linares ha dicho que posiblemente está relacionada con una demanda "no tan alta como se esperaba", en especial por la desaceleración de China, aunque matiza que también influye la existencia de un exceso de oferta en el mercado.
Asimismo, los dos expertos han coincidido en que la caída de los precios del petróleo es positiva para el conjunto de la economía mundial.
Para la analista de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), María Jesús Fernández, el bajo precio del crudo es un factor "indudablemente positivo" para una economía importadora de petróleo como la española, ya que deja más renta disponible a los ciudadanos, que puede servir para aumentar el consumo y el ahorro, y por ende, para reducir el volumen de deuda.
Además, Fernández dice que del lado de la oferta supone una reducción de los costes de producción de todos los sectores económicos y favorece la inversión.
Respecto a las implicaciones en el sector energético, Escribano considera que los beneficios económicos del bajo precio del crudo se deberían invertir en incentivar las energías renovables, en especial en países como India, México, Brasil o Marruecos, donde subsidian las gasolinas y el gas.
En su opinión, el bajo precio del petróleo es un incentivo para seguir consumiendo hidrocarburos en lugar de fomentar otras fuentes de energía alternativas.
Sin embargo, Linares no ve clara esa correlación, ya que -explica- el desarrollo de las renovables no depende de su competitividad ni de la evolución del coste del petróleo, puesto que no compiten en los mismos mercados, al destinarse las renovables a la electricidad y el petróleo a los hidrocarburos.
Los dos expertos consideran que la práctica del "fracking" o fractura hidráulica para extraer petróleo sí puede verse perjudicada por una evolución a la baja del barril de crudo en los casos en los que resulte más caro, ya que este procedimiento no tiene el mismo coste en todos los terrenos.
En opinión de Escribano, con un precio del crudo de 60 o 70 dólares por barril, en Estados Unidos se retomaría la producción por "fracking", que en el último año se ha visto ralentizada por el abaratamiento del petróleo.

EEUU destruye depósito de dinero del Estado Islámico

NUEVA YORK.- Aviones militares estadounidenses destruyeron un depósito de dinero del Estado Islámico en Mosul, Irak, informó hoy el Departamento de Defensa norteamericano.  De acuerdo a un video que dio a conocer el Pentágono, el edificio fue impactado por una bomba, y luego de la explosión se observa una columna de billetes flotando por el aire.

    Los expertos en Defensa estiman que el dinero destruido equivale a "millones de dólares", aunque no les fue posible precisar exactamente la cantidad.
    El bombardeo, cuyas imágenes se dieron a conocer públicamente en las últimas horas, fue realizado el 11 de enero pasado.
    El video de 47 segundos, con imágenes en blanco y negro, comienza con un intento de hacer blanco sobre un edificio de la ciudad de Mosul, considerado como una de las bases del Estado Islámico.
    El edificio es luego impactado con dos bombas, y en medio de la explosión se observa una lluvia de papeles que, según las fuentes militares, son millones de dólares destruidos.
    Es la segunda vez que Estados Unidos bombardea un depósito de dinero en efectivo del Estado Islámico. Combinado con una serie de ataques a las reservas petroleras de la organización, es parte de un plan para sacudir sus recursos financieros.
    El Estado Islámico se autofinancia a través de un fuerte sistema de cobro de impuestos en los territorios que controla, para asegurarse de no tener que depender solamente de sus recursos petroleros.
    De acuerdo a un informe del periódico Financial Times, aunque la coalición lograra destruir la producción petrolera del Estado Islámico (que representa un estimado de 450 millones de dólares de ingreso al año), su ejército de cobradores de impuestos le reporta una cifra similar.
    Fuentes de los Servicios de Inteligencia, así como ex combatientes del Estado Islámico, revelaron que el impuesto que aplican -conocido como zakat- le permite mantener su economía activa.
    El Zakat, que se remonta a los días del profeta Muhammed, requiere a los musulmanes entregar parte de sus ingresos y está considerado una especie de limosna.
    De acuerdo a la interpretación del Zakat que hace el Estado Islámico, los residentes de mayor poder económico y los empresarios deben entregar el 2,5% de sus ingresos, mientras que los dueños de cultivos irrigados deben dar el 5%. Los demás tipo de agricultores deben entregar el 10% de sus ingresos.

El primer ministro pakistaní viajará a Riad y a Teherán como mediador

ISLAMABAD.- El primer ministro pakistaní, Nawaz Sharif, visitará la próxima semana a Arabia Saudita e Irán para intentar rebajar las tensiones entre ambas potencias regionales.  Los principales medios de comunicación del país, como las televisoras Samaa TV y Geo News, reportaron que el jefe de gobierno viajará acompañado por el comandante del Estado Mayor del Ejército, Raheel Sharif.

Según fuentes oficiales, ambos llegarán el lunes Riad, donde se reunirán con el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud y el martes a Teherán, para dialogar con el presidente Hassan Rouhani.

La tensión entre ambos países escaló a raíz de la ejecución en la nación árabe del clérigo chiita Nimr al Baqer al Nimr, que desembocó en un asalto a la embajada saudita en Teherán y en su consulado en la ciudad de Mashhad, lo cual fue tomado como pretexto por Riad para romper sus relaciones diplomáticas.

Este sábado el diario Dawn reveló la cancelación de la visita a Irán del titular pakistaní de Defensa, Khawaja Asif, quien debía viajar la próxima semana a la nación persa.

Hasta en tres ocasiones, el asesor de Asuntos Exteriores de Nawaz Sharif, Sartaj Aziz, se pronunció por la mediación pakistaní para buscar una solución al conflicto y advirtió de las consecuencias de una guerra para el mundo musulmán.

