domingo, 19 de mayo de 2019

Arabia Saudita dice que los productores petroleros quieren reducir los inventarios


JEDAH.- El ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid al-Falih, dijo el domingo que hay consenso entre la OPEP y sus productores aliados para reducir “gradualmente” los inventarios petroleros, aunque indicó que su país seguirá respondiendo a las necesidades de lo que calificó como un mercado frágil. 

Falih dijo que la principal opción discutida en el comité ministerial reunido en la ciudad saudí de Yeda fue un posible fin en la segunda mitad del año a los recortes a la producción acordados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, aunque precisó que “las cosas pueden cambiar para junio”.
“Nuestra preferencia en la segunda mitad es continuar con la gestión de la producción para mantener el declive gradual y suave pero firme de los inventarios hacia niveles normales”, dijo en una conferencia de prensa tras el encuentro.
La OPEP, Rusia y otros productores ajenos al grupo, una alianza conocida como OPEP+, acordaron reducir su bombeo en 1,2 millones de barriles por día (bpd) desde el 1 de enero y durante seis meses, un pacto nacido con la intención de detener el aumento de los inventarios y la caída de los precios.
El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, afirmó con anterioridad que se habló de aliviar los recortes y que la situación de la oferta estará más clara en un mes, incluidos los países sometidos a sanciones.
Dos fuentes dijeron que Arabia Saudita, líder de facto de la OPEP, y Rusia estaban discutiendo dos escenarios principales para el encuentro de junio de OPEP+ y que ambos marcos proponían un alza del bombeo en la segunda mitad del año.
Un escenario es eliminar el exceso de cumplimiento con los recortes acordados, lo que incrementaría la producción en unos 0,8 millones de bpd, mientras que la otra opción es aliviar las disminuciones acordadas a 0,9 millones de bpd.
Falih dijo a los periodistas que el mercado está “muy frágil”, con datos conflictivos derivados de las preocupaciones sobre las disrupciones en el suministro, mientras suben los inventarios, pero que debería ver una “situación cómoda en el suministro en las próximas semanas o meses”.
Según indicó, el alto cumplimiento de las reducciones acordadas no es sostenible y ese exceso de cumplimiento por parte de algunos países “puede revertirse en junio”.
El ministro dijo que si en el encuentro se decide dar marcha atrás en los recortes, entonces Arabia Saudita permanecería dentro de esos límites. Según señaló, está previsto que el bombeo del reino en mayo y junio sea de 9,8 millones de bpd.
“Es fundamental que no tomemos decisiones precipitadas, debido a los datos conflictivos y la complejidad implicados y el desarrollo de la situación”, dijo Falih, quien describió el panorama como “bastante brumoso” debido en parte a la disputa comercial entre Estados Unidos y China.
“Pero quiero asegurarles que nuestro grupo siempre ha hecho lo correcto en interés tanto de los consumidores como de los productores, y seguiremos así”, agregó.
Falih afirmó que la producción petrolera saudí en julio seguirá dentro de su objetivo pactado.
El ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail al-Mazrouei, dijo a los medios que los productores pueden rellenar cualquier brecha en el mercado petrolero y que relajar los recortes de suministro “no es la decisión correcta”.
Mazrouei agregó que EAU no quiere ver un alza en los inventarios que pueda provocar un desplome de los precios. Según señaló, el trabajo de la OPEP “no ha concluido aún” y “no vemos ninguna necesidad de alterar el acuerdo mientras tanto”.
Los inventarios de crudo en Estados Unidos subieron de manera inesperada la semana pasada, hasta su máximo desde septiembre de 2017, según reportó el miércoles la gubernamental Administración de Información de Energía (EIA).

Riad convoca reuniones de la Liga Árabe y del CCG por la tensión en el Golfo

RIAD.- Arabia Saudita solicitó la convocatoria de cumbres del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y de la Liga Árabe, después de unos actos de sabotaje de buques en el Golfo y de ataques contra estaciones de bombeo en el reino.

