sábado, 8 de diciembre de 2018

Irán acusa a Estados Unidos de "terrorismo económico"

TEHERÁN.- Las sanciones estadounidenses "injustas" contra Irán son "terrorismo económico", afirmó este sábado el presidente iraní Hasán Rohani durante una conferencia regional en Teherán.

"Las sanciones estadounidenses injustas e ilegales contra (...) Irán constituyen un ejemplo claro de terrorismo", declaró Rohani cuyo discurso fue retransmitido por televisión.
Rohani hizo estas declaraciones en una conferencia sobre la lucha contra el "terrorismo" en la que participan los presidentes de los parlamentos de Afganistán, China, Pakistán, Rusia y Turquía.
El gobierno estadounidense de Donald Trump ha hecho de Irán su principal enemigo y advierte constantemente sobre la "amenaza" creciente que representa el régimen islámico iraní en Oriente Próximo.
Estados Unidos se retiró unilateralmente en mayo pasado del acuerdo sobre el programa nuclear iraní alcanzado en 2015 en Viena entre Teherán y varias grandes potencias.
"El terrorismo económico está destinado a crear pánico en la economía de un país y a infundir miedo a otros Estados" para impedirles invertir en él, afirmó el presidente iraní.
"Nos enfrentamos a un asalto global que no sólo amenaza nuestra independencia y nuestra identidad sino que también intenta romper nuestras relaciones de hace tiempo" con otros países, añadió.
La mayoría de los países representados en la conferencia de Teherán se ven afectados por sanciones o presiones económicas estadounidenses.
La tregua en la guerra comercial entre Washington y Pekín también se vio perturbada esta semana a causa de la detención de la directora financiera del gigante chino de telecomunicaciones Huawei, detenida en Vancouver a petición de Washington.
La administración Trump también impuso nuevas sanciones a Rusia, que empezaron en 2014 tras la anexión de Crimea, mientras que Turquía fue sancionada este año por haber detenido a un padre evangelista estadounidense, que ya fue liberado.
El presidente estadounidense también anuló centenares de millones de dólares de ayuda a Pakistán, acusándolo de laxismo en la lucha contra grupos armados.
"Cuando aumentan la presión comercial sobre China, nos afecta a todos (...) Cuando castigan a Turquía, nos castigan a todos. Cada vez que amenaza a Rusia, consideramos que nuestra seguridad está en peligro", afirmó Rohani.
"Cuando imponen sanciones contra Irán, nos están privando a todos nosotros de beneficios obtenidos gracias al comercio internacional, de la seguridad energética y del desarrollo sostenible. En realidad, imponen sanciones a todo el mundo", aseguró Rohani.
"Estamos reunidos aquí para decir que no vamos a tolerar esta insolencia", añadió el presidente de Irán, que prácticamente no mantiene relaciones diplomáticas con Estados Unidos desde 1980.
Rohani también advirtió a la Unión Europea que intente preservar el acuerdo nuclear tras la retirada unilateral de Estados Unidos, ya que tiene mucho que perder si no fructifican sus esfuerzos para compensar los efectos de las sanciones estadounidenses.
Si estos esfuerzos resultan un fracaso, "los europeos deben ser conscientes que esto afectará a nuestra capacidad para luchar contra la droga y el terrorismo", afirmó en referencia al trabajo de la administración iraní, para combatir diferentes tipos de tráfico de estupefacientes, por ejemplo desde Afganistán.
Teherán recordó la semana pasada que no pueden esperar "indefinidamente" que la Unión Europea impulse su mecanismo para ayudar a Irán a vender petróleo pese a las sanciones estadounidenses.
La UE prepara un mecanismo que facilte las transacciones financieras y la venta de petróleo iraní.
La economía iraní se vio perjudicada por la ofensiva de Trump y el restablecimiento de sanciones contra su sector petrolífero.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía iraní decrezca un 3,6% el año que viene.

El ministro qatarí de Energía se reúne con el estadounidense tras su anunciada salida de la OPEP

EL CAIRO.- El ministro qatarí de Energía, Saad al Kaabi, se reunió hoy con el secretario de Energía de EEUU, Rick Perry, para fortalecer las existentes relaciones entre ambos países, días después de que Qatar anunciase su retirada de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el próximo enero.

Las discusiones entre los dos ministros de Energía en Doha abordaron "los lazos bilaterales y la cooperación en el campo energético", dijo en un comunicado la empresa petrolera estatal Qatar Petroleum.

