RIAD.- El gigante petrolero saudi Aramco colocó este martes 12.000 millones de dólares en su primera emisión de deuda, que suscitó el entusiasmo de los inversores con una demanda récord.
Según indicó una fuente cercana a la
operación, los bonos, de 3, 5, 10, 20 y 30 años tuvieron una demanda que
llegó a superar los 100.000 millones de dólares durante la operación
pero que finalmente se estableció en 92.000 millones de dólares.
La emisión tiene el objetivo de financiar la
diversificación de la economía saudita, en particular, según el ministro
de Energía, Khalid Al Falih, una parte de la compra anunciada el mes
pasado del 70% del grupo petroquímico Sabic (en la imagen su planta en España) al fondo soberano saudita.
Aramco
solo había anunciado una operación de "tamaño benchmark", lo que en la
jerga económica significa un monto superior a mil millones de dólares,
indicó la fuente bancaria.
La petrolera quiere "establecer una
presencia permanente en los mercados de capitales mundiales", dijo el ministro de Energía Al Falih.
Además de esta emisión de
obligaciones, Arabia Saudita todavía está estudiando la posibilidad de
sacar a bolsa hasta un 5% de las acciones de la petrolera nacional.
Esto
le permitiría recaudar unos 100.000 millones de dólares y financiar con
ellos la diversificación de la economía saudita, muy dependiente del
crudo.
A la espera de su salida a
bolsa, aplazada hasta finales de 2020 o principios de 2021, la compañía
anunció la intención de comprar el 70% del grupo de petroquímica Sabic
por 69.100 millones de dólares al Fondo Público de Inversión Saudita
(PIF).
De esta manera el fondo soberano del país se beneficia de
una aportación rápida y masiva de liquidez para financiar el plan de
diversificación de la economía saudita llamado "Vision 2030" e impulsado
por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán.
Saudi Aramco tiene poderosos argumentos para atraer a los
inversores, entre ellos la reciente publicación por primera vez de sus
cuentas que revelaron que la petrolera ganó 111.110 millones de dólares
en 2018, lo que le convierte en la compañía con más beneficios del
mundo.
La cifra supera el beneficio acumulado de las petroleras
estadounidenses ExxonMobil y Chevron, la británica BP, la
anglo-holandesa Dutch Shell y la francesa total Total.
También es casi el doble que el beneficio de Apple, de 59.300 millones de dólares en su ejercicio de 2018.
Arabia
Saudita irrumpió en el mercado financiero internacional con un crédito
sindicado (una manera de conseguir financiación externa a través de
deuda) que alcanzó la cifra histórica de 17.500 millones de dólares.
En enero, Arabia Saudita recaudó 7.500 millones de dólares en una emisión de bonos con una demanda de 27.000 millones.
Se
trataba de su primera emisión desde el asesinato el 2 de octubre del
periodista Jamal Khashoggi, un caso que afectó muy negativamente la
imagen internacional de Arabia Saudita por la presunta implicación del
príncipe heredero.