Estas dos cumbres extraordinarias convocadas por el rey Salmán se celebrarán el 30 de mayo en La Meca "para conversar sobre estas agresiones y sus consecuencias en la región", indicó la agencia de prensa oficial saudita, SPA.
Se trata de "consultarse y coordinarse con los dirigentes hermanos" respecto a "todas las cuestiones susceptibles de reforzar la seguridad y la estabilidad en la región".
Emiratos Árabes Unidos "saludó" esta iniciativa.
La agencia SPA informó que el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, habló por teléfono con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, sobre qué medidas adoptar para reforzar la seguridad en la región.
Los hutíes, rebeldes proiraníes que controlan amplias zonas en Yemen, reivindicaron un ataque registrado el martes en la región de Riad, efectuado con drones contra dos estaciones de bombeo de un oleoducto que une el este y el oeste de Arabia Saudita.
El domingo, cuatro buques resultaron dañados en unos actos de sabotaje frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos, a la entrada del Golfo. Se trataba de dos petroleros sauditas, un buque noruego y un carguero emiratí.
El comunicado saudita destaca "las graves consecuencias de estos ataques" sobre todo para "las rutas de abastecimiento y la estabilidad de los mercados mundiales del petróleo".
Estados Unidos anunció el 5 de mayo el despliegue en el Golfo del portaaviones "Abraham Lincoln" y de bombarderos B-52, invocando una "amenaza" de Irán, su enemigo y rival de Israel y Arabia Saudita, ambos países aliados de Washington.
Durante una conferencia de prensa en Riad, el ministro saudita de Relaciones Exteriores, Adel al Jubeir, afirmó que su país "no quiere una guerra" con Irán y "hará todo por evitarla", al tiempo que aseguró que Riad está dispuesto a "defenderse y defender sus intereses" si la otra parte decide encaminarse hacia un conflicto armado.
Al ser preguntado sobre los recientes ataques contra buques en el Golfo, el ministro respondió: "Investigamos este problema. Los principales investigadores son Emiratos Árabes Unidos [...] Tenemos algunas indicaciones y las presentaremos cuando concluya la investigación".

Trump afirma que si Teherán ataca a EEUU "será el fin de Irán"

WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, hizo una dura advertencia a Irán este domingo, sugiriendo que será destruido si ataca los intereses de Estados Unidos. 

"Si Irán quiere pelear, ese será el fin oficial de Irán. Que nunca vuelva a amenazar a Estados Unidos", escribió Trump en un tuit.
Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en el golfo Pérsico en las últimas dos semanas para aumentar la presión sobre el gobierno de Teherán, a quien acusa de preparar ataques contra sus intereses en la región.
El gobierno estadounidense envió portaviones y bombarderos B-52, supuestamente en respuesta a fotografías que mostraban que Irán había cargado misiles en pequeñas embarcaciones.
Además, retiró a su personal diplomático no imprescindible de Irak, citando amenazas de grupos armados iraquíes respaldados por Irán.
Pese a la escalada, Donald Trump intentó generar una instancia de diálogo el jueves, que Irán rechazó.

Irak se perfila como el campo de batalla entre Irán y Estados Unidos

BAGDAD.- La petrolera estadounidense Exxon Mobil ha evacuado, entre el viernes y el sábado, todo su personal no iraquí del yacimiento West Qurna 1, en la provincia de Basora, en el sur de Irak. Exxon es la principal concesionaria de esta explotación petrolífera y su decisión responde a una alerta del Gobierno de EE.UU. después de que anunciara la retirada de su personal diplomático del país.

