BAGDAD.- El secretario de Estado
estadounidense, Mike Pompeo, dijo este martes haber recibido de parte de
las autoridades iraquíes garantías sobre la protección de los intereses
de Estados Unidos ante una "escalada" atribuida a Irán, durante una
visita sorpresa de cuatro horas a Bagdad.
Pompeo canceló una
visita prevista a Alemania para realizar este viaje a Irak --país aliado
de Estados Unidos y de Irán--, donde se reunió con el presidente del
país, Barham Saleh, y con el primer ministro, Adel Abdel Mahdi.
El jefe de la diplomacia estadounidense explicó a los
periodistas que lo acompañaban en su viaje que la decisión de acudir a
Bagdad se debió a "la escalada de actividad" de Irán, sin dar más
detalles.
"Hablamos de la importancia de que Irak garantice que es
capaz de proteger de manera adecuada a los estadounidenses en su país",
dijo Pompeo a la prensa tras el encuentro con el presidente y el primer
ministro.
"Ambos dieron garantías de que comprendían que es su responsabilidad", añadió.
"Queríamos
notificarles el aumento de la amenaza que hemos percibido y
proporcionales un poco más de información al respecto para que puedan
garantizar que hacen todo lo posible para proteger a nuestro equipo",
dijo Pompeo.
El secretario de Estado, que se encontraba en
Finlandia, había anulado su visita a Berlín en el último minuto
aludiendo a "temas urgentes" que solucionar y puso rumbo a un destino
desconocido. Una fuente del gobierno iraquí confirmó después la
llegada de Pompeo a Bagdad.
El viaje a Irak tuvo lugar en plena escalada de las tensiones entre Teherán y Washington.
El
Pentágono anunció el martes el despliegue de varios bombarderos B-52 en
la región del Golfo Pérsico, en respuesta a un posible ataque a sus
tropas liderado por Irán.
La maniobra, que incluye a un gran
portaaviones, se justifica por "señales claras y recientes de que las
fuerzas iraníes y sus aliados están elaborando preparativos para un
posible ataque a las fuerzas estadounidenses", dijo el Pentágono.
El
asesor presidencial en Seguridad Nacional, John Bolton, ya había
anunciado el domingo el envío al Golfo de un portaaviones y su grupo
aeronaval y una fuerza de bombarderos, considerando que era un mensaje
"claro e inequívoco" a Irán.
Donald Trump anunció hace exactamente
un año la salida de Estados Unidos del acuerdo internacional sobre el
programa nuclear iraní logrado en 2015, destinado a impedir que Teherán
fabrique una bomba atómica, al considerarlo demasiado laxo.
Desde
entonces, para disgusto de sus aliados europeos que siguen muy apegados a
ese pacto, Trump ha continuado fortaleciendo su "campaña de máxima
presión" contra la República Islámica.
Según la agencia oficial de
prensa Irna, Irán anunciará el miércoles una reducción de los
compromisos adquiridos con dicho acuerdo internacional nuclear.
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