domingo, 3 de febrero de 2019

El Papa llega a Emiratos Árabes Unidos para una visita histórica al Golfo


ABU DHABI.- El Papa Francisco se convirtió en el primer pontífice en visitar la Península Arábiga el domingo, pocas horas después de haber emitido su condena más fuerte hasta la fecha a la guerra en Yemen, donde su anfitrión, Emiratos Árabes Unidos, tiene un importante papel militar. 

Poco antes de partir hacia Abu Dabi, el Papa Francisco dijo que estaba siguiendo la crisis humanitaria en Yemen con gran preocupación, y usó su discurso habitual del domingo en la Ciudad del Vaticano para instar a todas las partes a implementar un frágil acuerdo de paz y llevar ayuda a millones de personas hambrientas.
“El llanto de estos niños y sus padres se eleva a Dios”, dijo a decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro.
Las imágenes de la televisión mostraron a Francisco siendo recibido a su llegada por el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed al-Nahyan, quien lo escoltó para encontrarse con el jeque Ahmed al-Tayeb, el gran imán de la mezquita Al-Azhar de Egipto, a quien abrazó el pontífice.
Emiratos Árabes Unidos ha tenido un rol importante en la coalición liderada por Arabia Saudita que lucha contra los hutíes, alineados con Irán, para restaurar al gobierno internacionalmente reconocido, luego de una guerra de casi cuatro años que ha llevado a Yemen al borde de la hambruna.
Naciones Unidas trata de implementar un acuerdo de tregua y retirada de tropas en el principal puerto yemení de Al Hudayda, que se acordó en conversaciones de diciembre como un paso para el establecimiento de confianzas que podría allanar el camino para que negociaciones políticas pongan fin al conflicto.
El Papa se reunirá con líderes musulmanes y celebrará una misa al aire libre para unos 120.000 católicos. Francisco ha dicho que el viaje, que termina el martes, es una oportunidad para escribir “una nueva página en la historia de las relaciones entre las religiones”.

El Papa emprende su viaje a Emiratos para reforzar el diálogo interreligioso

ROMA.- El papa Francisco emprendió hoy su viaje desde Roma a Emiratos Árabes Unidos, donde defenderá el diálogo interreligioso y donde permanecerá hasta el 5 de febrero, en una visita histórica que le convertirá en el primer pontífice que visita la península arábiga.

El avión despegó a las 13.27 horas locales (12.27 GMT) del aeropuerto de Fiumicino y tenía previsto aterrizar en el Aeropuerto Presidencial de Abu Dabi a las 22.00 horas locales (18.00 GMT).
Será la primera vez en la que un jefe de la Iglesia católica visite ese país y Jorge Bergoglio aprovechará la ocasión para reforzar el diálogo religioso y llevar su cercanía a la comunidad católica, compuesta casi en su totalidad por migrantes.
Su visita tiene lugar después de la efectuada en enero a Panamá y antes de la que hará a Marruecos, programada para el 30 y el 31 de marzo.
La agenda oficial del papa en Emiratos Árabes comenzará el lunes con una reunión con el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed al Nahyan, en el palacio presidencial.
Por la tarde, mantendrá también un encuentro privado en la Gran Mezquita Sheikh Zayed con miembros del Consejo Musulmán de Ancianos, un grupo internacional con base en esta ciudad y que preside el gran imán de la universidad islámica de El Cairo Al Azhar, Ahmed Al Tayeb.
Durante su estancia en Emiratos, el papa también participará en un encuentro interreligioso bajo el nombre de "Hermandad humana" en el Memorial del Fundador, visitará la catedral dedicada a San José y celebrará una misa en la Ciudad deportiva Zayed.

Fieles hacen cola para conguir las últimas entradas de la misa del Papa en Abu Dhabi

ABU DHABI.- Los miembros más rezagados de la comunidad católica de Abu Dhabi hacen cola desde el sábado para conseguir una entrada que les permita estar en la misa que el Papa oficiará el martes en la capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU), la única en el primer viaje de un pontífice a la península arábiga.

