DOHA.- Al Shaqab fue otra de las tantas visitas que me
dejaron con la boca abierta cuando recorrí Qatar. Porque en este pequeño
y millonario país a orillas del golfo Pérsico todo parece estar hecho
para sorprender, como el crecimiento vertiginoso de los rascacielos del
centro, con juegos de luces nocturnos, el nuevo aeropuerto recargado en
mármol y los estadios futuristas proyectados para el Mundial de fútbol
2022, que se jugará por primera vez en tierras árabes, entre otras
cosas.
Al Shaqab, sin duda, impresiona: es una institución
promovida por Qatar Foundation y la familia del emir Al Thani, como todo
en el emirato, que busca criar, proteger y promocionar los caballos
árabes, parte fundamental del pasado y la cultura árabe, que se fundó
hace poco más de 20 años.
Los caballos de la región eran famosos
en el mundo mucho antes de que el petróleo y el gas provocaran el
crecimiento vertiginoso de Qatar.
Caballos que, según dicen,
tienen un carisma especial y están preparados para el desierto. En este
gran predio en las afueras de Doha, la capital qatarí, son tratados,
casi venerados, como reyes. Es una de las más selectas instituciones
educativas, con los caballos de mayor pedigree seguramente del mundo,
preparados para las finas artes ecuestres.
Los establos no se
parecen en nada al concepto que uno tiene de establo rural. Los más de
400 caballos viven en un ambiente impecable, amplio y con el aire
acondicionado tan fuerte que el calor insoportable del mediodía (bueno,
de la noche también) se olvida en dos segundos al entrar. Cada caballo,
de lo más amistoso, por cierto, tiene nombre y apellido, y una detallada
descripción de sus padres y abuelos, muchos de diferentes regiones del
mundo y con currículum cargados de premios y distinciones.
Como
son caballos preparados para saltos y competencias tienen una rigurosa
rutina de entrenamiento, pero no a campo traviesa por el desierto, sino
con maquinaria preparada para equinos, como si fuera un gimnasio de
última generación.
Así se ve a un hermoso caballo blanco, con el
pelo brillante, bien cepillado y creo que hasta perfumado, que corre en
una especie de plataforma circular con dos paletas giratorias que le
marcan el ritmo del galope, todo perfectamente mecanizado. Este amplio,
amplísimo sector también está refrigerado.
Muy cerca está el
¡spa!, con una pileta de natación adaptada a la anatomía equina para
hidroterapia y un jacuzzi, porque después de los entrenamientos
necesitan relajarse.
También visitamos el Arena, con un campo de
juego de 100 metros de largo donde se realizan los shows de salto y las
carreras. Es techado, con capacidad para 6000 personas sentadas, todas
las comodidades en los sectores de prensa y absolutamente refrigerado,
incluso en el momento de la visita, a pesar de que no había nadie.
Viendo este sitio uno se puede dar una mínima idea de cómo serán los 12 estadios que se construirán para el Mundial.
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