LA PAZ.- El gobierno de Rusia ratificó hoy que
apoyará al presidente de Bolivia, Evo Morales, a convertir al país
andino-amazónico en el corazón energético de Suramérica.
En conferencia de prensa ofrecida en esta capital, el viceministro ruso
de Energía, Yuri Sentyurin explicó que dicho respaldo es una muestra de
la amistad existente entre Morales y su par, Vladimir Putin.
Nuestra política no cambiará con Bolivia, y no solo estamos trabajando juntos en materia energética, también lo hacemos en el campo de la minería, agricultura, educación y la ciencia, puntualizó Sentyurin.
En cuanto a la industria del litio, Rusia cuenta con la tecnología necesaria para su explotación, y queremos compartir nuestros avances en ese campo con este país altiplánico, apuntó el visitante.
Vamos ayudar a modernizar la industria boliviana, enfatizó Sentyurin, quien dijo que Rusia también contempló a esta nación para realizar estudios de astrofísica.
Con la empresa nuestra Gazprom, vamos a promover el uso del gas licuado vehicular, que es más económico que el diésel, y esto abaratará los gastos de combustible en el transporte de pasajeros y de carga en Bolivia.
Para todos los proyectos hay plazos establecidos y responsabilidad compartida, en algunos casos invertimos como socios y en otros somos también operadores, explicó.
Vamos a crear importantes infraestructuras en Bolivia, y ofrecemos la oportunidad de que estudiantes de aquí vayan a estudiar a Rusia para especializarse en todo lo relacionado con la industria del gas, resaltó.
Sentyurin manifestó su esperanza de que los precios del petróleo se estabilicen, porque de este modo su país puede acometer planes inversionistas con sus socios.
El vicetitular de la nación euroasiática agradeció el apoyo del gobierno de Morales a las propuestas de Moscú, y aseguró que todos los proyectos serán de beneficio mutuo y de gran ayuda en el plano social para Bolivia.
Por otra parte, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, aseguró que el ambicioso plan adoptado hace una década para la exploración de yacimientos, permite hoy a Bolivia contar con grandes reservas gasíferas que garantizan su desarrollo.
Recordó que desde 2006 y hasta la fecha, el gobierno del presidente Evo Morales desembolsó unos siete mil millones de dólares para ese estratégico sector, lo cual ha permitido certificar 11 trillones de pies cúbicos (TCF por sus siglas en inglés).
De no haberse concretado dichas asignaciones millonarias, tendríamos en este momento apenas cuatro TFC, argumentó Sánchez la víspera, citado en un boletín institucional.
A su juicio, el país andino es uno de los de más éxitos respecto a la excavación de pozos exploratorios.
Consideró además que el actual gobierno es el que posee mejores resultados en cuanto a la disponibilidad de reservas y producción de gas natural.
En una década, Bolivia pasó de una producción gasífera de 30 millones de metros cúbicos día (MMmcd) en 2005, a más de 60 MMmcd el año pasado, comparó.
El titular se refirió a las nuevas oportunidades que brindará la entrada en explotación del pozo Huacaya II, en el departamento de Chuquisaca.
Según datos oficiales, la veta aportará a partir de diciembre tres MMmcd, lo que elevará a 9,6 MMmcd la producción del sureño territorio.
De acuerdo con Sánchez, estudios sísmicos vaticinan resultados promisorios en los pozos Boicobo norte y sur, pertenecientes al bloque Caipipendi. En su conjunto, ambos yacimientos demandarán una inversión superior a los mil millones de dólares.
A mediados de septiembre, el jefe de Estado inauguró el campo Incahuasi, a unos 250 kilómetros al sur de la oriental ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
La colosal infraestructura tiene una capacidad máxima de producción de 6,7 MMmcd, lo que representa un 11 por ciento de la producción gasífera de esta nación andina que manufactura alrededor de 65 MMmcd.
Construirla demandó una inversión cercana a los 800 millones de dólares y la contratación de 1.800 trabajadores. Entre 2016 y 2040 generará unos 5.558 millones de dólares por concepto de renta petrolera, precisan datos oficiales.
El gobierno encabezado por el primer mandatario indígena del país aspira a convertir a Bolivia en el corazón energético de Sudamérica.
