MANAMA.- Arabia Saudita rechazó este sábado la petición de Turquía de extraditar a los 18 saudíes acusados de haber asesinado al periodista Jamal Khashoggi, y Washington advirtió a Riad que esta crisis desestabiliza a Oriente Medio.
"Sobre
la cuestión de la extradición, estos individuos son ciudadanos
sauditas. Están detenidos en Arabia Saudita, y la investigación se
llevará a cabo en Arabia Saudita, y serán juzgados en Arabia Saudita",
declaró Adel al Jubeir durante una conferencia sobre seguridad en
Manama.
Rechaza así la petición de Turquía de extraditar a los 18 sospechosos para que sean juzgados en territorio turco.
Jamal
Khashoggi, periodista saudita crítico con el poder de Riad, de 59 años,
se exilió en Estados Unidos en 2017 y colaboraba con The Washington
Post.
El 2 de octubre, Khashoggi fue asesinado en el consulado de
su país en Estambul. Según responsables turcos, fue víctima de un
asesinato cuidadosamente planificado y perpetrado por un equipo de
agentes llegados desde Riad.
Las autoridades sauditas, después de
haber negado su muerte y ante la presión internacional, terminaron por
admitir que el periodista había sido asesinado durante una operación "no
autorizada", y de la que el príncipe heredero Mohamed bin Salmán,
considerado el hombre fuerte del reino, "no había sido informado".
Este
último denunció públicamente el asesinato y el fiscal general saudita,
Saud bin Abdalá al Muajab, que viajará el domingo a Estambul, habló el
jueves por primera vez del carácter "premeditado" del crimen.
El
secretario de Defensa estadounidenses, Jim Mattis, advirtió a Arabia
Saudita que el asesinato de Jamal Khashoggi "debe preocuparnos a todos",
pues afecta a la seguridad en la región.
"Cuando una nación deja
de respetar las normas internacionales y la ley, debilita la estabilidad
regional en el momento en que ella es más necesaria", agregó el jefe
del Pentágono, que hasta ahora se había mostrado muy discreto sobre este
caso.
Las autoridades sauditas detuvieron a 18 sospechosos, y
cesaron a cinco responsables de los servicios de seguridad, dos de ellos
cercanos al príncipe heredero.
Este asesinato, que
empañó la imagen del príncipe heredero, suscitó la indignación
internacional y afectó las relaciones de Washington con el reino, en el
que Estados Unidos se apoya para frenar la influencia de Irán en la
región.
Reunidos este sábado en Estambul, el presidente francés,
Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, acordaron tener
en el futuro "una posición coordinada a nivel europeo" sobre las
eventuales sanciones contra Arabia Saudita por el caso Khashoggi.
Macron había criticado el viernes de forma implícita el
gobierno alemán, insinuando que había actuado de forma demagógica al
haber suspendido la venta de armas a Riad.
Sin embargo, Arabia Saudí "superará" esta prueba, afirmó Jubeir este sábado.
"La
cuestión, como dije, es objeto de una investigación. Sabremos la
verdad. Los responsables deberán rendir cuentas. Y activaremos
mecanismos para que esto no vuelva a ocurrir", prometió Jubeir durante
la misma conferencia.
El jueves, la directora de la CIA, Gina
Haspel, presentó al presidente estadounidense Donald Trump "sus
conclusiones y sus análisis de su viaje a Turquía", donde se reunió con
los responsables de la investigación.
No obstante, numerosos interrogantes perduran respecto al asesinato de Khashoggi.
El cuerpo del periodista no fue hallado por el momento.
Que
Jamal Khashoggi "fue asesinado es un hecho. Pero ¿dónde está? ¿Dónde
está su cuerpo?", se preguntaba el viernes el presidente turco, Recep
Tayyip Erdogan.
La prensa y responsables
turcos anónimos implicaron al príncipe heredero saudí personalmente en
este asesinato. Pero Erdogan se abstuvo por ahora de acusarlo
directamente. Ambos conversaron por teléfono el miércoles por primera
vez desde la muerte del periodista.
La prometida turca de Jamal Khashoggi exigió el viernes que se castigue a "todos los responsables" de esta "barbarie".
"Pido que todos los responsables implicados en esta
barbarie, desde el más bajo hasta el más alto nivel, sean castigados y
llevados antes la justicia", declaró Hatice Cengiz en una entrevista al
canal turco de televisión Habertürk.
Por otro lado, Amnistía
Internacional (AI) pidió este sábado a los clubes Juventus y Milan que
boicoteen la Supercopa de fútbol italiana, cuya celebración está
prevista para enero de 2019 en Arabia Saudita.