Asimismo, este encuentro se centró en "fortalecer los existentes contratos de energía entre Catar y Estados Unidos", se apunta en la nota, sin dar más detalles sobre el contenido de la reunión.
Hoy Kaabi, que es presidente de Qatar Petroleum, anunció que ha firmado un acuerdo con un afiliado de la petrolera ExxonMobil para adquirir una participación del 10% en tres plataformas petroleras en aguas profundas en Mozambique.
Esta reunión se produce días después de que el ministro catarí anunciase su retirada para el 1 de enero de 2019 de la OPEP, de la que formaba parte desde 1961, para tener independencia y poner en práctica sus planes de aumentar la producción de hidrocarburos.
Con una producción actual de unos 600.000 barriles de crudo al día, Qatar extrae apenas el 2 % del total de los quince socios del grupo.
El pequeño emirato, el menor país de la OPEP por tamaño y población, tiene las terceras mayores reservas de gas natural del mundo, calculadas en 23,8 billones de metros cúbicos. y es actualmente el mayor exportador de este combustible.

La guerra entre La Liga y Arabia Saudí: el jeque se siente estafado por los españoles

MADRID.- El acuerdo se cerró en Londres y pronto llegó a la prensa de Arabia Saudí. LaLiga y el país de Oriente Medio firmaban un protocolo que les uniría en lo sucesivo. A cambio de 28 millones de euros, el campeonato dirigido por Javier Tebas se comprometía a acoger a nueve jugadores saudíes en equipos de Primera y Segunda, algo hoy conocido, pero también a darle al país medios para la expansión del fútbol en Arabia, publica hoy El Confidencial

Se comprometían a construir academias en Riad y Yeda para desarrollar jóvenes talentos y tecnificar entrenadores de acuerdo a los patrones españoles. Todo saltó por los aires, aunque en los últimos días se intenta reconstruir la relación.
Turki Al-Seikh es el presidente de la General Sports Authority (GSA), la entidad con la que Arabia Saudí articula sus cuantiosas inversiones en el deporte. Él, una persona relevante dentro del deporte mundial es uno de los firmantes del acuerdo. 
Los medios saudíes se explayaron en los detalles los días posteriores, todo lo contrario que el aparato de comunicación de LaLiga, que a diferencia de con otros contratos, como el de Relevent en Estados Unidos hace unos meses, optó por ponerse de perfil y relatar solo lo que era inevitable.
Tiene esto mucho que ver con la visión discordante del contrato que tenían ambas partes. Mientras Al-Seikh vendía en su Twitter y en medios locales que los equipos españoles se habían interesado por el potencial deportivo árabe, en LaLiga tenían claro que esto era poco más que una transacción económica. 
El incumplimiento de los acuerdos por parte del campeonato de Tebas y esa disonancia en lo esperado, llevó a una situación casi bélica, de gran tensión. Las academias no se han hecho, y tardarán. 
"No es que se vayan a hacer mañana, hemos retomado esas conversaciones, pero había otras prioridades, hubo un parón por varias cosas", explica Fernando Sanz, jefe de la oficina de LaLiga en Oriente Medio.
El punto álgido de esa tensión se dio en una entrevista solicitada por el árabe al ver que el desarrollo del contrato estaba muy lejos de lo que él esperaba. A la reunión acudió una delegación española entre la que se encontraban Fernando Sanz y Gregory Bolle, director de patrocinios internacionales. 
No la olvidarán. Al-Saikh, ya en ese momento muy enfadado porque los nueve jugadores no debutaban y el resto de los planes ni estaban ni se les esperaba, acudió escoltado como siempre, pero en esa ocasión tuvo la feliz ocurrencia de que sus guardaespaldas llevasen sus armas visibles, con un evidente interés en amedrentar a sus interlocutores españoles. 
La situación no mejoró con aquella conversación. Sanz le quita importancia, asegura que no ha habido una reunión en la que los guardaespaldas tuviesen una actitud más fiera. "Cuando vas a reunirte con una persona de ese nivel hay una serie de medidas de seguridad, es normal, las relaciones con ellos son normales. Yo soy muy echado para 'alante', pero si hubiese visto algo así no hubiese vuelto, y me reuní de nuevo la pasada semana", relata el exfutbolista. 
LaLiga, de hecho, ha tenido que reaccionar y tomar ciertas cautelas. El Confidencial ha podido saber que Nizar Bakhat, que ejercía de delegado en Arabia Saudí dentro del programa Global Network del campeonato, ha vuelto a España por motivos de seguridad. Bakhat tiene un currículo envidiable, estudió empresas en el MIT y en la universidad de Ginebra, habla árabe, español, inglés y francés. 
Fue enviado para buscar relaciones comerciales e institucionales, también contactó con las plataformas televisivas, pero tuvo muy poco que ver en el proceso del acuerdo entre LaLiga y el país. Ahora ha tenido que volver a España, aquí trabaja en el departamento internacional con Martina Olivas. 
Su carrera en Arabia Saudí, los contactos labrados en estos últimos años, corren peligro por la situación de tensión a la que se ha llegado. Fernando Sanz, que ejerce como portavoz en este caso —fueron consultados otros para que diesen su versión y señalaron a Sanz como voz autorizada—, niega que la vuelta tenga que ver con motivos de seguridad.
Mientras tanto, Turki Al-Seikh se dedica a lamentarse por su acuerdo con LaLiga. En su caso, su mayor pena está en el escaso tiempo de juego que tuvieron los futbolistas que llegaron a los equipos de Primera. 
En diversas ocasiones ha afirmado que haber enviado esos jugadores a España es el mayor error de su carrera como dirigente, aunque Fernando Sanz explica que en posteriores entrevistas ha rectificado y que ahora se muestra satisfecho. Su cercanía con la familia real del país ha hecho de Al-Seikh, que presume de ser poeta y tiene rango de ministro, una persona de gran influencia y relieve en Arabia Saudí. 
No le gustaron las críticas que tuvo su proyecto, al que además culpan en parte del fracaso árabe en el Mundial de Rusia. Solo uno de los futbolistas llegó a debutar, y lo hizo en los minutos de la basura de un partido. En un país en el que la libertad de expresión está más que restringida, el fútbol es uno de los pocos lugares en los que puede existir cierta crítica.
El conflicto deportivo, clave para un país que busca mejorar su imagen internacional a través del deporte, se solapa con el comercial. Todos los proyectos estaban detenidos y por eso mismo Fernando Sanz viajó la semana pasada a Riad. Arabia Saudí ya no se fía de LaLiga, cuya imagen se pone en duda en los medios del país. 
La parte fundamental de los pagos está realizada, y Sanz estuvo resolviendo cuestiones relacionadas con el contrato, así como con otras empresas cercanas, como la Agencia Sela, que lleva tema de comunicación y, según ha podido saber este periódico, también mostró su disconformidad en determinados momentos de estos últimos meses.