Cientos de personas se agolpaban este domingo en el complejo de la Catedral de San José, la principal de Abu Dhabi, para hacerse con las entradas que quedan después de haber entregado las entradas asignadas anteriormente a cada parroquia, que fueron unas 120.000 en total.
En un primer momento, los fieles tuvieron que solicitar su entrada en internet y pasar un proceso para estar entre los agraciados, pero estas últimas plazas se están repartiendo aleatoriamente entre los que hacen cola pacientemente y esta mañana se vieron sorprendidos por una insólita lluvia en este país desértico del golfo Pérsico.
"Estas personas han venido ahora, después de saber que tendrán vacaciones" el próximo martes, explicó un voluntario de la Catedral de San José procedente de la India y que ayuda en la organización del evento.
Aseguró que muchos feligreses no habían solicitado su entrada en las pasadas semanas porque no podían ausentarse de sus puestos de trabajo, pero las autoridades emiratíes anunciaron hace pocos días que el 5 de febrero será festivo para aquellos que acudan a la misa del Papa en el estadio Zayed de Abu Dhabi.
Está previsto que unas 135.000 personas participen y sean transportadas a bordo de más de 2.000 autobuses proporcionados por el Gobierno local, que invitó al Papa a acudir a un país donde hay cerca de un millón de cristianos, la gran mayoría extranjeros que residen y trabajan en EAU.
Las principales comunidades católicas son la filipina y la india, cuyos integrantes realizan en muchas ocasiones los trabajos más humildes en situación de casi esclavitud, bajo el sistema de "kafala" o patrocinio, tal y como denuncian las organizaciones de derechos humanos internacionales.

En tierra musulmana, surge una Iglesia inmigrante y multicultural

ABU DHABI.- En Emiratos Árabes Unidos (EAU), país situado en la cuna del Islam, ha surgido una comunidad cristiana cada vez más numerosa que crece con millones de extranjeros que residen y trabajan aquí, una iglesia de inmigrantes y multicultural desconocida para muchos.

La primera visita del papa Francisco a EAU puede llamar la atención sobre la existencia de esta comunidad católica, integrada principalmente por filipinos e indios, tal y como desea para el padre Troy de los Santos, vicario general del Vicariato Apostólico de Arabia del Sur.
"Creo que el mundo católico no se da cuenta de que existimos aquí, como una Iglesia migrante, de migrantes", explica el religioso filipino, que llegó a EAU hace una década y ha visto cómo los fieles de su país de origen han aumentado considerablemente hasta llegar a ser los más numerosos.
El padre Troy oficia misas en filipino, inglés y español en la Catedral de San José de Abu Dabi, que fue inaugurada en 1983 y actualmente cuenta con unos 100.000 feligreses.
"El Gobierno nos otorga el espacio, el complejo de la iglesia donde podemos celebrar nuestras liturgias y nuestras costumbres", dice el religioso franciscano en su despacho, presidido por una estatuilla del Santo Niño, venerado en Filipinas.
EAU está considerado uno de los países más abiertos y tolerantes hacia los cristianos entre las monarquías conservadoras del golfo Pérsico, donde se practica el islam ortodoxo wahabí.
Si bien las leyes emiratíes permiten la construcción de iglesias, que no pueden tener cruces en sus tejados ni campanarios, en dos de los siete Estados que componen la federación no existe a día de hoy un templo cristiano.
Troy destaca que los cristianos tienen libertad para expresar su fe, siempre y cuando sea dentro del complejo eclesiástico, ya que en el espacio público está prohibido según la ley emiratí.
La única misa en español en Abu Dabi tiene lugar el primer sábado de cada mes, algo que el sacerdote considera suficiente por el momento ya que la comunidad hispanohablante, integrada sobre todo por latinoamericanos, no es muy grande.
A las misas en español acuden entre 200 y 300 personas, mientras que en las liturgias en filipino, que tienen lugar dos veces por semana, hay hasta 3.000 fieles, detalla Troy para mostrar la diferencia.
La comunidad católica hispana ocupa el noveno lugar, según Darío Malaver, un colombiano residente en EAU desde hace más de diez años y encargado de coordinar a este grupo de creyentes en la parroquia de San José de Abu Dabi.
Malaver explica que en la ciudad las iglesias de los diferentes cultos están ubicadas en el mismo lugar y todas las comunidades se ayudan entre sí "siempre que lo necesiten, para cualquier evento".
En este caso, todos se han volcado con la visita del pontífice, la primera a la península arábiga y que de alguna forma reconoce la importancia de esta comunidad de aproximadamente un millón de cristianos, según datos de la iglesia local.
Uno de ellos es Alberto Gálvez, un médico español que reside y trabaja desde hace dos años en EAU y que relata que suele acudir con su familia a la Catedral de San José una vez por semana, a la liturgia en inglés porque es la que más le conviene por sus horarios de trabajo y sus dos hijos pequeños.
"Los españoles y los latinoamericanos somos minoría, por eso sólo hay una misa al mes" en español, destaca, agregando no obstante que en EAU puede practicar su fe sin restricciones junto a las demás comunidades.
"Sólo el hecho de poder participar en la misa y en la eucaristía es un sentimiento de unión entre todos los cristianos", señala.
Gálvez había vivido anteriormente en Arabia Saudí y relata que "allí no hay iglesias, no hay templos católicos", por lo que los fieles se reúnen "de otra manera", pero rehúsa ofrecer más detalles por motivos de seguridad.

