miércoles, 27 de julio de 2016

Aplazan en Bahrein el juicio a un clérigo chiita en medio de protestas

MANAMA.- Un tribunal de Bahrein aplazó hoy para el 14 de agosto el juicio contra el clérigo chiita jeque Isa Qassem, en medio de protestas de cientos de sus seguidores para exigir democracia y la anulación del proceso. 

Apenas diez minutos después de abrir la vista, sin la presencia del máximo líder religioso de la comunidad musulmana chiita de este país, el juez decidió postergarla con el argumento de recabar más evidencias, según reseñaron fuentes judiciales en esta capital.

El gobierno bahreiní, dominado por miembros de la dinastía Al-Khalifa, presentó cargos contra el jeque Qassem por "recaudación ilegal de fondos, lavado de dinero y ayuda al terrorismo", delitos por los que también le revocó el mes pasado la ciudadanía de esta nación árabe.

En vísperas del juicio del clérigo, quien rechazó todas las acusaciones en su contra, cientos de simpatizantes y dirigentes de agrupaciones políticas que representan a la mayoritaria población chiita salieron a las calles.

Anoche, residentes de varias zonas de Manama apagaron las luces de sus casas en respuesta a llamados de grupos opositores y desde las azoteas corearon consignas de repulsa al proceso judicial contra el jeque chiita.

Otros marcharon por calles capitalinas y en los suburbios con pancartas en las que denunciaban las medidas represivas contra el clérigo de 79 años, quien es el líder espiritual de la Sociedad Nacional Islámica Al-Wefaq, el principal bloque opositor de este reino del golfo Pérsico.

Incluso, dueños de tiendas y de algunos centros comerciales los cerraron para unirse a la demostración que fue vigilada por las fuerzas de seguridad.

La policía y fuerzas especiales incrementaron su presencia en la aldea noroeste de Diraz, situada unos 12 kilómetros al oeste de Manama, y decenas de simpatizantes mantuvieron la sentada fuera de la residencia del religioso, como hacen desde el 20 de junio cuando se le privó de la nacionalidad.

Voceros de Al-Wefaq denunciaron lo que definieron como "campaña represiva del régimen" contra esa organización, dado que su líder político, el jeque Alí Salman, cumple una condena de nueve años por "buscar el cambio de sistema y colaborar con potencias extranjeras", en alusión a Irán.

La monarquía Al-Khalifa también disolvió el mes pasado Al-Wefaq, así como la Asociación Islámica Al-Risala y la Institución del Entendimiento Islámico, fundado por Qassem, medidas que suscitaron críticas de gobiernos a los que considera aliados, como los de Estados Unidos y Gran Bretaña.

Además, mantiene detenido al director del Centro Bahrein para los Derechos Humanos, Nabeel Rajab, quien podría ser condenado a cumplir hasta doce años de prisión por publicar en una red social de internet comentarios críticos con la guerra y los bombardeos de Arabia Saudita contra Yemen.

Desde el estallido de las revueltas populares el 14 de febrero de 2011, cuando se registraron alzamientos en otros países árabes, miles de personas se manifestaron en Bahrein para demandar la abdicación de la dinastía Al-Khalifa, reformas democráticas y mayores derechos para los chiitas.

Aquellas protestas fueron violentamente aplastadas en marzo del mismo año por tropas sauditas y emiratíes que ingresaron al reino para asistir al gobierno en sus acciones contra los inconformes.

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