viernes, 19 de diciembre de 2014

Tiempos difíciles para las monarquías del Golfo por la caída del petróleo


LONDRES.- Las monarquías petroleras del Golfo se preparan a vivir tiempos difíciles con la caída de los precios del crudo, tras una década de fuerte crecimiento en la que no diversificaron lo necesario sus economías, según los analistas.

El impacto del derrumbe de las cotizaciones del petróleo --han bajado un 50% en seis meses-- es duro para los seis países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG - Arabia Saudí, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán), que producen en total 17,5 millones de barriles diarios (mbd).
Con los nuevos precios perderán la mitad de sus ingresos en petrodólares, es decir unos 350.000 millones de dólares por año.
El petróleo les asegura hasta el 90% de sus ingresos por lo que inevitablemente esperan tener déficits presupuestarios en 2015.
Una reducción de gastos será necesaria, así como nuevos impuestos, y todo ello puede provocar descontento social, en un contexto de ralentización económica.
La caída de los precios del crudo ya empezó a afectar a las Bolsas de las seis monarquías, donde varias empresas cotizadas han perdido miles de millones de dólares en capitalización.
Los economistas se preocupan por la fragilidad estructural económica de las seis monarquías, pese a las enormes reservas financieras que han acumulado.
"El modelo de crecimiento que prevalece en la mayoría de los países exportadores de petróleo los hace vulnerables ante una caída sostenida de los precios del crudo", asegura el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un estudio titulado "Ya es hora de diversificar".
El economista kuwaití Jasem Al Saadun critica la excesiva dependencia del petróleo. "Los estados del Golfo han perdido la ocasión de reformar y diversificar sus economías", asegura.
La agencia de calificación financiera Standard and Poor's afirmó en un reciente informe que una caída prolongada de las cotizaciones petroleras puede afectar los grandes proyectos de infraestructura y, consecuentemente, al sector privado.
S&P rebajó las perspectivas para Arabia Saudí, Oman y Bahrein, aunque mantuvo sus notas debido a sus enormes reservas en divisas.
Según el FMI, salvo Oman y Bahrein, que ya son deficitarios, los demás miembros del CCG no se verán gravemente afectados a corto plazo, ya que pueden acudir a sus reservas estimadas en total en unos 2,5 billones de dólares. Pero ello sólo ofrece un "colchón temporal", advierte el FMI.
Arabia Saudí ha mantenido su elevado nivel de gasto, pero Kuwait ya ha ordenado que se reduzcan los gastos y se reconsideren las subvenciones a la gasolina y la electricidad.
En los Emiratos, Dubái promete aumentar las tarifas de electricidad y agua, y otros países podrían tomar medidas similares.
Según la agencia Moody's, las monarquías podrían empezar por recortes presupuestarios en "los proyectos de inversión no estratégicos", pero tarde o temprano tendrán que confrontarse a decisiones más difíciles.
"Frenar o reconsiderar el aumento de los gastos corrientes del gobierno, incluyendo una reforma de las subvenciones, será difícil ya que los gobiernos pretenden satisfacer las demandas de ayuda social", asegura Moody's.
El gasto público de las monarquías se ha disparado en los últimos 15 años, y ha pasado de 150.000 millones en total en 2000 a 547.000 millones el año pasado. Al mismo tiempo los ingresos petroleros pasaron de 100.000 millones a 729.000 millones.
El Banco Mundial llamó a los países del CCG a reducir urgentemente las subvenciones a la energía, de un importe anual de 160.000 millones de dólares. El economista Saadun considera por su lado "inevitable" que estos países introduzcan impuestos, pese a que estas medidas serían impopulares.
Sin embargo, retrasarlas podría obligar al cabo a esfuerzos mucho más drásticos, a su vez susceptibles de desencadenar disturbios sociales, estima Saadun.
"Estas medidas son políticamente sensibles, pero la alternativa sería una Primavera Árabe (revuelta social) en el Golfo. Las opciones no son fáciles" concluye.

Un ministro saudita considera imposible reducir la cuota de combustible

RIAD.- El ministro de petróleo de Arabia Saudí, Alí al Nuaimi, dijo que es imposible para su país recortar la producción de combustible motivada por la bajada de los precios en el mercado mundial. Agregó el titular que su nación considera normales las fluctuaciones de precios actuales del petróleo, cuando ya perdió la mitad de su valor desde mediados de junio pasado.