'Silenzio stampa'

El acuerdo, prometedor en su momento dentro de la vorágine expansiva que lleva LaLiga, tuvo problemas desde su negociación. Adolfo Bara —que no ha contestado a las preguntas de El Confidencial— era en aquel momento el director comercial, él fue quien firmó con Al-Seikh el contrato definitivo, pero durante las semanas de negociación logró enemistarse con los representantes de la GSA, que le veían más haciendo turismo por la península arábiga que centrado en una importante conversación. Cuando volvía a España, eso sí, lo hacía lleno de promesas y asegurando que todo iba por buen camino.
La parte de comunicación ha sido especialmente sensible en todo este proceso. Mientras los saudíes leían de las bondades del mismo, en España se anunciaban los fichajes de los jugadores —y nada más que eso— de manera clandestina, a última hora de un domingo. Todo esto estaba planificado con esmero, del mismo modo que ahora mismo en los medios de LaLiga se evita toda referencia a Arabia Saudí, tanto al país como a su fútbol. 
Esto es una orden directa de Joris Evers, director de comunicaciones del campeonato que antes de entrar en el paraguas de Javier Tebas trabajaba para Netflix, aunque un miembro de su equipo también asegura que no ha sido así. 'Silenzio stampa', incluso en los medios de LaLiga en árabe.
Las ramificaciones de una guerra así llegan a todas partes. LaLiga, como otros grandes campeonatos, anda mosqueada porque la mayor parte de los saudíes ven el fútbol por medio de una emisora pirata llamada Beout Q por la que, por descontado, no pagan derechos de retransmisión. LaLiga ha reclamado sobre este respecto, siempre con escaso éxito. 
Hay, además, otra derivada en todo esto, y es que el principal financiador del campeonato español en los últimos años ha sido BeIn, que es un consorcio entre Qatar y Mediapro para explotar derechos televisivos. La televisión es uno de los grandes enemigos de los saudíes y, concretamente, de Al Seikh, que incluso ha anunciado acciones legales por sus comentarios contrarios a Arabia Saudí.