El Papa pide que se ponga fin a la crisis humanitaria en Yemen

ROMA.- El Papa Francisco (líder mundial de los cristianos católicos) hizo este domingo un llamamiento a la comunidad internacional para que se cumplan los acuerdos alcanzados y se trabaje por el fin de la crisis humanitaria en Yemen.

"Con gran preocupación sigo la crisis humanitaria en Yemen. La población está agotada por el largo conflicto y muchos niños padecen hambre, pero no es posible acceder a las tiendas de alimentos. El grito de estos niños y sus padres se eleva ante Dios", dijo Francisco, momentos después del rezo del Ángelus en el Vaticano.
El Papa también hizo "un llamamiento a las partes interesadas y a la comunidad internacional para que fomenten urgentemente el cumplimiento de los acuerdos alcanzados, aseguren la distribución de alimentos y trabajen por el bien de la población".
Y lamentó que en el país hay muchos "niños que tienen hambre, que tienen sed, que no tienen medicinas y su vida corre peligro".
El conflicto armado en Yemen comenzó en 2014, cuando los rebeldes chiíes hutíes ocuparon la capital Saná y otras provincias del país y se generalizó a partir de la intervención militar de Arabia Saudí y sus aliados suníes, en marzo de 2015.
El país es, según la ONU, escenario de la mayor crisis humanitaria del mundo, con más de 20 millones en situación de inseguridad alimentaria y dependientes de la ayuda internacional.

Loujain Alhathloul, la saudí que no pedía permiso

BARCELONA.- Fuera de las redes sociales saudíes, nadie la conocía. Hasta que un día de septiembre del 2014 fue detenida en la frontera de Arabia Saudí tras intentar entrar al volante de un coche desde los Emiratos en el único país del mundo que prohibía conducir a las mujeres. La escena, que ella misma grabó y emitió en directo por internet, se hizo viral. Una veinteañera que blandía su permiso de conducción emiratí ante los perplejos guardias fronterizos, recuerda hoy el periódico de Barcelona La Vanguardia.

La osadía le valió 70 días en prisión y varios meses sin poder salir del país. Loujain Alhathloul se convirtió en heroína de las feministas y en bestia negra de los ultraconservadores saudíes.

 Más de cuatro años después, las mujeres conducen por las calles y carreteras de Arabia Saudí. En junio, el reino de los Saud celebró con gran fanfarria la concesión de este derecho, guinda del aclamado programa de reformas del príncipe heredero Mohamed bin Salman para modernizar el petroestado islámico.

Loujain nunca ha visto conducir a sus compatriotas: lleva desde mayo en prisión, sometida a salvajes interrogatorios y torturas, incluidas agresiones sexuales, según denuncia su familia.
Nacida en 1989, la mediana de seis hijos, Loujain Alhathloul creció entre Arabia Saudí y Francia, donde les llevó el trabajo del padre como oficial de la Marina. 