Este mes visitaron por separado Islamabad los ministros sauditas de Defensa, Mohammad bin Salman al Saud, y de Relaciones Exteriores, Adel bin Ahmed Al Jubeir.

Medios de prensa nacionales se muestran preocupados por el impacto que tendría en Pakistán una conflagración entre Riad y Teherán al advertir sobre un eventual incremento de los enfrentamientos sectarios.

Cerca del 20 por ciento de la población de esta nación es chiita, como la mayoría de los iraníes, y otro 75 por ciento es sunita, grupo preponderante en el reino wahabita.

El barril del petróleo bajó a menos de 30 dólares

NUEVA YORK.- Los precios del petróleo en Nueva York y Londres despidieron la semana en menos de 30 dólares el barril, y acumularon fuertes pérdidas que presionaron a la baja a su vez a los mercados de acciones. El crudo Intermedio de Texas (WTI) y el Brent del mar del Norte cerraron la etapa fijados en 29,42 y 28,94 dólares por barril, respectivamente.

Los analistas atribuyeron el declive de los precios- acumularon en el lapso una baja de más del 10 por ciento-, a la abundante oferta de petróleo en los mercados internacionales, la debilidad de la economía global, la desaceleración del ritmo de crecimiento económico de China y el fortalecimiento del dólar.

También el repliegue de las cotizaciones se asoció con el pronto retorno de Irán al mercado petrolero, una vez que sean levantadas las actuales sanciones de occidente, lo cual supone la incorporación de más de un millón de barriles diario al mercado.

Los precios cerraron a la baja en el grueso de las sesiones y en la del viernes se hundieron en más del seis por ciento, lo que provocó pérdidas generalizadas en los las bolsas de valores del orbe.

En Wall Street el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, retrocedió ese día un 2,39 por ciento, mientras que el selectivo S&P 500 descendió un 2,16, y 2,74 por ciento el Nasdaq, que representa las empresas de las nuevas tecnologías.

Según expertos, las cotizaciones del WTI y el Brent se han reducido en cerca de un 70 por ciento desde mediados de 2014, un 35 en 2015, y desde diciembre de este último año acentuaron su derrumbe, luego de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió mantener nuevamente intacto su volumen de producción.

La cesta petrolera venezolana de crudo y derivados cayó 12,5 por ciento en la semana, la que cerró en 24,38 dólares por barril.

Por otra parte, el precio de la canasta de 12 tipos de crudo de la OPEP, concluyó la etapa en terreno negativo, al pasar de 30,14 a 26,40 dólares el barril.

Petróleo, ni tan caro ni tan barato / Primo González *

La caída del precio del petróleo ha dejado de ser una buena noticia económica paraconvertirse, en las últimas semanas, en un asunto que causa creciente preocupación en medios económicos. No tanto por la mala situación en la que se están quedando las compañías petroleras, embarcadas en una espiral de ajuste de inversiones, recortes de empleo y ventas de activos. Ni siquiera por el desequilibrio creciente en el que están embarcadas las economías altamente dependientes de la exportación de crudo, algunas de las cuales, hecho insólito, están presentando déficits presupuestarios, impensables hace apenas un año.


Uno de los datos anecdóticos de estos últimos días ha sido el inicio de exportación de petróleo por parte de Estados Unidos a refinerías europeas, algo ciertamente impensable hace unos años, ya que las exportaciones de crudo estaban prohibidas en este país desde la primera crisis petrolera, allá por los años 70 del siglo pasado, prohibición que fue reforzada en los años posteriores, a medida que el petróleo pasó a convertirse en un arma diplomática de primera magnitud, en plena guerra fría.

En Estados Unidos ahora sobra petróleo porque la producción de crudo, aunque a precios no siempre muy competitivos, ha aumentado de forma considerable y este país ha pasado a convertirse en uno de los mayores productores del mundo, lo que le permite autoabastecerse, dejar de importar petróleo del mundo árabe e incluso exportar lo que le sobre. Estados Unidos se ha convertido en una auténtica potencia energética mundial, tras haber superado a Rusia y tras equipararse en producción de crudo a Arabia Saudí.

Las reservas que atesora este país, fruto de una producción desbordante derivada de los nuevos yacimientos de petróleo no convencional, producción superior a las necesidades, están inundando sus instalaciones de almacenamiento y se ve obligado por ello a darles alguna salida comercial para evitar el costoso acaparamiento. 

Hace un año, Estados Unidos pasó a convertirse por primera vez en proveedor de petróleo y derivados a México, uno de los países que sustentaba su economía, entre otras cosas, en el importante flujo de exportaciones energéticas al vecino del norte. Ahora, la situación se ha revertido. Un hecho anecdótico es el cambio de función de algunas importantes instalaciones portuarias, que se habían diseñado con grandes inversiones para acoger sobre todo el gas natural licuado que Estados Unidos importaba en dosis crecientes. Esas instalaciones portuarias sirven ahora para exportar gas y petróleo así como productos derivados.

A la postre, las dos consecuencias más directas de la actual situación energética (petroleras y países exportadores en aguda crisis), con ser importantes, no son más que el inicio de una espiral de contrariedades que puede causar serios trastornos a la evolución de la economía global ya que la brusquedad del giro que ha experimentado el mercado mundial de materias primas, y en especial del petróleo, puede perturbar los flujos de capitales, las inversiones asociadas a la continuidad de la búsqueda de recursos naturales, a la calidad de los activos financieros que circulan por el mundo, a la fluidez de los mercados bursátiles o a los equilibrios en el mercado de renta fija, por mencionar algunos de los puntos de tensión que están auscultando en estas últimas semanas los analistas de diversas esferas de la economía internacional. La procesión bajista de las Bolsas en este inicio del año 2016 parece no ser más que un anticipo de una crisis más amplia.

(*) Periodista y economista español