Basora se encuentra en territorio de mayoría chií de Irak, por lo que semejante decisión es consistente con la escalada desatada por Donald Trump contra Irán. El mensaje dado a Exxon es que existiría el peligro de secuestros de ciudadanos norteamericanos, hipotéticamente por parte de las milicias chiíes iraquíes.
Todo tiene su explicación, y ésta apuntaría a que Irak podría ser el campo de batalla que enfrentara a Irán y Estados Unidos. Mike Pompeo visitó Bagdad la semana pasada y, según explicaro tres altos funcionarios iraquíes, el secretario de Estado les dijo, en términos vagos, que disponía de información sobre una amenaza a las fuerzas de EE.UU. en Irak. 
Pero ese no fue el mensaje importante, sino este otro: Washington no espera apoyo de Bagdad, pero sí que el Gobierno iraquí no se alinee junto a Irán. Es de este modo que el foco de tensión se desplaza desde el golfo Pérsico al martirizado país árabe.
Dicho en términos claros por el analista político iraquí Wazeq al Hashimi: “La gran pregunta es cómo los líderes iraquíes defenderán sus intereses nacionales en un país donde la lealtad a los poderes extranjeros es algo generalizado a expensas de la propia nación”. 
Irán no tiene Irak bajo su control pero sí ejerce gran influencia, en buena medida sustentada en las milicias chiíes de Movilización Popular. 
“Si el Estado no puede con ellas, Irak será el escenario de un conflicto armado”, sentencia Al Hashimi.
Hay que recordar que estas milicias fueron pertrechadas y sostenidas por Irán durante la reciente guerra contra el dominio territorial del Estado Islámico en Irak. El general iraní Qasem Soleimani, comandante en jefe de la brigada Al Qods, la fuerza de elite de la Guardia Revolucionaría iraní, acudió al frente con mucha frecuencia y es idolatrado por estos milicianos chiíes. 
Mientras Soleimani acudía a las trincheras, las fuerzas estadounidenses cooperaban con el ejército regular iraquí, por lo que iraníes y norteamericanos acabaron combatiendo juntos (no se sabe hasta qué grado de coordinación) contra el enemigo común yihadista.
Acabada esa campaña contra el Estado Islámico (aunque no la guerra, pues los yihadistas siguen muy presentes) cada cual volvió a su posición inicial.
Mike Pompeo afirmó en Bagdad que EE.UU. no atacaría a Irán desde Irak pero sí que ejercería su “derecho a la autodefensa” si sus ciudadanos, instalaciones o simplemente intereses son atacados. La situación puede ser muy “volátil”, como gustan de calificar los norteamericanos.
Un general iraquí comentó que cunde la preocupación entre sus fuerzas “porque los militares norteamericanos en el país –unos 5.000– puedan ser atacados por facciones leales a Irán”. 
El general no olvidó señalar que tal agresión podría producirse como represalia por cualquier operación militar de EE.UU. contra Irán no necesariamente en territorio iraquí.
Las milicias chiíes iraquíes, agrupadas bajo el nombre de Hashid al Shabi, denunciaron el pasado jueves las “provocaciones norteamericanas”, que consideran parte de una “guerra psicológica”, y descartaron toda amenaza “inminente contra intereses estadounidenses”.
En el mismo sentido se pronunció el recientemente nombrado jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, general Hosein Salami, citado por la agencia Fasr. 
Según él, hay una “guerra de inteligencia” en la que EE.UU. tiene las de perder porque “su sistema político se ha quebrado y ha perdido fuerza. Tiene aparentemente un cuerpo enorme pero sufre de osteoporosis”.
Toda una generación –y algo más– en Irak no ha conocido otra cosa que la guerra: la que le enfrentó con Irán en la década de los ochenta, la primera guerra del Golfo en 1990, la invasión aliada en el 2003, la guerra civil después y, por fin, una versión diferente de la misma con el Estado Islámico. No es extraño, pues, que analistas y gente de la calle piensen que están a las puertas de otra confrontación. 
“No cabe duda, habrá guerra, e Irak será el primero en perderla”, dijo el editorialista Husein Rashid.
Sin ir más lejos, un elemento inquietante se ha hecho presente de nuevo ante los iraquíes. El portaaviones USS Abraham Lincoln, enviado a aguas del golfo Pérsico para amedrentar a Irán, es un viejo conocido. Desde él se bombardeó Bagdad en las dos guerras del Golfo. Fue en su cubierta donde George W. Bush habló de “misión cumplida”, abriendo una época de absoluta inestabilidad y violencia en el país árabe.

Arabia y Emiratos no ven razón para aumentar la producción de petróleo

JEDAH.- Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos estimaron este domingo que no hay razón para aumentar la producción de petróleo, a pesar de la caída en la de crudo en Irán y Venezuela.