Aunque ambos progenitores vienen de tradicionales familias tribales, estimularon a sus hijas para que tuvieran una buena educación y carreras profesionales. “Loujain siempre fue la más combativa de los hermanos. Es una mujer libre más que una rebelde”, dice a La Vanguardia alguien del entorno familiar que no desea identificarse.

La chica se convirtió en una influencer en las redes sociales saudíes a principios de esta década, cuando era una jovencísima estudiante de Literatura Francesa en Canadá y empezó a colgar vídeos. Sólo que ella no se dedicaba a tutoriales de maquillaje o a publicitar bolsos de marca, sino a compartir sus sueños de igualdad para las saudíes. Hablaba sobre el velo –que no llevaba– y los códigos de vestimenta, sobre lo absurdo del sistema de tutelaje, sobre la negación de derechos básicos.

Fue su desparpajo, su simpatía natural, así como el fuerte sentido de la justicia que transmitía, lo que en el 2013 llamó la atención de las feministas saudíes que barruntaban cómo dar más impulso a la campaña por la conducción, recuerda Hala al Dosari, una activista que hoy vive exiliada en EE.UU.

 “Queríamos llegar a las jóvenes y ella tenía miles de seguidores en internet. Las veteranas tenían dudas, porque la veían demasiado provocadora y occidentalizada, pero la contactamos y enseguida dijo que sí”, cuenta Al Dosari. El fichaje fue un acierto. A las pocas semanas, aprovechando una visita a la familia en Riad, Loujain grabó su primer vídeo para la campaña. Su padre la recogió en el aeropuerto y la dejó conducir. El vídeo triunfó. Las autoridades detuvieron al padre que, como guardián legal, era el responsable del crimen de ella.

“Gracias a Loujain ganamos mucha visibilidad. Pronto se convirtió en una voz vital para la campaña. Se entregó en cuerpo y alma”, recuerda Al Dosari. Y pagó caro su protagonismo: “Empezó a recibir amenazas, sufrió campañas de difamación, la iban deteniendo para interrogarla. Pero ella nunca se rendía ni perdía el entusiasmo. Es el tipo de persona que pone por delante lo que es justo a lo que es seguro”, añade.

La popularidad de Alhathloul se disparó con su matrimonio, poco después de la detención en la frontera, con Fahad Albutairi, un joven y famoso cómico saudí. El talante abierto del padre, su apoyo incondicional a la hija, se vio aquí de nuevo: no se opuso al matrimonio a pesar de las presiones familiares por la extracción no tribal de Albutairi.

La pareja exhibía su historia de amor en las redes sociales, algo revolucionario en un país donde las muestras públicas de afecto son inauditas. “Ella sentía que las mujeres en Arabia Saudí no tienen rostro y por eso había decidido poner el suyo en las redes sociales. Quería normalizar el hecho de que las mujeres también tienen derecho a disfrutar de la vida”, dice Al Dosari.

Mientras, Arabia Saudí estaba en ebullición. En el 2017, en un golpe palaciego, Mohamed bin Salman, el hijo favorito del rey, fue nombrado príncipe heredero con un discurso de modernización. Tres meses después, Riad anunciaba que las mujeres podrían al fin conducir. Mientras Mohamed bin Salman era ensalzado en Occidente, Alhathloul recibió una llamada de la corte real, igual que otras prominentes feministas. Le prohibían hablar con los medios o comentarlo en internet, aunque fuera para alegrarse. El príncipe no quería que nadie le robara los aplausos.

Loujain se fue a los Emiratos, donde se matriculó en un máster y montó una agencia de representación de artistas. Sin olvidar su activismo. En febrero del 2018 participó en Ginebra en una evaluación de la ONU sobre los derechos humanos en Arabia Saudí. Un escarnio intolerable para el régimen. Igual que el hecho que la incansable Loujain estuviese montando un refugio para mujeres maltratadas que, por culpa del tutelaje, no pueden escapar de sus abusadores. La familia cree que estos dos elementos podrían explicar su arresto y el ensañamiento de sus carceleros.

Al poco de regresar de Suiza, fue detenida en los Emiratos y puesta en un avión hacia Arabia Saudí. La soltaron al cabo de unos días pero le retiraron el pasaporte. Fahad, que estaba en un rodaje en Jordania, también fue detenido y llevado a Riad. No se sabe qué ocurrió, pero semanas después formalizó el divorcio y no ha vuelto a pronunciarse en público desde entonces.

