martes, 4 de septiembre de 2018

Trump presidirá una reunión sobre Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU

NUEVA YORK.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presidirá este mes una reunión sobre Irán en el Consejo de Seguridad de la ONU, según adelantaron hoy fuentes diplomáticas.

Trump encabezará el encuentro aprovechando su viaje a Nueva York para participar en los debates de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, que arrancan el próximo día 25 con la presencia de una mayoría de los líderes internacionales.
EEUU, que este mes ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad, ha convertido la cuestión iraní en una de sus prioridades en la ONU desde que Trump llegó a la Casa Blanca, insistiendo en que Teherán plantea la principal amenaza en Oriente Medio.
El presidente estadounidense decidió este año abandonar el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 por Irán y las potencias internacionales, un pacto consagrado por una resolución del Consejo de Seguridad.
La medida ha abierto una brecha entre Washington y sus aliados europeos, que siguen defendiendo e implementando el acuerdo nuclear.
El debate sobre Irán en el Consejo de Seguridad se celebrará en principio el 26 de septiembre, un día después de que Trump intervenga ante el pleno de la Asamblea General.
El presidente iraní, Hasan Rohaní, también estará en Nueva York en esas fechas para participar en las reuniones de la Asamblea.
La misión estadounidense ante la ONU había avanzado hoy que Trump presidiría una sesión del Consejo de Seguridad sobre "un importante asunto regional", aunque no había precisado que el tema sería Irán.
Además, la misión dijo que el presidente será anfitrión durante su visita a Nueva York de otro encuentro de alto nivel con jefes de Estado y de Gobierno sobre "un desafío global".
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, tiene previsto dar más detalles sobre esas dos citas en una conferencia de prensa hoy.

Siria expulsará a los terroristas de Idleb con bajas mínimas, según Irán

TEHERÁN.- El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, dijo hoy que el Ejército sirio "expulsará a los terroristas de (la provincia de) Idleb con bajas mínimas", días antes de una cumbre en Teherán para abordar este conflicto.

Zarif explicó que se han iniciado conversaciones con responsables sirios y turcos para que la salida de los extremistas de Idleb, uno de los últimos bastiones de la oposición armada siria, cause un número limitado de víctimas, según la agencia oficial IRNA.
En el marco de estos contactos, el jefe de la diplomacia iraní visitó ayer Siria, donde se reunió con el presidente, Bachar al Asad, y su homólogo, Walid al Mualem.
"Irán continuará las conversaciones con Rusia, Turquía y Siria para evitar mayores daños al pueblo sirio durante la retirada de los extremistas", subrayó Zarif.
Los presidentes de Irán, Hasan Rohaní; Turquía, Recep Tayyip Erdogan; y Rusia, Vladímir Putin, se reunirán el próximo viernes en Teherán para continuar con el llamado proceso de Astaná, en el que los tres países están implicados para lograr una solución negociada al conflicto sirio.
Uno de los principales asuntos que se abordarán en Teherán es la anunciada ofensiva del régimen sirio, apoyado por Rusia, contra la provincia de Idleb, que preocupa a la comunidad internacional.
El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió ayer a los gobiernos sirio, ruso e iraní que eviten el "grave error humanitario" que supondría esa operación.
Por su parte, el Kremlin señaló hoy que el Ejército sirio se prepara para "resolver el problema" de Idleb, donde -agregó- se ha formado un "nido terrorista".

EE.UU., China… ¿o el cambio climático? / Alberto Piris *

Es indudable que la hegemonía global reside todavía en las manos de EE.UU., como primera potencia indiscutible tanto en el plano militar como en el económico o el cultural.

Entre los posibles aspirantes a esa posición solo se encuentra China, con su imparable crecimiento económico unido a un renovado poder militar en tierra, mar, aire y espacio, sin olvidar sus importantes avances tecnológicos.

¿Tiene China capacidad para reemplazar a EE.UU. en el ápice del poder mundial?

Un profesor de Cambridge recordaba recientemente que todos los imperios que han existido poseyeron un “discurso universal y aglutinante”, con el que consiguieron el apoyo y la adhesión de otros Estados subordinados y de sus principales dirigentes políticos y sociales.

No basta el poder bruto de las armas o de las finanzas, porque para dominar el mundo se requiere también el poder suave, persuasivo e influyente de la cultura.

Así, el Imperio Español se sirvió del catolicismo y la hispanidad; el Imperio Otomano se amparó en el manto del islam, algo parecido a lo que hizo la Rusia soviética con el comunismo, Francia con la idea de la “francofonía” e Inglaterra con el espíritu de la Commonwealth.

Quizá por su cercanía en el tiempo haya sido el Imperio Británico el más claro ejemplo de todo esto, pues aparte de sus ejércitos y flotas de guerra, ayudados por sus audaces exploradores, el espíritu británico se encarnó en el idioma, la literatura, el fair play y hasta en la práctica y la expansión de la mentalidad deportiva.

El imperio heredero del británico, los actuales Estados Unidos, amplió este programa añadiendo a su gran poder cultural -que incluía la poderosa industria cinematográfica- la constante mitificación de la democracia y el acelerado desarrollo del bienestar ciudadano apoyado en una tecnología en permanente vanguardia.

Pues bien, con tales antecedentes está claro que China no tiene el camino tan abierto como podría parecer. La transmisión cultural se ve obstaculizada por un sistema de escritura que utiliza varios millares de caracteres distintos, frente a las pocas letras del alfabeto occidental. Su ideología propia, de raíz comunista, y la cultura popular son esencialmente particularistas, con un débil poder expansivo en el mundo occidental.

Además, China se mantiene bastante al margen de los sistemas internacionales de justicia y de los acuerdos sobre comercio, finanzas, seguridad, etc. Aunque llegara a igualar a EE.UU. en el ámbito del poder económico y militar, es dudosa su capacidad para influir en las organizaciones internacionales que se rigen por el imperio de la ley y una praxis de base democrática.

Pese a lo anterior, si frente a la errática actuación de Trump en el ámbito internacional China alcanza una sustancial influencia económica, tras su persistente infiltración en Eurasia, África y Sudamérica, es muy probable que se convierta en un nuevo centro de poder financiero y de influencia universal, peligroso rival de EE.UU.

Como opina un profesor de Historia estadounidense, en la actual situación el mundo carece, por vez primera en el último medio milenio, de una sucesión previsible en el escalafón de la hegemonía universal. Pero ante la incertidumbre que significa el cambio climático en lo relativo a la vida de los seres humanos sobre la Tierra, es muy posible que ser o no ser la potencia mundial dominante se convierta en algo sin sentido en el futuro que nos aguarda.


(*) General de Artillería en la Reserva y Diplomado de Estado Mayor español