DOHA.- Qatar modificó la ley laboral para
extranjeros, aunque mantuvo el sistema de la 'kafala', asimilado como
un régimen de esclavitud por organismos de defensa de los derechos
humanos y sindicales, movilizados ante la perspectiva del Mundial de
Fútbol de 2022.
La 'kafala' (padrinazgo, en árabe) prohíbe a los
trabajadores extranjeros salir del emirato o cambiar de trabajo sin el
acuerdo de su patrón.
Con la nueva ley, promulgada el martes por
la noche por el jeque Tamim ben Hamad al Thani, emir de Qatar, los
trabajadores extranjeros podrán solicitar la autorización de salida del
país al ministerio del Interior y, en caso de no obtenerla al cabo de tres días, podrán dirigirse a una comisión de recurso.
También
podrá firmar un contrato con otra empresa, una vez que haya cumplido
con el contrato anterior. Actualmente, los extranjeros que terminan un
contrato deben salir del país y solo pueden volver dos años más tarde, a
condición de que el patrón para el que había trabajado no presente
objeciones.
La secretaria general de la Confederación Sindical
Internacional, Sharan Burrow, calificó a la nueva ley de "simulacro",
dado que "no suprime la famosa autorización de salir del país".
Mustafa Qadri, de Amnistía Internacional, lamentó que la nueva ley no haya ido más lejos.
Cerca
de 1,8 millones de extranjeros trabajan en Qatar, muchos de ellos
procedentes de India, y se prevé que sean 2,5 millones en 2020. Esa
población representa el 90% de la población del emirato.
La
situación de los trabajadores extranjeros saltó a primer plano cuando la
FIFA atribuyó en 2010, ante la sorpresa general, la organización de la
Copa del Mundo 2022 a este pequeño país del Golfo.