WASHINGTON.- La Administración de
Información de Energía estadounidense (EIA) ha revisado a la baja su
previsión del precio del petróleo y ha estimado que el barril Brent, de
referencia en Europa, y el Texas, de referencia en Estados Unidos,
alcanzarán una media de 34 dólares en 2016 y 40 dólares en 2017.
Esta previsión rebaja en tres dólares por barril la anterior
estimación para 2016 y en diez dólares para 2017, como consecuencia de
que la producción de petróleo ha sido "más resiliente" de lo esperado
dado el contexto de bajos precios y las menores expectativas de
crecimiento de demanda, según ha explicado la EIA en un comunicado.
Respecto a los inventarios globales de petróleo, la EIA estima
que se incrementen en una media de 1,6 millones de barriles diarios en
2016 y en 0,6 millones de barriles diarios adicionales en 2017, lo que
supone un incremento respecto a la anterior estimación.
Este aumento de inventarios tendría como consecuencia el
retraso del equilibrio del mercado de petróleo, que ya se encuentra en
situación de sobreoferta, por lo que continuaría la tendencia bajista de
los precios del petróleo.
La EIA explica que esta previsión de aumento de inventarios
supone la "principal fuente de incertidumbre" en la previsión de precios
del crudo, ya que la capacidad global de absorción de este
almacenamiento es "desconocida".
Además, la agencia estadounidense ha destacado un incremento
de la incertidumbre derivada del ritmo de crecimiento económico global y
su contribución al crecimiento de la demanda de petróleo, además de la
reacción de los productores ante los continuos bajos precios.
En este sentido, la EIA prevé que la producción de los países
no pertenecientes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) descienda en 0,4 millones de barriles diarios en 2016, lo que
supondría la primera rebaja de su producción desde el año 2008.
Respecto a los países pertenecientes a la OPEP, la agencia
estadounidense estima que su producción se incrementará en 0,7 millones
de barriles diarios en 2016 y en 0,4 millones de barriles diarios en
2017, especialmente por la vuelta al mercado del petróleo iraní una vez
levantadas las sanciones impuestas por la comunidad internacional.