El ministro de Energía saudita, Jaled Al Faleh, se mostró incluso preocupado por un alza de las reservas mundiales de petróleo.
"Vemos que las reservas (de petróleo) aumentan", declaró Al Faleh en la apertura de una reunión clave de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Yedá, Arabia Saudita.
"Ninguno de nosotros quiere ver que las reservas se inflen de nuevo. Debemos ser prudentes", agregó, en referencia a la situación de fines de 2018 que había llevado a una caída de los precios del crudo.
Emiratos Árabes Unidos, fiel aliado de Riad, llamó por su lado a mantener el nivel de producción de petróleo decidido por la OPEP el año pasado, en 1,2 millones de barriles diarios.
"No creo que una flexibilización de los recortes de la producción de petróleo sea la buena medida", teniendo en cuenta las condiciones actuales del mercado, afirmó el ministro emiratí de Energía, Suheil Al Mazruei.
A pesar de la caída de las exportaciones de petróleo iraní y venezolano, provocada por el restablecimiento de sanciones contra Teherán y la crisis política en Caracas, las reservas de crudo sigue subiendo, ya había indicado el sábado al llegar a Yedá.
La reunión de la OPEP, en la que participan los principales miembros de la organización pero también otros grandes productores asociados, como Rusia, tiene lugar en un contexto de aumento de las tensiones en el Golfo y guerra psicológica entre Estados Unidos e Irán.
El 12 de mayo, cuatro barcos -tres de ellos petroleros- fueron saboteados frente a Emiratos Árabes Unidos, en la entrada del Golfo. Dos días más tarde, un ataque con drones dañó un oleoducto en Arabia Saudita.
Arabia, primer exportador mundial de petróleo, juzgó este domingo que sus instalaciones petroleras tienen una buena seguridad, tras ese ataque reivindicado por rebeldes yemeníes hutíes.
"La seguridad de nuestra industria petrolera es sólida", declaró Al Faleh agregando que "Todo el mundo es vulnerable a actos extremos de sabotaje".

Arabia Saudí dice no buscar la guerra con Irán, pero responderá “con firmeza” a posibles amenazas

RIAD.- El ministro de Estado de Asuntos Exteriores saudí, Adel al Yubeir, ha asegurado que Arabia Saudí no busca iniciar una guerra con Irán, aunque responderá "con firmeza" a cualquier amenaza de ese país en un momento de tensión entre ambas naciones, principales rivales en Oriente Medio.

“Las manos de Arabia Saudí se extienden para la paz que buscamos conseguirla, mientras que el régimen iraní no busca la paz en la región”, añadió Al Yubeir esta madrugada en una rueda de prensa en Riad, y añadió que “Arabia Saudí no busca la guerra, pero responderá con firmeza ante cualquier amenaza”.
“No permitiremos a Irán llevar a cabo actos hostiles contra el reino. El reino responderá con toda la fuerza y firmeza si la otra parte escoge la guerra”, indicó.
Riad ha acusado a Teherán de ordenar el ataque el pasado 14 de mayo contra dos estaciones de bombeo de petróleo de la compañía estatal Aramco y que fue asumido por los rebeldes chiíes hutíes, a los que Arabia Saudí dice que están respaldados por Irán.
Este asalto se produjo tan solo dos días después de que cuatro buques, en los que había dos saudíes, fueron objeto de “sabotaje” cerca de la costa de Emiratos Árabes Unidos.
Además, la temperatura política en la región ha aumentado desde la última semana cuando EEUU envió al golfo Pérsico el portaaviones “Abraham Lincoln”, el buque de asalto anfibio “Arlington”, baterías de misiles antimisil “Patriot” y bombarderos, tras denunciar que había detectado “indicios” de planes ofensivos iraníes contra sus fuerzas e intereses en Oriente Medio.
“Los problemas en la región empezaron con la llegada del régimen iraní al poder, cuya constitución es exportar la revolución e la injerencia en los asuntos internos de los estados”, afirmó Al Yubeir.
En este contexto, el titular también recordó cómo su país respondió a una llamada de Irán para rescatar a un petrolero iraní que se quedó varado en la costa de la ciudad de Yeda el pasado 2 de mayo y evacuó a todo su personal.
Ayer, el Ministerio de Exteriores saudí informó de que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, recibió una llamada del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en la que discutieron “los desarrollos regionales e internacionales” y revisaron “las relaciones bilaterales”, sin dar más detalles sobre el contenido de la charla.
Las declaraciones de Al Yubeir se producían horas antes de que se inaugure la reunión del Comité Ministerial Conjunto de Supervisión encargado de verificar el compromiso pactado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros diez productores independientes, entre ellos Rusia, en Yeda.

Arabia Saudí preocupada por el aumento de las reservas mundiales de crudo

RIAD.- Arabia Saudí expresó este domingo su preocupación por el aumento de los niveles de las reservas mundiales de petróleo, durante una reunión ministerial de la OPEP y de países aliados celebrada en Yeda (Arabia Saudí).

