DUBÁI.- El ministro de Energía de
Arabia Saudita, Khalid al-Falih, ha asegurado este martes que dos
estaciones de bombeo de petróleo para el oleoducto 'Este-Oeste' fueron
atacados por drones cargados de explosivos, calificando el incidente
como un "acto de terrorismo" contra los suministros petroleros globales.
Este 'ataque' llega dos días después del sabotaje a dos buques petroleros saudíes en el Estrecho de Ormuz,
el brazo de mar porque el fluye cerca del 30% de todo el petróleo que
se exporta en el mundo. Las tiranteces entre Arabia Saudí e Irán han
entrado en una nueva etapa tras las sanciones de EEUU al petróleo de
Teherán.
Irán sospecha que Riad podría haber presionado a Washington
para aprobar estas sanciones que dejan al crudo iraní huérfano de
clientes occidentales en favor del petróleo saudí.
Falih asegura que la producción petrolera saudí y sus exportaciones
de crudo y productos refinados continuarán sin excesivos problemas,
aunque el gigante estatal Aramco ha tenido que detener el bombeo en el
oleoducto mientras se evaluaban los daños y se reparaban las estaciones,
según un comunicado emitido por la agencia estatal de noticias SPA.
Según revelan fuentes del Gobierno, la petrolera estatal se ha visto
obligada a paralizar las operaciones que transfieren crudo desde la
provincia oriental del reino al puerto de Yanbu en la costa del Mar Rojo
hasta que se evalúen los daños causados por los ataques.
"El Reino de Arabia Saudí condena este ataque cobarde", ha asegurado
Falih, y añade además que "estos ataques demuestran nuevamente que es
importante para nosotros enfrentarnos a entidades terroristas, incluidas
las milicias hutíes en Yemen que están respaldadas por Irán".
Esto ha sucedido dos días después de que cuatro barcos de carga hayan
sido objeto de operaciones de sabotaje, entre ellos dos buques
petroleros saudíes, según los gobiernos de Emiratos Árabes Unidos y
Arabia Saudí.
La
tensión sigue creciendo en la zona. Este nuevo incidente se produce en
un momento de repunte de la tensión con Teherán en el golfo Pérsico. Los
dirigentes iraníes podrían sospechar que las renovadas sanciones de EEUU a su crudo
podrían responder a las presiones de Arabia Saudí y otros pequeños
miembros de la OPEP.
Con el veto al petróleo iraní en los países
occidentales se consigue una reducción de facto de la oferta de petróleo global de unos 300.000 barriles, ejerciendo presión al alza sobre el precio del 'oro negro'.
Con esta reducción forzosa de las exportaciones de petróleo iraní,
países como Arabia Saudí (gran enemigo de Teherán en la región) y otros
productores se ven directamente beneficiados de unos precios más altos
para el crudo y de la 'expulsión' de uno de los países que rivaliza por
vender su petróleo a los países occidentales.
La sempiterna rivalidad entre Arabia Saudí e Irán, principales
poderes sunita y chiita en Oriente Medio, respectivamente, y dos de los
mayores productores de la OPEP, está poniendo en riesgo la integridad del propio cártel petrolero, que amenaza con resquebrajarse ante el choque de intereses entre sus propios miembros.
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