PARÍS.- De Moscú a Washington,
los gobiernos buscaron el lunes calmar el miedo a la escasez de crudo
tras los ataques a instalaciones petroleras saudíes, pero no evitaron
que se disparara el precio del oro negro.
El barril de Brent para
entrega en noviembre subió en el mercado de Londres 14,6%; su mayor
aumento diario desde que se llevan registros. Su valor de cierre fue de
69,02 dólares.
En el mercado de Nueva York el barril de WTI en los contratos a octubre aumentó 14,7%% a 62,90 dólares.
La
disparada de los precios fue consecuencia de dos ataques en Arabia
Saudí, uno contra la mayor refinería del mundo y otro sobre un campo
petrolero. Esos ataques pueden reducir a la mitad la producción saudí a
5,7 millones de barriles por día; que representa casi 6% de la
producción mundial.
Además del miedo a una eventual reducción de
la oferta, esos ataques avivaron el temor a un aumento de las tensiones
militares entre Washington y Teherán.
El presidente de Estados
Unidos Donald Trump declaró que probablemente Irán esté directamente
vinculado a los ataques pero dijo que quiere estar totalmente seguro e
indicó que espera "evitar" una guerra.
"Queremos saber definitivamente quién hizo esto", dijo a periodistas.
En
medio de esa tensión, las autoridades saudíes estudian demorar el
ingreso a la bolsa de su gigante petrolero Aramco, dijeron fuentes vinculadas al tema.
La empresa cuyo valor bursátil fue
estimado en más de un billón de dólares esperaba empezar a cotizar en el
mercado doméstico desde noviembre y a partir de 2020 en una bolsa
internacional.
El secretario de Energía
de Estados Unidos, Rick Perry intentó dar calma y frenar el alza del
barril y afirmó que el mercado mundial de petróleo tiene considerables
disponibles.
Perry admitió que "habrá perturbaciones por un
tiempo", así como un "alza" de los precios, "pero no tan devastadora
como hubiera sido hace cinco años".
También dijo que es "prematuro" hablar sobre la necesidad
de recurrir a las reservas estratégicas de Estados Unidos mientras aún
se evalúa el daño a la producción saudita.
Hay "mucho petróleo" en el mundo, había dicho el domingo Trump.
"Por
el momento, los mercados están bien aprovisionados con muchas reservas
comerciales", dijo de su lado la Agencia Internacional de Energía.
Gracias
a las reservas mundiales "no hay necesidad de tomar medidas
suplementarias de urgencia", dijo el ministro ruso de Energía Alexandre
Novak.
Arabia Saudí, mayor exportador mundial, prometió movilizar sus vastas reservas para amortiguar las consecuencias de los ataques.
"Según
el gabinete JODI, Arabia Saudí tiene como reservas unos 188 millones de
barriles, lo cual, a un a un ritmo de 5,7 millones barriles por día,
cubrirá unos 33 días", estimaron analistas del Morgan Stanley.
"Además
Aramco tenía antes de los ataques la capacidad de aumentar su
producción petrolera en casi 2 millones de barriles por día y una parte
podría haber quedado intacta", añadieron.
Sin embargo, apuntan
analistas de TD Securities, "si bien hay suficiente capacidad para
compensar (perturbaciones) a corto plazo, fueron atacadas
infraestructuras claves lo cual significa que una parte de ellas podría
quedar fuera de servicio por más de un mes".
Los mercados
expresaban también fuerte preocupación por un aumento de las tensiones
en esa región clave para el abastecimiento mundial de crudo.
Los rebeldes hutíes, apoyados por Teherán y que enfrentan
desde hace cinco años una coalición militar liderada por Riad,
reivindicaron los ataques perpetrados con drones.
Empero Arabia
Saudí dijo el lunes que las armas utilizadas fueron fabricadas en Irán
mientras que el secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo ya
había dicho que Teherán estuvo detrás del ataque.
El gobierno
iraní calificó de "insensatas" e "incomprensibles" esas acusaciones y
dio a entender que tienen por objetivo convertir a su país en blanco de
"futuras acciones".
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