BEIRUT.- El movimiento Hizbulah acusó a Arabia Saudita de actuar como "sultán
tiránico" en la región y conspirar, junto con otros estados árabes del
golfo Pérsico, contra quienes enfrentan a Israel, destacaron hoy fuentes
de la Resistencia.
"Permanecemos como socios en la creación de la victoria y el clamor de
virtud y rectitud frente al sultán tiránico", señaló el secretario
general de la agrupación chiita, jeque Hassan Nasrallah, en un discurso
que reseña este lunes el canal Al-Manar TV.
El clérigo y dirigente político prometió que la Resistencia protegerá la paz y estabilidad de El Líbano porque "representamos la esperanza para la nación y nos negamos a abandonar los campos de batalla, cualquiera que sean los sacrificios".
Nasrallah definió a Siria, Yemen y Bahréin como "terrenos de fracaso saudita" y estimó que el reino saudita está en busca de alguien a quien responsabilizar de tales descalabros. "Quien esté combatiendo el proyecto saudita en Siria es actualmente el real defensor de El Líbano", observó.
Respecto a Yemen, el dirigente libanés la valoró similar a la de Siria y comentó que los costos en los que ha incurrido el reino saudita, tanto a nivel humano como financiero, en aquel país y a escala internacional "son extremadamente altos".
Alertó de la creciente presencia de los grupos terroristas Estado Islámico (EI) y Al-Qaeda en Yemen "siguiendo los pasos del ataque saudita" y condenó "el intelecto takfirista" (extremista islámico sunnita) y la reciente agresión a un hogar de ancianos en territorio yemenita.
Igualmente, volvió a refutar las acusaciones de organización terrorista hechas contra su partido por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y destacó que Argelia, Iraq y El Líbano objetaron la declaración adoptada en Túnez días después por los ministros árabes del Interior.
"Arabia Saudita libra una batalla perdida de antemano", remarcó Nasrallah, al asegurar que habrá seguimiento de las medidas relacionadas con la catalogación de Hizbulah como grupo terrorista.
En su opinión, las seis monarquías árabes del CCG no tienen en mente los intereses de este país, y "quienes asumen que los regímenes árabes protegerán a El Líbano creen en fantasías" porque ese últimó nunca esperó por una estrategia unificada árabe para combatir a Israel.
"No deseamos nada de ustedes, hoy sólo les decimos a esos regímenes que no queremos su dinero ni sus armas ni su apoyo o bendición y que dejen a la resistencia, a este país y a este pueblo solos", expresó al acusar a algunos estados árabes de conspirar contra aquellos que se oponen a Israel.
El clérigo y dirigente político prometió que la Resistencia protegerá la paz y estabilidad de El Líbano porque "representamos la esperanza para la nación y nos negamos a abandonar los campos de batalla, cualquiera que sean los sacrificios".
Nasrallah definió a Siria, Yemen y Bahréin como "terrenos de fracaso saudita" y estimó que el reino saudita está en busca de alguien a quien responsabilizar de tales descalabros. "Quien esté combatiendo el proyecto saudita en Siria es actualmente el real defensor de El Líbano", observó.
Respecto a Yemen, el dirigente libanés la valoró similar a la de Siria y comentó que los costos en los que ha incurrido el reino saudita, tanto a nivel humano como financiero, en aquel país y a escala internacional "son extremadamente altos".
Alertó de la creciente presencia de los grupos terroristas Estado Islámico (EI) y Al-Qaeda en Yemen "siguiendo los pasos del ataque saudita" y condenó "el intelecto takfirista" (extremista islámico sunnita) y la reciente agresión a un hogar de ancianos en territorio yemenita.
Igualmente, volvió a refutar las acusaciones de organización terrorista hechas contra su partido por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y destacó que Argelia, Iraq y El Líbano objetaron la declaración adoptada en Túnez días después por los ministros árabes del Interior.
"Arabia Saudita libra una batalla perdida de antemano", remarcó Nasrallah, al asegurar que habrá seguimiento de las medidas relacionadas con la catalogación de Hizbulah como grupo terrorista.
En su opinión, las seis monarquías árabes del CCG no tienen en mente los intereses de este país, y "quienes asumen que los regímenes árabes protegerán a El Líbano creen en fantasías" porque ese últimó nunca esperó por una estrategia unificada árabe para combatir a Israel.
"No deseamos nada de ustedes, hoy sólo les decimos a esos regímenes que no queremos su dinero ni sus armas ni su apoyo o bendición y que dejen a la resistencia, a este país y a este pueblo solos", expresó al acusar a algunos estados árabes de conspirar contra aquellos que se oponen a Israel.
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