RIAD.- Un
anciano abogado saudí que había defendido a activistas de derechos
humanos fue liberado luego de siete meses de detención, según dos
fuentes cercanas.
Ibrahim
Almodaimigh, de 80 años, fue arrestado en mayo junto con algunas de las
activistas más prominentes del reino, entre ellas Loujain Al Hathloul,
Aziza Alyousef y Eman Al Nafjan. El gobierno acusó al grupo de colaborar
con entidades extranjeras no especificadas hostiles con Arabia Saudita.
Su detención fue condenada por grupos de derechos humanos y por Canadá,
lo que llevó a una división diplomática entre ambas naciones.
Es
posible que hayan liberado a Almodaimigh por su avanzada edad, pero su
liberación también podría ser una señal de que el gobierno está
reconsiderando los arrestos de decenas de activistas, clérigos,
empresarios e intelectuales detenidos cuando el príncipe heredero
Mohammed bin Salmán reprimió la disidencia.
Mientras
que el heredero al trono de 33 años está abriendo el reino en términos
económicos y se encuentra aflojando las restricciones sociales, ha
cerrado un espacio que una vez fue relativamente permisivo para realizar
críticas respetuosas. Eso salió a la luz en forma brutal con el
asesinato del columnista Jamal Khashoggi en octubre en Estambul a manos
de agentes saudíes.
"Este
es probablemente un primer paso para revisar muchas de las detenciones
de activistas llevadas a cabo en los últimos 18 meses", señaló Ali
Shihabi, director de la Fundación Arabia, un grupo de expertos
pro-gobierno en Washington, DC, en Twitter.
"El enfoque no tradicional y
muy agresivo de la gestión de la disidencia que habían iniciado algunos
altos funcionarios" está "en revisión sistemática por parte de los
líderes", escribió Shihabi.
El Centro de Comunicación Internacional del gobierno no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El
asesinato de Khashoggi provocó una protesta global y ha ejercido una
presión sin precedentes sobre los lazos de Arabia Saudita con Estados
Unidos, donde surgieron senadores de una reunión informativa con el jefe
de la CIA convencidos de que el príncipe había ordenado el asesinato,
algo que el reino niega, y otros aliados extranjeros.
Almodaimigh
era el mayor del grupo arrestado en mayo y había servido durante muchos
años como asesor del gobierno. Como abogado, había asumido varios casos
de derechos humanos, incluida la defensa de Al Hathloul cuando fue
detenida.
El
mes pasado, Amnistía Internacional dijo que algunos de los activistas
habían sido objeto de abusos durante su detención, incluidas descargas
eléctricas y flagelación. Tres fuentes cercanas al asunto reportaron
relatos similares de maltrato. Por su parte, el gobierno ha negado
enérgicamente las acusaciones.
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