"Ninguno de nosotros quiere que las existencias vuelvan a crecer, debemos ser cautelosos", dijo el ministro de Energía saudí, Jalid Al Falih, durante su discurso en la apertura del encuentro, que fue retransmitida por televisión.
El ministro saudí puntualizó que las reservas mundiales están en "aumento" y "los suministros son suficientes", a pesar de las caídas de producción que se han registrado en Venezuela e Irán.
El ministro emiratí de Energía, Suhail bin Mohamed Faraj al Mazuei, se expresó en términos parecidos y dijo que relajar la política de cortes de la producción "no sería una buena decisión".
"No repetiremos el error de 2018, cuando adelantamos el proceso del aumento (de la producción). En cambio, vamos a tratar el mercado con sabiduría, para que haya un equilibrio duradero", afirmó el ministro emiratí.
Desde finales de 2016, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha acordado con otros diez productores independientes, entre ellos Rusia, una reducción de los suministros de crudo para frenar la caída de los precios mundiales.
En diciembre pasado el grupo acordó profundizar los recortes hasta 1,2 millones de barriles diarios (mbd), valor que está en vigor hasta el próximo 30 de junio.
La reunión que se celebra entre hoy y el lunes en Yeda tiene como objetivo preparar el encuentro de Viena del 25 de junio en el que se decidirá si se prolongan los recortes.
Los precios del petróleo se han visto impulsados en los últimos meses por temores a una eventual escasez del suministro, atizados tanto por los recortes de producción, como por la crisis que atraviesa Venezuela y por el bloqueo económico impuesto por EEUU a Irán.
El precio del crudo Brent, la principal referencia internacional, cerró el viernes pasado a 72,21 dólares por barril.

Irán, la fragata y nosotros / Inocencio Arias *

Hay visible preocupación sobre la tensión entre Irán y Estados Unidos aunque, si uno juzga por el lugar no destacado que ocupa la noticia en la prensa europea, uno concluiría que la sangre no llegará al río. A la petición de Trump de reforzar las sanciones a Irán, que están seriamente afectando a su economía, ha seguido que buques de Arabia saudí, aliada de Estados Unidos, y de algún otro país occidental hayan sufrido pequeños atentados. Nada prueba que Irán sea el malhechor pero no se descarta que la autoría lleve la firma de un grupo afín subvencionado por los ayatollas.

En este contexto nuestro gobierno ha decidido que la fragata española Mendez Núñez que acompañaba a un gran portaaviones de Estados Unidos  salga de la formación y de los ejercicios al dirigirse ahora la escuadra estadounidense a una zona caliente. La explicación que han dado nuestras ministras es confusa y contradictoria, la de Defensa dice que es una decisión técnica (¡!) y la portavoz explica políticamente que Trump es imprevisible y no se sabe lo que puede ocurrir. 

Con todo, la decisión, aunque el antiamericanismo resulte rentable en nuestro país en fechas electorales,  es comprensible. No lo sería si hubiera otras naves occidentales que continuaban en la formación. No las había y los americanos no deberían sentirse mayormente desairados como cuando Zapatero retiró nuestras tropas de Irak dando entender que estaban en situación ilegal, lo que no era cierto, y alentando bobamente a que otros países hicieran lo propio. Son dos situaciones totalmente distintas.

La tensión, además, existe. Los servicios de inteligencia estadounidenses captan que los iraníes o sus amigos pueden atentar contra los intereses de Washington en la zona o contra las 5.200 soldados norteamericanos en Irak que han entrado en estado de alerta. 

El Departamento de Estado ha retirado a  personal de su embajada en Bagdad y el “New York Times”, aunque la credibilidad de ese periódico está en entredicho en todo lo que atañe a Trump porque ve literalmente rojo con su Presidente, señala que Trump está dispuesto a enviar más soldados a la zona.

Trump es contradictorio y osado, sobre todo verbalmente. Sin embargo, no es tonto, es muy improbable que inicie una aventura militar. Sería muy costosa y sus aliados occidentales, no así Israel y algunos árabes, están totalmente en contra de que lo haga.


(*) Embajador de España


Un ministro saudita no ve falta de oferta petrolera, pero la OPEP está dispuesta a actuar


JEDAH.- El ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid al-Falih, dijo el sábado que no ha visto escasez de suministro de petróleo porque los inventarios mundiales de petróleo siguen aumentando, especialmente en Estados Unidos, pero que la OPEP responderá a las necesidades del mercado. 

