martes, 5 de marzo de 2019

Los restos de Khashoggi, quemados en un horno

DOHA.- Los restos del cuerpo desmembrado de Jamal Khashoggi habrían sido quemados en un horno en la casa del cónsul de Arabia Saudí en Estambul el mismo día en que se cometió el asesinato en el consulado, que se encuentra a unos 200 metros de distancia. 

Así lo revela una investigación del canal qatarí Al Yazira, que obtuvo imágenes de un horno de estilo indio -un tandoori- construido el año pasado a indicaciones del propio cónsul. Este horno soporta temperaturas de hasta 1.000 grados centígrados.
Al Yazira pudo hablar con uno de los trabajadores que participaron en la obra, con funcionarios de los servicios de seguridad turcos, políticos y amigos turcos del periodista saudí.
Según Al Yazira, las autoridades turcas creen que se asaron grandes cantidades de carne para disimular el olor de las partes del cuerpo de Khashoggi que iban siendo quemadas. Mientras duró la investigación de la Fiscalía de Estambul, en ningún momento se dijo que se centrara la atención en un horno. 
Las filtraciones interesadas del momento decían que se sospechaba de un pozo de 25 metros excavado en el jardín del cónsul y en el llamado bosque de Belgrado, a unos 12 kilómetros de distancia. Sobre este pozo, en el que se apreció olor a gas, se habría construido el horno.
Sin embargo, vecinos del cónsul citados por el diario turco Daily Sabah dijeron que el mismo día de la desaparición de Khashoggi, el 2 de octubre, “hubo una barbacoa en el jardín” del cónsul. 
“Hemos vivido aquí los últimos 12 años y nunca hemos visto que hicieran una barbacoa”, añadieron. Según la policía turca, el cónsul saudí habría encargado al menos 32 piezas de carne cruda a un conocido restaurante de Estambul.
En imágenes a las que tuvo acceso Al Yazira se ve a un par de hombres entrando en la residencia con grandes bolsas de plástico. Vehículos pertenecientes a la flotilla del consulado se desplazaron desde este edificio a la residencia del cónsul aquella misma jornada.
Hay que recordar que la policía científica turca no tuvo acceso a la residencia del cónsul saudí hasta el 16 de octubre, es decir, 14 días después del crimen. Para entonces, el cónsul había abandonado Turquía. 
Fuentes de la inteligencia turca dijeron a Al Yazira que la cabeza de Khashoggi fue llevada a Arabia Saudí. En las conversaciones dentro del consulado captadas por el espionaje turco, Saud al Qahtani, hombre de confianza del príncipe heredero y hombre fuerte de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, habría dicho a equipo desplazado a Estambul para asesinar a Khashoggi: “Traédme la cabeza de ese perro”.

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