A Loujain fueron a buscarla de nuevo en mayo en casa de sus padres. La familia tardó varios días en saber dónde estaba o de qué se la acusaba. Hasta que la prensa publicó su rostro junto a la decena de activistas detenidos tachándoles de “traidores” pagados por enemigos extranjeros.

Encarcelada en régimen de aislamiento, en cortas llamadas a su familia explicó que estaba en un “hotel”. Una prisión secreta. En agosto sus padres pudieron por fin verla. “Temblaba sin parar, no podía mantenerse en pie o sentarse con normalidad. Ella les dijo que era por culpa del aire acondicionado”, ha escrito su hermana Alia en un estremecedor artículo en The New York Times.

Loujain no explicó que había sido brutalmente torturada hasta el pasado diciembre. “Rompió a llorar. Les contó que había sido golpeada, sometida a waterboarding (ahogamientos simulados), choques eléctricos, acosada sexualmente y amenazada con que sería violada y asesinada. Tenía los muslos negros de moratones”, escribe Alia, que vive en Bruselas. Según la familia, Saud al Qahtani, mano derecha de Bin Salman y teóricamente caído en desgracia por su papel en el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, dirigió personalmente varias sesiones de tortura.

Tras meses de angustiosa espera y callados para no empeorar la situación de Loujain, la familia ha decidido romper el silencio. Los padres y dos hermanos están en Riad y tienen prohibido salir del país. El resto viven fuera.

“Arabia Saudí nunca fue una democracia, pero este nivel de brutalidad contra mujeres es inaudito –lamenta Al Dosari–. Espero sinceramente que Loujain y el resto de mis colegas sean liberadas, pero sé que Mohamed bin Salman sólo dobla la apuesta, nunca corrige el rumbo”.

La producción rusa de petróleo cae en enero, pero no cumple con el objetivo del pacto global

MOSCÚ.- La producción de petróleo rusa disminuyó a 11,38 millones de barriles por día (bpd) en enero, o unos 35,000 bpd desde el nivel de octubre de 2018, la línea de base del acuerdo global, pero no alcanzó el objetivo del pacto, mostraron el sábado datos del Ministerio de Energía. 

La cifra se compara con los 11,45 millones de bpd producidos en diciembre, un récord mensual.
En tanto, las exportaciones a través de oleoducto cayeron a 4,313 millones de bpd desde 4,496 millones de bpd en diciembre. Rosneft redujo su producción en un 0,1 por ciento frente a diciembre, mientras que Lukoil registró un recorte de bombeo de un 0,8 por ciento.
La producción en Gazprom Neft, el brazo petrolero del gigante de gas Gazprom, aumentó un 0,1 por ciento.
El ministro de energía ruso, Alexander Novak, había dicho que los recortes de bombeo del país sumarían 50.000 bpd en enero frente a octubre.
La Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores líderes acordaron en diciembre reducir su bombeo combinado en 1,2 millones de bpd para respaldar los precios y equilibrar el mercado. De esa cifra, Rusia prometió hacer caer su producción en unos 230.000 bpd en el primer trimestre.
Novak también dijo que Rusia no pudo reducir bruscamente su producción de petróleo debido a limitaciones técnicas, pero que intentaría hacer más al respecto rápidamente.
Los recortes más lentos de lo esperado provocaron el enojo de Arabia Saudita, líder de facto de la OPEP. Según una encuesta de Reuters, la caída del suministro del cartel en enero fue la mayor en dos años.

El presidente de Irán critica la táctica hegemónica de EEUU en Venezuela

TEHERÁN.- El presidente iraní, Hassan Rouhani, acusó el sábado a Estados Unidos de tratar de imponer una “hegemonía mundial” y denunció a Washington por sus maniobras para derrocar al mandatario venezolano Nicolás Maduro, aliado de la república islámica, según medios estatales. 