En Jedah, antes de una reunión de un comité ministerial de los principales productores de la OPEP y ajenos al grupo, incluida Arabia Saudita y Rusia, Falih dijo que la OPEP no decidirá sobre la producción hasta finales de junio, cuando el grupo tiene previsto reunirse.
“No estoy seguro de que haya una escasez de suministro, pero veremos el análisis (del mercado). Definitivamente, responderemos y el mercado estará abastecido”, dijo Falih cuando se le preguntó si se estaba considerando un aumento de la producción por las preocupaciones por la oferta.
“Pero todo indica que los inventarios siguen aumentando. Hemos visto los datos de Estados Unidos semana tras semana y hay incrementos enormes, por lo que obviamente hay abundancia de oferta”.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Rusia y otros productores, conocidos como OPEC +, acordaron reducir la producción en 1,2 millones de barriles por día (bpd) a partir del 1 de enero pasado y durante seis meses, un acuerdo diseñado para detener la acumulación de inventarios y la debilidad de los precios.

Un ministro de Emiratos Árabes Unidos dice que las existencias de petróleo suben y que la OPEP no ha terminado su labor


JEDAH.- El ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail al-Mazrouei, dijo el sábado que los inventarios mundiales de petróleo todavía se están acumulando, particularmente en Estados Unidos, y que la labor de la OPEP y sus aliados para equilibrar el mercado aún no termina. 

Mazrouei dijo a periodistas en Jedah que el cumplimiento con los cortes de suministro de petróleo es “excelente” y que estaba contento con el nivel alcanzado por Emiratos Árabes Unidos.
El funcionario habló antes de una reunión de un comité ministerial de los principales productores de la OPEP y no OPEP, incluida Arabia Saudita y Rusia, que discutirá el domingo la situación del mercado petrolero y podría recomendar un curso de acción antes de una reunión del grupo en junio.

Irán descarta la posibilidad de un conflicto, pero la tensión aumenta en la región

TEHERÁN.- El principal diplomático de Irán descartó el sábado la posibilidad de una guerra en la región, diciendo que Teherán no quiere un conflicto y que ningún país se hacía “ilusiones de que pueda enfrentarse a Irán”, informó la agencia estatal de noticias IRNA. 

Las tensiones entre Washington y Teherán han aumentado en días recientes, lo que ha hecho temer por la posibilidad de un conflicto entre Estados Unidos e Irán.
A principios de esta semana, Estados Unidos retiró parte del personal diplomático de su embajada en Bagdad tras ataques a buques petroleros en el Golfo.
“No habrá guerra porque no queremos una guerra, ni nadie tiene la idea o la ilusión de que pueda enfrentar a Irán en la región”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, a IRNA antes de terminar una visita a Pekín.
Sin embargo, en una señal de la creciente tensión en la región, Exxon Mobil evacuó al personal extranjero de un campo petrolero en el vecino Irak, y Baréin advirtió a sus ciudadanos de que regresen inmediatamente de Irak o Irán por las “condiciones inestables”.
En Washington, funcionarios pidieron precaución a los aviones comerciales estadounidenses que vuelen sobre las aguas del Golfo y del Golfo de Omán.
El presidente estadounidense Donald Trump ha reforzado las sanciones económicas y ha aumentado la presencia militar estadounidense en la región, acusando a Irán de amenazas a tropas e intereses estadounidenses. Teherán ha descrito las medidas como “guerra psicológica” y “juego político”.
“El hecho es que Trump ha dicho y reiterado oficialmente que no quiere una guerra, pero las personas a su alrededor están presionando por la guerra”, dijo Zarif.

El principal diplomático chino pide moderación a EEUU en materia de comercio e Irán

SHANGHÁI.- El máximo diplomático chino, Wang Yi, dijo al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que las recientes palabras y acciones de su país han dañado los intereses de Pekín y sus empresas, por lo que debería mostrar moderación, aseguró el sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático. 

En conversación telefónica con Pompeo, Wang dijo que Estados Unidos no debería ir “demasiado lejos” en la actual disputa comercial entre ambas naciones y agregó que China sigue dispuesta a resolver las diferencias a través de negociaciones, pero que éstas deberían ser en igualdad de condiciones.
Respecto a Irán, Wang destacó que China espera que todas las partes ejerzan moderación y actúen con cautela para evitar una escalada en las tensiones.
La portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, reconoció en un comunicado que Pompeo habló con Wang temas bilaterales y las preocupaciones de Estados Unidos sobre Irán. La funcionaria no entregó otros detalles.
Las tensiones entre Washington y Teherán han aumentado en los últimos días, lo que ha generado inquietud sobre un potencial conflicto bélico entre ambos. A principios de esta semana, Estados Unidos retiró parte del personal diplomático de su embajada en Bagdad tras unos ataques contra buques petroleros en el Golfo Pérsico.
China, por su parte, endureció el viernes el tono en su guerra comercial con Estados Unidos, lo que sugiere que la reanudación de las conversaciones entre las dos economías más grandes del mundo no tendrá sentido a menos de que Washington cambie el rumbo en la negociación.
Consultado sobre los informes de medios estatales que sugerían que no habrá más negociaciones comerciales con Washington, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, dijo el viernes que su país siempre busca resolver las disputas con Estados Unidos a través del diálogo y las consultas.