Las autoridades planean invertir en la próxima década más de 30.000 millones de dólares en el sector de los hidrocarburos y energía, y esperan elevar la producción de gas natural a alrededor de 80 MMmcd para 2020.
Nuestra política no cambiará con Bolivia, y no solo estamos trabajando juntos en materia energética, también lo hacemos en el campo de la minería, agricultura, educación y la ciencia, puntualizó Sentyurin.
En cuanto a la industria del litio, Rusia cuenta con la tecnología necesaria para su explotación, y queremos compartir nuestros avances en ese campo con este país altiplánico, apuntó el visitante.
Vamos ayudar a modernizar la industria boliviana, enfatizó Sentyurin, quien dijo que Rusia también contempló a esta nación para realizar estudios de astrofísica.
Con la empresa nuestra Gazprom, vamos a promover el uso del gas licuado vehicular, que es más económico que el diésel, y esto abaratará los gastos de combustible en el transporte de pasajeros y de carga en Bolivia.
Para todos los proyectos hay plazos establecidos y responsabilidad compartida, en algunos casos invertimos como socios y en otros somos también operadores, explicó.
Vamos a crear importantes infraestructuras en Bolivia, y ofrecemos la oportunidad de que estudiantes de aquí vayan a estudiar a Rusia para especializarse en todo lo relacionado con la industria del gas, resaltó.
Sentyurin manifestó su esperanza de que los precios del petróleo se estabilicen, porque de este modo su país puede acometer planes inversionistas con sus socios.
El vicetitular de la nación euroasiática agradeció el apoyo del gobierno de Morales a las propuestas de Moscú, y aseguró que todos los proyectos serán de beneficio mutuo y de gran ayuda en el plano social para Bolivia.
Por otra parte, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, aseguró que el ambicioso plan adoptado hace una década para la exploración de yacimientos, permite hoy a Bolivia contar con grandes reservas gasíferas que garantizan su desarrollo.
Recordó que desde 2006 y hasta la fecha, el gobierno del presidente Evo Morales desembolsó unos siete mil millones de dólares para ese estratégico sector, lo cual ha permitido certificar 11 trillones de pies cúbicos (TCF por sus siglas en inglés).
De no haberse concretado dichas asignaciones millonarias, tendríamos en este momento apenas cuatro TFC, argumentó Sánchez la víspera, citado en un boletín institucional.
A su juicio, el país andino es uno de los de más éxitos respecto a la excavación de pozos exploratorios.
Consideró además que el actual gobierno es el que posee mejores resultados en cuanto a la disponibilidad de reservas y producción de gas natural.
En una década, Bolivia pasó de una producción gasífera de 30 millones de metros cúbicos día (MMmcd) en 2005, a más de 60 MMmcd el año pasado, comparó.
El titular se refirió a las nuevas oportunidades que brindará la entrada en explotación del pozo Huacaya II, en el departamento de Chuquisaca.
Según datos oficiales, la veta aportará a partir de diciembre tres MMmcd, lo que elevará a 9,6 MMmcd la producción del sureño territorio.
De acuerdo con Sánchez, estudios sísmicos vaticinan resultados promisorios en los pozos Boicobo norte y sur, pertenecientes al bloque Caipipendi. En su conjunto, ambos yacimientos demandarán una inversión superior a los mil millones de dólares.
A mediados de septiembre, el jefe de Estado inauguró el campo Incahuasi, a unos 250 kilómetros al sur de la oriental ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
La colosal infraestructura tiene una capacidad máxima de producción de 6,7 MMmcd, lo que representa un 11 por ciento de la producción gasífera de esta nación andina que manufactura alrededor de 65 MMmcd.
Construirla demandó una inversión cercana a los 800 millones de dólares y la contratación de 1.800 trabajadores. Entre 2016 y 2040 generará unos 5.558 millones de dólares por concepto de renta petrolera, precisan datos oficiales.
El gobierno encabezado por el primer mandatario indígena del país aspira a convertir a Bolivia en el corazón energético de Sudamérica.
Las autoridades planean invertir en la próxima década más de 30.000 millones de dólares en el sector de los hidrocarburos y energía, y esperan elevar la producción de gas natural a alrededor de 80 MMmcd para 2020.
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