jueves, 4 de octubre de 2018

Arabia Saudí dice que un periodista crítico del país desapareció tras salir del Consulado en Estambul

ESTAMBUL.- Las autoridades saudíes afirman que el reconocido periodista crítico con el régimen Jamal Khashoggi ha desaparecido tras abandonar el edificio del Consulado de Arabia Saudí en Estambul, informó hoy la agencia oficial SPA.

Khashoggi, un conocido periodista, desapareció el martes tras acudir al consulado saudí en Estambul en compañía de su novia, que se quedó esperándole a la salida.
Ex gerente general del grupo mediático Al Arab Media Group, Khashoggi entró en la legación a las 13.00 hora local turca (11.00 GMT) y desde entonces no ha vuelto a salir, según denunció en un comunicado la asociación de prensa turco-árabe.
Las autoridades turcas afirmaron este miércoles que Khashoggi seguía dentro del consulado saudí, adonde acudió el martes sin que se hayan vuelto a tener noticias de él.
"Según las informaciones de que disponemos, este ciudadano saudí está en el consulado saudí en Estambul. Nuestros equipos están en fase de consulta", explicó el portavoz del Gobierno turco, Ibrahim Kalin Kalin, en rueda de prensa.
Sin embargo, este jueves el Consulado General saudí en Estambul dijo que "está dando seguimiento a lo que se informó en los medios de comunicación sobre la desaparición del ciudadano Jamal Khashoggi después de abandonar el edificio del consulado".
Según la agencia saudí, el consulado confirma que está realizando un seguimiento y coordinación con las autoridades turcas para revelar las circunstancias de su desaparición.
La novia de Khashoggi explicó el miércoles en declaraciones a la agencia turca Anadolu que el periodista había acudido al consulado para recibir una documentación que necesitaba.
El periodista ha publicado artículos de opinión en The Washington Post en los que denuncia el miedo, la intimidación y las detenciones de intelectuales en Arabia Saudí que expresan sus opiniones personales.

Convocado el embajador saudí

El embajador de Arabia Saudí en Turquía fue convocado el miércoles por el ministerio de Relaciones Exteriores tras la desaparición en Estambul de un periodista saudí crítico con las autoridades de Riad, indicó el jueves una fuente diplomática turca.
El viceministro turco de Relaciones Exteriores Yavuz Salim Kiran recibió al embajador saudí el miércoles por la tarde, según la fuente diplomática y la agencia estatal Anadolu.
Jamal Khashoggi, redactor de artículos de opinión para el Washington Post entre otros medios, no ha vuelto a ser visto desde que entró en el consulado de su país el martes a las 10:00 GMT.
Según su prometida, una mujer turca identificada como Hatice A., Khashoggi fue al consulado para efectuar unos trámites administrativos para su matrimonio, pero nunca salió.
Ankara y Riad dieron versiones contradictorias sobre las circunstancias de su desaparición.
"Según las informaciones de las que disponemos, el individuo en cuestión, que es un saudí, se encuentra en el consulado saudí en Estambul", declaró a la prensa el miércoles por la noche el portavoz de la presidencia turca Ibrahim Kalin.
Pero Riad afirmó por su parte, a través de la agencia de prensa oficial saudí SPA, que el interesado abandonó el edificio de la misión diplomática.
El consulado general de Arabia Saudí en Estambul "lleva a cabo los procedimientos de seguimiento y la coordinación con las autoridades locales turcas para descubrir las circunstancias de la desaparición de Jamal Khashoggi después de que abandonara el edificio del consulado", según un comunicado publicado por la SPA, que no da más detalles.
Khashoggi se exilió a Estados Unidos el año pasado por temor a una posible detención, después de haber criticado algunas decisiones del príncipe heredero Mohamed bin Salmán y la intervención militar de su país en Yemen.

Los medicamentos extranjeros escasean en Irán debido a las sanciones

TEHERÁN.- "Las discusiones sobre las sanciones se reanudaron y mis medicamentos más necesarios no se encuentran", lamenta Masud Mir, quien sufre talasemia, una enfermedad genética muy común en Irán.

