PEKÍN.- Las autoridades chinas lamentaron hoy la decisión del
Gobierno estadounidense de sancionar a seis empresas y cinco personas
del país asiático por transportar petróleo proveniente de Irán.
"China expresa su enérgica oposición y lamenta las sanciones de EE.
UU., que ha reprimido a empresas chinas basándose en sus leyes
nacionales. La cooperación de China con Irán, dentro del marco
internacional, es legítima y legal, por lo que debería ser respetada y
protegida", afirmó en rueda de prensa el vocero de la cancillería china
Geng Shuang.
Washington sancionó a las firmas de carga marítima Cosco
Shipping Tanker y Cosco Shipping Tanker Seaman -filiales de Cosco, la
principal compañía estatal del sector en China- así como a China Concord
Petroleum, Kunlun Shipping, Kunlun Holding y Pegasus 88 Limited.
Así pues, quedaron bloqueados los activos que estas empresas puedan
tener bajo jurisdicción de EE. UU. y se prohibieron las de transacciones
financieras con ellos.
Geng calificó hoy estas
acciones de "prácticas intimidatorias" y rechazó las sanciones por su
naturaleza "unilateral": "Estados Unidos ignora los derechos e intereses
legítimos y legales de todas las partes (involucradas), y empuña adrede
el palo de las sanciones".
"Exigimos a EE. UU. que
corrija sus ofensas. China ha tomado y continuará tomando las medidas
necesarias para salvaguardar los derechos legítimos de nuestras
empresas", apostilló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, hizo públicas ayer
estas sanciones durante un discurso en el que acusó a las empresas
afectadas de "transportar a sabiendas petróleo de Irán".
"Estamos diciéndole a China y a todos los países: sepan que
sancionaremos cualquier violación de las sanciones" impuestas por
Washington contra la exportación del petróleo iraní, subrayó Pompeo ante
el grupo Unidos contra un Irán Nuclear, una organización que Teherán ha
definido como grupo "terrorista".
Este martes, el
presidente estadounidense, Donald Trump, utilizó su intervención ante el
resto de líderes internacionales en la Asamblea General de Naciones
Unidas para reclamar más presión sobre Teherán y para dejar claro que su
país no va a reducirla.
"Mientras Irán continúe con
su comportamiento amenazante, no levantaremos nuestras sanciones, sino
que las aumentaremos", prometió Trump.
El mandatario
había alimentado durante semanas la posibilidad de reunirse en Nueva
York con el líder iraní, Hasan Rohaní, una cita que sería histórica pero
que parece haberse esfumado con los recientes ataques contra refinerías
saudíes, de los que Washington culpa a las autoridades de Teherán.
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