“Los estadounidenses están básicamente en contra de todas las revoluciones populares y los países independientes y buscan la hegemonía mundial al suprimirlas”, dijo Rouhani en una reunión con el nuevo enviado de Venezuela en Teherán, informó la agencia estatal de noticias IRNA.
Irán ha expresado su apoyo a Maduro, quien enfrenta las demandas de Estados Unidos para que renuncie. Rusia, China y Turquía también han respaldado al mandatario socialista.
Washington está a la cabeza de la mayoría de países de América y de Europa que rechazan el mandato de Maduro y reconocieron como presidente encargado de Venezuela al líder opositor y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.

Irán realiza con "éxito" una prueba de misil de crucero de largo alcance

TEHERÁN.- Irán probó con "éxito" un misil de crucero de alcance superior a 1.350 km, según anunció este sábado, coincidiendo con el 40 aniversario de la Revolución islámica. Esta nueva prueba puede provocar más tensiones con Estados Unidos, que aboga por una prohibición a Irán de los disparos de misiles y cohetes espaciales. 

"El misil de crucero Hoveizeh fue probado con éxito tras haber recorrido una distancia de 1.200 kilómetros y alcanzó su objetivo fijado" declaró el ministro iraní de Defensa Amir Hatami.
"Puede estar listo en el más corto lapso de tiempo posible, y vuela a muy baja altura" agregó el ministro, en la presentación de una exposición en Teherán dedicada a las armas y titulada "40 años de proezas defensivas".
El ministro calificó el misil Hoveizeh de "éxito defensivo" y de "brazo de la República islámica de Irán".
Según él, este misil tierra-tierra forma parte de la serie de misiles de crucero Sumar, cuyos primeros modelos --de un alcance de 700 km-- fueron presentados en 2015.
Según un informe publicado en 2017 por el Instituto internacional de estudios estratégicos (IISS) de Londres, Irán desarrolla una docena de tipos de misiles de un alcance de 200 a 2.000 km, que pueden llevar cargas de 450 a 1.200 kg.
Estos programas preocupan a los occidentales, que acusan a Irán de desestabilizar a Medio Oriente, y amenazar a Israel, el enemigo declarado de la República islámica.
Algunos generales iraníes afirman regularmente desear la destrucción del Estado hebreo.
Sin embargo Irán afirma no tener intenciones agresivas y asegura que sus programas de misiles responden a necesidades de seguridad nacional, y tienen un carácter defensivo.
Según la resolución 2231 del Consejo de seguridad de la ONU, Irán no debe llevar a cabo "ninguna actividad vinculada con misiles balísticos concebidos para poder transportar cargas nucleares, ni con disparos que usan la tecnología de misiles balísticos".
Pero los occidentales, que acusan a irán de violar el texto, y los iraníes interpretan diferentemente este texto.
Teherán asegura que no busca obtener misiles nucleares, y que su programa balístico es "puramente defensivo" por lo que se ajusta a la resolución.
El martes, el almirante Ali Shamkhani, secretario del Consejo supremo de seguridad nacional en Irán, afirmó que su país no tenía "ninguna voluntad" de aumentar el alcance de sus misiles. 
Ello se produce mientras Teherán es objeto de nuevas presiones occidentales debido a sus programas de desarrollo balístico.
A mediados de enero, tras el fracaso de intentar poner en órbita a un satélite, el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo acusó a Irán de "provocación", y de intentar "mejorar sus capacidades balísticas que amenazan Europa y Medio Oriente".
En diciembre, Estados Unidos exhortó al consejo de Seguridad de la ONU a que adopte medidas punitivas contra Irán para limitar su programa de misiles balísticos, pero Rusia y Francia insistieron más bien en la instauración de un "diálogo" con Teherán.
Washington ha convertido a Irán en su principal enemigo, y adoptó duras sanciones económicas contra Teherán tras haberse retirado en 2018 del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, considerado demasiado permisivo por la administración Trump.
Este sábado, el Departamento de Estado criticó las "promesas incumplidas" de la Revolución islámica que cumplió 40 años el viernes.
"Cuando el ayatolá Jomeini regresó a #Irán en 1979 prometió muchas cosas a los iraníes, incluidas justicia, libertad y prosperidad. 40 años después, el régimen iraní ha roto todas esas promesas, y solo ha producido #40añosdefracaso", dijo el Departamento de Estado estadounidense en su cuenta de Twitter.