Además de tener que convivir con sus enfermedades, muchos iraníes sufren las consecuencias del regreso desde agosto de las sanciones estadounidenses, las dificultades generales de la economía y la espectacular devaluación del rial, la moneda nacional.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) se pronunció este miércoles respecto a estas sanciones unilaterales, vinculadas con la cuestión nuclear iraní, y ordenó a Estado Unidos "suprimir cualquier obstáculo [...] a la libre exportación hacia Irán de medicinas, material médico, productos alimentarios y productos agrícolas".
La petición de la CIJ, no obstante, tiene pocas posibilidades de ser escuchada, ya que Estados Unidos no reconoce la autoridad de este tribunal en la materia.
Con las sanciones estadounidenses, se ha vuelto más difícil encontrar en Teherán algunos medicamentos para tratar enfermedades como la esclerosis múltiple o la diabetes.
El medicamento que Mir necesita para regular el exceso de hierro en su organismo se fabrica en Suiza. Ahora el gobierno iraní lo raciona y en el mercado negro está a un precio desorbitado.
Las autoridades iraníes reconocieron oficialmente la escasez y pusieron fin a las subvenciones para ciertos productos importados.
"Tenemos déficit de 80 productos farmacéuticos", indicó Mohamad Naim Aminifard, miembro de la comisión parlamentaria de Salud, citado por la agencia Isna.
El 96% de los medicamentos consumidos en Irán se producen a nivel local, según el Sindicato de Industrias Farmacéuticas Iraníes. Pero el país importa más de la mitad de los componentes necesarios para su fabricación.
Las sanciones bancarias y el hundimiento del rial iraní frente al dólar hacen difícil, incluso imposible, pensar en una autosuficiencia.
A Ali, un electricista treintañero, lo despidieron de su empresa por haberse ausentado demasiado para visitar a su hijo, hospitalizado con cáncer. Su siguiente empleador quebró y el actual, una firma irano-holandesa, ya no puede importar equipamiento y dejó de pagar a sus trabajadores.
Ali fue a una farmacia del centro de Teherán en busca de un fungicida para los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer de su hijo, pero se fue con las manos vacías.
"Me dijeron que, aunque pudieran, no me lo darían debido a los racionamientos", explica.
Los responsables de esta farmacia estatal, especializada en enfermedades raras, no quisieron declarar.
Otras farmacias de la capital dijeron que hay una "escasez sensible" en algunos anticoagulantes, betabloqueantes y tratamientos para la tensión arterial.
"Si se mantienen las sanciones, la situación empeorará", dice uno de los farmacéuticos.
Estados Unidos se retiró en mayo del acuerdo nuclear alcanzado en 2015 entre Irán y las grandes potencias mundiales (Estados Unidos, Reino Unido, China, Rusia, Francia y Alemania) y reimpuso sanciones a las transacciones financieras y las importaciones de materias primas, entre otros sectores.
"Por lo que yo sé, no existe ninguna declaración oficial que condene el comercio de medicamentos con Irán", indicó el cirujano Hamidreza Vafayi, quien considera que el principal desafío es el rechazo de los bancos a trabajar con Irán.
El grupo farmacéutico danés Novo Nordisk anuló recientemente la construcción de una fábrica de producción de insulina de 70 millones de euros que había anunciado en 2016, con la vista puesta en los numerosos enfermos de diabetes en Irán.
Masud Mir recuerda con indignación cómo las empresas farmacéuticas explotaron la situación almacenando productos y manipulando los precios mientras se impusieron las sanciones internacionales, entre 2010 y 2016.
"En 2011 no dejaban de decir que no había medicamentos en el mercado debido a las sanciones. Sin embargo, yo podía conseguirlas gracias a alguien que las revendía en la calle a precios desorbitados", recuerda. "A quienes no pueden pagar solo les queda morir lentamente".