Arabia Saudí constituye el más importante miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Alí al Nuaimi consideró difícil, incluso imposible, que Arabia Saudí o la OPEP tomen cualquier medida conducente a una reducción de su parte de mercado y a un aumento de la de los otros productores no miembros del cartel.

Añadió que sobre todo es difícil actualmente controlar los precios. Reseñó que en caso de reducción de la oferta, Arabia Saudí perdería su parte del mercado y los beneficios de los precios.

Sin embargo, el titular se manifestó optimista de cara al futuro y consideró la situación actual como coyuntural y pasajera.

Alí Al Nuaimi señaló, por otra parte, que su país considera "normales" las fluctuaciones de precios actuales del petróleo -que ha perdido la mitad de su valor desde mediados de junio-, y expresó su optimismo de cara al futuro.

"Es difícil, incluso imposible, que Arabia Saudí o la OPEP tomen cualquier medida que conduzca a una reducción de (su) parte de mercado y a un aumento de la de los otros" productores no miembros del cártel, declaró a la agencia oficial SPA el ministro, cuyo país es el mayor productor de crudo de la OPEP.

"Es difícil actualmente controlar los precios", agregó, subrayando que en caso de reducción de la oferta, Arabia "habría perdido (su parte) de mercado y (los beneficios) de los precios".

El ministro se mostró además "optimista de cara al futuro, puesto que la situación que nosotros y el mundo afrontamos actualmente es coyuntural y pasajera".

"La situación que nosotros y el mundo afrontamos actualmente es coyuntural y pasajera", aseguró.

Según el ministro, la caída de los precios se explica por "varios factores concomitantes, entre ellos, una enorme desaceleración de la economía mundial, una subida de las reservas petroleras procedentes de varias regiones, entre ellas donde el coste [de extracción] es elevado, y una escasez de la demanda mundial de petróleo, más importante de lo previsto".

La cuota de la OPEP y la de Arabia Saudí, que es de 9,6 mbd de los 30 mbd del cartel, "no han cambiado en los últimos años, mientras que la de los otros productores no miembros de la OPEP aumenta constantemente", añadió el ministro saudí.

Las gestiones iniciadas en noviembre por el cartel, de cara a cooperar con estos países, no alcanzaron su objetivo, aseguró Nuaimi, quien denunció el "papel negativo de los especuladores" en el mercado petrolero. "Estos especuladores empujan los precios en una dirección o en otra para obtener ganancias, lo que contribuye a las fuertes fluctuaciones del precio", dijo Nuaimi, quien retomó un argumento desarrollado el pasado domingo por el secretario general de la OPEP, Abdalá al Badri.

Si la caída de los precios continúa, esto querrá decir que "la especulación contribuye sobremanera" al derrumbe de los precios, había declarado Badri en Dubái. El ministro aseguró, además, que el reino saudí se encuentra en una buena situación para hacer frente a la bajada de las recetas petroleras. Arabia Saudí se hizo con importantes reservas de divisas gracias a las buenas ventas de crudo de los últimos años. "El reino tiene una economía sólida, una excelente reputación mundial, una industria petrolera puntera, unos 80 clientes y enormes reservas financieras", aseguró.

Por ello, Arabia Saudí, que se dispone a desvelar sus presupuestos para 2015, "es capaz de soportar las fluctuaciones temporales en los ingresos petroleros", añadió el ministro, quien aboga por una recuperación de la economía mundial, que favorecerá un aumento de la demanda de petróleo.

 "La economía mundial, especialmente la de los países emergentes, retomará progresivamente el camino del crecimiento, relanzando al mismo tiempo la demanda mundial de petróleo", dijo Nuaimi, quien rechazó también las especulaciones sobre una "guerra de precios" alimentada por Riad. "Los análisis que vinculan las decisiones petroleras a objetivos políticos son erróneos", aseguró.

El responsable saudí de Petróleo se refería a las informaciones sobre una intransigencia de Riad respecto al mantenimiento de su cuota de mercado frente a la competencia del petróleo de esquisto, especialmente estadounidense, y de otros productores como Rusia o Irán.

Los precios del crudo bajaron casi un 50% desde junio, debido a la abundancia de la oferta, el refuerzo del dólar y la debilidad de la demanda. El rechazo en noviembre de la OPEP, bajo la presión, sobre todo, de Arabia Saudí, de limitar su producción hizo bajar nuevamente los precios. 

El rechazo por parte de la OPEP en noviembre a limitar su producción provocó que los precios cayeran aún más y perjudicó a varios miembros del cartel, especialmente a Venezuela.