GIJÓN.- Un congreso de la Asociación Europea de Nadadores de Rescate servirá
como escaparate de la trascendencia internacional que ha adquirido el
centro de seguridad marítima integral "Jovellanos". A la
formación habitual para tripulantes y pasajeros de aeronaves que
realicen vuelos o trabajen sobre medio acuático así como de los futuros
integrantes de equipos de rescate sumarán próximamente la presencia de
alumnos de Arabia Saudí último país, junto a Portugal, que
ha mostrado interés por servirse de estas modernas instalaciones para
formar a sus tripulaciones de rescate, según confirma el director del centro,
Rafael García Méndez.
"Es muy importante para Salvamento Marítimo,
pero es que éste es un centro pionero a nivel mundial", subraya Carlos
del Campo, vicepresidente de la Asociación de Nadadores de Rescate que se desplazó a Gijón para seguir las pruebas de
nadadores de rescate. Una profesión "muy especializada" que requiere de
una "formación específica".
Las instalaciones gijonesas reúnen en un
único espacio los diferentes frentes que debe cubrir en su aprendizaje
el nadador de rescate: cómo nadar, cómo acercarse a la víctima, cómo
actuar en un rescate en un acantilado, en condiciones de mala mar y en
horario nocturno, cómo coordinar el trabajo con el operador de grúa del
helicóptero además de cómo actuar ante una incidencia de la aeronave.
"A
medio plazo queremos que todas las tripulaciones de Salvamento Marítimo
realicen su formación en Gijón y que se convierta en centro SAR
en España", apunta Carlos del Campo.
La asociación que representa ha
decidido reunir a los 150 asistentes al congreso internacional de
nadadores de rescate en las instalaciones gijonesas para realizar allí
un intercambio rápido de información en una infraestructura considerada
"puntera" entre los profesionales de la mar.
En la reunión que se
celebrará del 5 al 7 de junio próximos en Gijón se analizarán los nuevos
procedimientos de rescate, se estudiarán misiones, sobre todo,
"haciendo hincapié en las que ha habido errores o ha salido algo mal
para aprender unos de otros", además de entrar en contacto con los
fabricantes del material con el que trabajan "para exponerles nuestras
inquietudes y que ellos también nos enseñen los diseños con los que
están trabajando para tener información de primera mano", explica Del
Campo.
El principal desafío de la asociación es garantizar la
pervivencia de los equipos actuales de nadadores de rescate civiles,
pues durante años la mayoría de estos profesionales procedían del ámbito
militar.
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