WASHINGTON.- El presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, decidió enviar el martes a su jefe de la
diplomacia, Mike Pompeo, a Arabia Saudita para discutir con sus aliados
la "respuesta" a los ataques contra la infraestructura petrolera, que
según Washington se originaron en Irán.
Pompeo se reunirá el
miércoles en Yeda con el príncipe heredero para discutir "los recientes
ataques a las instalaciones petroleras del reino y coordinar los
esfuerzos para contrarrestar la agresión iraní en la región", dijo la
portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.
Un funcionario estadounidense dijo bajo condición de
anonimato que el ataque se lanzó desde territorio iraní con misiles de
crucero y que Estados Unidos estaba reuniendo pruebas para presentar a
la comunidad internacional en la Asamblea General de las Naciones Unidas
la próxima semana.
El vicepresidente Mike Pence reiteró
afirmaciones de Trump de que Irán "parece" estar "detrás de estos
ataques", y advirtió que Estados Unidos "está preparado" para defender
sus intereses y los de sus aliados en la región.
"Nuestros
servicios de inteligencia están analizando las pruebas en este mismo
momento", dijo, y agregó que Trump decidirá qué hacer "en los próximos
días".
El gobierno de Trump evalúa varias opciones, desde un
ataque cibernético hasta un ataque físico contra la infraestructura
petrolera iraní o a los Guardianes de la Revolución, la fuerza de élite
de la República Islámica, informó NBC News, citando a funcionarios
estadounidenses no identificados.
A Trump se le presentaron
potenciales alternativas en una reunión el lunes del Consejo de
Seguridad Nacional, pero solicitó más, dijo NBC.
El viaje de Pompeo a
Arabia Saudita se produce tras los ataques con drones del sábado contra
Abqaiq, la planta de procesamiento de petróleo más grande del mundo, y
el campo petrolero Jurais, en el este del país.
Los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, se
adjudicaron la ofensiva, que redujo a la mitad la producción de petróleo
en Arabia Saudita, principal exportador mundial de crudo.
Los hutíes están en
guerra desde 2015 con las fuerzas del gobierno en Yemen, un conflicto
que encaja con el intento de Trump de frenar el poder iraní en la región
a través de una campaña de "máxima presión" de sanciones económicas.
Trump
inició esta campaña en mayo de 2018, tras retirarse unilateralmente de
un acuerdo internacional de 2015 destinado a restringir la industria
nuclear iraní a fines civiles.
Según el mandatario estadounidense, Teherán no cumplía sus
compromisos en el marco del pacto -aún suscrito por Irán Alemania,
Francia, China y Rusia.
El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo iraní, dijo que Estados Unidos en realidad busca poner de rodillas a Irán.
"La
política de 'máxima presión' contra la nación iraní es inútil y todos
los responsables de la República Islámica de Irán creen unánimemente que
no habrá negociaciones con Estados Unidos a ningún nivel", dijo en un
mensaje televisado.
Jamenei también aseguró que mientras haya sanciones, no habrá conversaciones directas con Washington.
"Sin esto, no habrá
negociaciones a ningún nivel entre los funcionarios de la República
Islámica de Irán y los estadounidenses, no durante la visita a Nueva
York o cualquier otra visita", aseveró.
Trump
dijo que no está interesado en reunirse con su par iraní, Hasan Rohani,
luego de que la Casa Blanca insinuara el domingo que podría haber
alguna forma de encuentro en Nueva York.
"Nunca descarto nada, pero prefiero no reunirme con él", dijo.
Londres
y Berlín instaron el martes a una "respuesta colectiva" de la comunidad
internacional. Durante su visita a El Cairo, el canciller francés
Jean-Yves Le Drian llamó a una "desescalada", en tanto Pekín pidió
"moderación".
Los ataques cortaron a la mitad el bombeo saudí, el equivalente al 6% de la producción mundial de petróleo.
Los
mercados petroleros continuaron observando la situación atentamente,
tras dispararse a niveles no vistos desde la Guerra del Golfo de 1991.
Los precios del crudo bajaron alrededor del 6% el martes, luego de subir un 14% el lunes.
Arabia Saudita aseguró que su producción de petróleo volvería a la normalidad a finales de mes.
Riad
extrae unos 9,9 millones de barriles por día (bpd) de los cuales se
exportan alrededor de 7 millones, principalmente a los mercados
asiáticos.
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