VIENA.- La OPEP advirtió este jueves de que
la oferta de crudo podría crecer con más fuerza que la demanda durante
2019, por lo que pide "responsabilidad" a los productores para evitar un
nuevo desequilibrio del mercado, a un mes de que el grupo decida si
mantiene su estrategia de reducción del bombeo.
"Mientras se espera que la demanda de crudo crezca a un ritmo moderado
en 2019, está aún bien por debajo del fuerte crecimiento que se espera
del suministro de (los productores) no OPEP para este año", señala el
grupo energético en su informe mensual de marzo sobre el mercado,
publicado en Viena.
Ante esa perspectiva, la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) hace un llamamiento a la
"responsabilidad compartida" de todos los países productores para
"evitar una recaída del desequilibrio" y seguir respaldando la
estabilidad del mercado de petróleo este año.
Los
próximos 17 y 18 de abril, la OPEP y los otros diez productores con los
que selló en diciembre un acuerdo para reducir la producción y evitar la
caída del precio, se reunirán en Viena para decidir si extienden más
allá de junio la política de recortes.
De hecho, el precio medio del barril OPEP el pasado febrero fue de 63,83 dólares, un 15 % más que en diciembre.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha exigido en varias
ocasiones a la OPEP que no reduzca la producción para que no suban los
precios del crudo.
En su cálculo actualizado de la
oferta y la demanda, la OPEP prevé que el consumo de crudo en 2019
crezca un 1,25 % en 2019, ligeramente menos que en 2018, hasta los 99,96
millones de barriles diarios (mbd).
Respecto al
bombeo de sus competidores, los expertos del cartel petrolero creen que
aumentará un 3,6 %, un poco más de lo calculado hasta ahora, llegando
hasta 64,43 mbd.
Estados Unidos, con sus crudos de
esquisto, sigue siendo el origen de la mayor parte del petróleo extra
que circulará, hasta el punto de que ocho de cada diez nuevos barriles
vendrán de ese país.
Con 18,45 millones de barriles
al día, Estados Unidos se consolida como el principal productor del
mundo, muy por delante de Rusia y Arabia Saudí.
Mientras, la sed china por el petróleo seguirá aumentando en 2019, según
la OPEP, pero a un ritmo más lento que el pasado año, en paralelo a la
ralentización de su crecimiento económico.
La OPEP
señala justamente a la desaceleración del crecimiento económico mundial
(del 3,6 % en 2018 al 2,3 % este año), como uno de los elementos que
contribuirá en cierto modo a esa más fría evolución del consumo.
En la ecuación entre oferta y demanda, la OPEP calcula a la baja la
cantidad de su propio petróleo, que el mundo requerirá en 2019 y lo
sitúa en 30,5 mbd, un 3 % menos que el año pasado.
Un cálculo que podría servir como argumento para mantener la política de recortes de producción.
Ya el pasado mes de febrero, la producción conjunta de los catorce
socios de la OPEP fue, según cálculos externos al grupo, de 30,55 mbd,
un millón menos de lo que bombeaba en diciembre.
De
esa forma, el grupo - que controla la mayor parte de las reservas
conocidas de crudo- habría cumplido con creces el objetivo que se
planteó entonces, junto a varios aliados, como Rusia, para retirar 1,2
mbd y evitar así una caída de los precios.
El socio
de la OPEP en el que más ha caído la producción es Venezuela, que en
febrero extrajo un 12 % menos de crudo que el mes anterior, siguiendo
una tendencia que se prolonga desde hace meses, debido a la crisis
política en el país, los problemas técnicos en su industria petrolera y
las sanciones de Estados Unidos.
El país caribeño
produjo el pasado febrero apenas un millón de barriles al día,
prácticamente la mitad que el bombeo medio en 2017.
Con esa reducción de su producción, la OPEP ha cumplido así su parte del
compromiso, retirar 800.000 barriles día, mientras Rusia no sólo no ha
recortado su producción, sino que la ha aumentado.
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