La guerra comercial acelera el cambio de sistema / Guillermo Herrera *

La guerra comercial del Presidente Trump contra los productos industriales de China y otros países puede provocar una implosión del viejo sistema financiero que dejaría el paso libre a la implantación del nuevo sistema financiero cuántico QFS.

Ni China, ni Estados Unidos están en contra del nuevo sistema. La disputa está en el liderazgo mundial que quieren tener ambos gobiernos, y el partido lo está ganando China de momento, debido a que China tiene un mayor avance tecnológico en computación cuántica. 

Pero está claro que EE.UU. no quiere perder el monopolio de su poder mundial, y por lo tanto odia la palabra ‘multilateral, porque es unilateral por naturaleza, lo lleva en sus genes de ‘Sherif’ internacional.

El aumento en los precios del petróleo por choques de oferta, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la debilidad económica de dicho país y Europa, así como la normalización de la política monetaria en el mundo están acelerando el final del actual ciclo económico.

NECESIDADES SOCIALES
Ni el pensamiento hegemónico, ni el poder real imaginan, ese horizonte más allá del capitalismo, que sólo puede estar en la capacidad social de criticar nuestro tiempo para transformar la realidad en favor de las necesidades sociales insatisfechas.

Al mismo tiempo el veto comercial a Huawei retrasará la aplicación de la telefonía 5G, que se ha demostrado dañina y agresiva contra la salud humana. Algunos identifican el 5G con el sistema cuántico, pero no sólo no están relacionados sino que el QFS tiene una tecnología mucho más avanzada que el 5G, y además no es dañino para la salud. Todo esto me hace pensar en el viejo dicho de que “Dios escribe derecho con renglones torcidos”.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos es un conflicto iniciado en marzo de 2018, después de un anuncio realizado por el Presidente Trump, consistente en la intención de imponer aranceles de 50.000 millones de dólares a los productos chinos, argumentando un historial de “prácticas desleales de comercio” y “robo de propiedad intelectual.” En represalia, el Gobierno de China impuso aranceles a más de 128 productos estadounidenses, incluyendo en particular la soja, una de las principales exportaciones de Estados Unidos a China.

TORPEDO
El anuncio del Presidente Trump supone un torpedo en la línea de flotación de este viejo sistema financiero y abre la caja de los truenos, condenándonos a entrar en un campo de minas donde lo más probable es que todos salgamos perdiendo al principio, aunque ganaremos al final.

Esta guerra entre las dos grandes potencias financieras del mundo, no ha hecho más que empezar porque al veto del 5G, está siguiendo la venta por China de bonos del Tesoro de los Estados Unidos, que hace un gran daño a la economía norteamericana.

Está por verse si el Yuan u otras monedas locales pueden hacer tambalear el trono del dólar, mientras las economías emergentes continúan sacando la cabeza para no verse afectadas por la volatilidad y por las decisiones frenéticas de Trump, en medio de una guerra de monedas sin precedentes.

La economía de Estados Unidos habría alcanzado su máximo de crecimiento en 2018, año en el que aprovechó los descuentos tributarios del Presidente Trump. Para este año, tendrá que enfrentar la guerra comercial con China, un mayor gasto fiscal, y menores utilidades corporativas. Por su parte, China se verá obligada a devaluar su moneda, afectando a los demás países emergentes.

Las perspectivas económicas y geopolíticas no son buenas de momento y el aislacionismo de EEUU irá en aumento, lo que plantea la delicada pregunta de si se puede sustituir el orden comercial liberal multilateral basado en reglas, si ahora le da la espalda el país que lo creó y lo lideró durante décadas.

DAÑOS COLATERALES
En todas las guerras que ha librado la humanidad desde el principio de los tiempos, siempre salen perdiendo ambas partes, una más que otra, pero también abren camino a un nuevo sistema de relaciones internacionales, a un nuevo orden mundial, que en este caso no coincide con el viejo modelo opresivo y obsoleto de los illuminati.

