domingo, 21 de octubre de 2018

Khashoggi, un bache en el romance entre EE.UU. y Arabia Saudí

WASHINGTON.- La muerte del periodista Jamal Khashoggi será solo un bache en el romance entre EE.UU. y Arabia Saudí, que atravesaron su peor momento en la crisis del petróleo de 1973 y han acabado forjando una relación utilitaria en la que poco importa el respeto a los derechos humanos.

Expertos consultados coinciden en que la naturaleza de la alianza entre Riad y Washington impide que el caso Khashoggi tenga un gran impacto, puesto que cada parte satisface unas necesidades estratégicas que son clave para el otro lado y para las que sería difícil encontrar un sustituto.

Hussein Ibish, analista de un centro de pensamiento de Washington especializado en los países del golfo Pérsico, describe la alianza entre EE.UU. y Arabia Saudí como "transaccional, no sentimental, ni basada en valores compartidos", sino fundamentada en el petróleo, la compra de armas e intereses en Oriente Medio.
"No espero que esta crisis, aunque sea seria, vaya a desestabilizar la relación en sus niveles más fundamentales", expresa Ibish.
La complicidad entre Riad y Washington comenzó con una reunión secreta en 1945 entre el presidente Franklin D. Roosevelt y el fundador de Arabia Saudí, el rey Abdulaziz bin Saúd, quienes acordaron que Estados Unidos daría apoyo militar al reino, a cambio de petróleo y respaldo político en la región.
Roosevelt había visto cómo los tanques de Hitler dejaron de funcionar por falta de combustible y quería cerciorarse de que EE.UU. nunca correría la misma suerte.
Desde entones, apunta el director del Centro de Oriente Medio de la Universidad de Oklahoma, Joshua M. Landis, "EE.UU. aprendió que el que domina el petróleo, domina el mundo" y, por eso, luchó para controlar el golfo Pérsico, donde se hallan algunas de las mayores reservas de hidrocarburos del mundo.
Como uno de los mayores exportadores de crudo del mundo, Arabia Saudí juega un papel fundamental en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que influye en los precios.
Riad dejó claro su poder en 1973 y 1974 cuando, como líder de una coalición de países árabes de la OPEP, detuvo los cargamentos de crudo hacía EE.UU. y hacia todos aquellos países de Europa que habían apoyado a Israel durante la guerra de Yom Kipur, lo que cuadruplicó el precio del barril de petróleo.
"Ese -afirma Landis- fue el momento más peligroso para la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí".
La relación se enturbió, de nuevo, a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2011 debido a que 15 de los 19 terroristas que secuestraron los aviones eran saudíes, lo que alimentó durante años especulaciones sobre un supuesto apoyo de funcionarios saudíes a la

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