domingo, 10 de julio de 2016

Irán acusa a Arabia Saudita de respaldar a terroristas

TEHERÁN.- Irán acusó hoy a Arabia Saudita de respaldar a terroristas y al terrorismo, al considerar una provocación la participación de un príncipe del reino árabe en una marcha de extremistas sunnitas exiliados en París. 

 "Los sauditas están recurriendo a terroristas bien conocidos, como han hecho también en Iraq, Yemen y Siria. Esto muestra que ellos usan el terrorismo y a los terroristas para lograr sus objetivos contra países islámicos regionales", declaró una fuente de la Cancillería.

El diplomático, que no fue identificado por la agencia oficial de noticias IRNA, se refirió a la participación el sábado del príncipe Turki Al-Faisal, exjefe de inteligencia del gobierno de Riad, en una manifestación de rebeldes iraníes exiliados que pertenecen a la Organización Mujahideen, de Irán.

Dicho movimiento, también conocido por su nombre persa Organización Mujahideen-e-Khalq (MKO), tuvo representación en Estados Unidos y mantiene oficinas en Europa, y durante la guerra entre Iraq e Irán (1980-1988) combatió junto al entonces presidente Saddam Hussein.

A raíz del derrocamiento de Hussein por la invasión militar estadounidense en 2003, la MKO cayó en desgracia y perdió el apoyo de Bagdad, aunque tiene bases en puntos fronterizos del territorio iraquí.

Teherán considera terrorista a ese grupo radical sunnita que aboga por la lucha armada para derrocar al gobierno islámico instaurado por los ayatolah en 1979.

"Yo también deseo la caída del régimen", expresó Al-Faisal en su discurso ante los opositores persas en la capital de Francia.

Dirigiéndose a los exiliados iraníes, el miembro de la dinastía Al-Saud y exembajador saudita en Washington y Londres les dijo que "su lucha legítima contra el régimen (iraní) logrará su objetivo, tarde o temprano".

Fuentes iraníes criticaron la amplia cobertura dada por medios sauditas al discurso del príncipe Turki y la marcha parisina, en la que intervinieron también figuras políticas occidentales, incluido el expresidente del Congreso norteamericano, Newt Gingrich.

La república islámica, que imputa al reino wahabita ser un importante patrocinador del Estado Islámico o DAESH y otros grupos extremistas sunnitas, mantiene una vieja rivalidad política y religiosa que se vio agravada en enero de este año con la ruptura de relaciones diplomáticas.

Riad, la principal potencia sunnita del área, niega las alegaciones de Teherán y se enfrentan también de modo indirecto en conflictos regionales, pues apoyan a bandos contrarios en Siria, Iraq y Yemen.

Los sauditas, por su lado, afirman que las autoridades iraníes fomentan la violencia sectaria en Medio Oriente y pretenden dominar toda la región para conseguir la supremacía de los chiitas.

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