Lo bueno de esta guerra comercial es que no es sangrienta, como todas las guerras militares que nos han precedido, y que por lo tanto podemos sobrevivir a ella con la ayuda del Creador, hasta que se implante un nuevo sistema financiero más justo y equitativo.

No se puede dañar a China sin perjudicar a la economía estadounidense, debido a la gran simbiosis económica que existe entre ambas potencias, ya que muchas empresas americanas tienen su fábrica en China, por lo que al final se perjudicarán los intereses de las empresas y de los consumidores estadounidenses.

El impacto de estos aranceles será relevante. La medida beneficiará a los productores nacionales, perjudicará a los consumidores y a las empresas que utilizan estos productos, que pagarán mayores precios (sobre todo las industrias de defensa, del automóvil y de infraestructuras), y dañará a quien venda dentro de EE.UU.

Lo peor de todo es el daño que pueden hacer a la credibilidad y a la capacidad de las instituciones internacionales, que son las que diseñamos para evitar las devastadoras guerras comerciales de los años treinta del siglo pasado.

PROTECCIONISMO
El proteccionismo es una política económica que consiste en restringir las importaciones de otros países a través de métodos tales como aranceles sobre los bienes importados, cuotas de importación y una variedad de otras regulaciones gubernamentales, encareciendo así dichos bienes, de modo que no sea rentable.

Los defensores del proteccionismo afirman que las políticas proteccionistas protegen a los productores, empresas y trabajadores del sector que compite con las importaciones en el país de los competidores extranjeros. 

Sin embargo, también reducen el comercio y afectan negativamente a los consumidores en general (al aumentar el costo de los bienes y servicios importados) y perjudican a los productores y trabajadores de los sectores de exportación, tanto en el país que aplica políticas proteccionistas, como en los países protegidos. 

El Presidente Trump, proteccionista y agresivo, ha entrado en acción. El anuncio ha venido acompañado por un incendiario ‘tuit’ en el que Trump ha afirmado que “las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”, (lo dudo) lo que supone una flagrante negación de los buenos usos de la diplomacia y de las lecciones de la historia económica.

PÉRDIDA DE CONFIANZA
Con esta decisión, Trump debilita todavía más la confianza de sus aliados del G-7. Además, la medida tendrá importantes consecuencias sobre la gobernanza de la globalización y las relaciones transatlánticas.

En particular, la Unión Europea queda en una posición especialmente incómoda: podría haberse puesto de perfil para sufrir un perjuicio económico limitado, pero ha optado por plantarle cara a la Administración Trump y defender el sistema multilateral de comercio, lo que nos aboca a una escalada en el conflicto.

Por el momento, la UE ha optado por erigirse en quien plante cara al proteccionismo de Trump y defienda el sistema multilateral de comercio. Ha rechazado la propuesta de Trump de crear un área de libre comercio total en el G-7, argumentando que el comercio, más que libertad, necesita reglas legítimas que aseguren un campo de juego equilibrado.

GUERRAS COMERCIALES
Una guerra comercial consiste en la adopción por parte de uno o varios países de tarifas o barreras al comercio con uno o varios países terceros. Este término es antónimo del libre comercio.

Los economistas opinan que este tipo de guerra es muy poco productiva, con una gran influencia negativa sobre el bienestar social y económico de las naciones implicadas; sin embargo, los politólogos consideran la amenaza que supone una guerra comercial como una importante ayuda a la hora de obtener concesiones de otros tipos.

Las guerras comerciales reducen el crecimiento económico, carcomiendo la eficiencia en la asignación de recursos a nivel mundial, aumentando los precios de muchos productos, y destruyendo empleo en términos netos. Al mismo tiempo, minan la confianza entre países, y obligan a sus líderes a contraatacar ante las amenazas del otro para no quedar como parias.

Desde la segunda guerra mundial, la comunidad internacional, tomando buena nota de lo destructivos que han sido a lo largo de la historia los conflictos económicos, había optado por intentar resolver los enfrentamientos comerciales dotándose de un conjunto de reglas imbricadas en la OMC, antes GATT.

A nivel internacional, los acuerdos de la OMC (junto a otros muchos) han servido para civilizarnos y para enterrar nuestras bajas pasiones, dejando que la legitimidad del derecho internacional sustituya a la ley del más fuerte. Esto ha permitido crecer a la economía mundial, al alejar el fantasma de la guerra entre grandes potencias.



 (*) Periodista español