viernes, 28 de septiembre de 2018

La desesperación de los médicos ante el hambre de los niños en Yemen

SANÁ.- Con la piel pegada a los huesos, un niño pequeño permanece tumbado en una cama de hospital de Yemen, demasiado cansado o hambriento como para llorar. Los médicos, impotentes, aseguran que no pueden hacer nada para ayudarlo.

Naciones Unidas afirmó recientemente que las agencias de ayuda humanitaria están "perdiendo la lucha contra el hambre" en este país, el más pobre del Golfo y arrasado por la guerra.
En las urgencias del hospital Nasr, en la ciudad de Daleh (sudoeste), al pequeño, que nació con una enfermedad neurodegenerativa, le cuesta respirar. Sus músculos están atrofiados, su estómago dilatado y sus minúsculas articulaciones son visibles bajo su débil piel.
Los pacientes padecen "unos sufrimientos horribles", dice el director del hospital, Mahmud Ali Hasan. "Necesitamos ayuda. Necesitamos una verdadera ayuda", insiste.
En un informe reciente, la oenegé Save the Children advirtió sobre "una hambruna de una amplitud sin precedentes" en Yemen, que vive la peor crisis humanitaria del mundo, según la ONU.
La ONG calcula que un millón de niños más podrían sufrir hambruna en este país de 27 millones de habitantes, elevando a 5,2 millones el número total de menores amenazados por el hambre.
Según la ONU, 3,5 millones de personas podrían sumarse a los 8 millones de habitantes que ya sufren la falta de alimentos.
La guerra entre el gobierno de Yemen, respaldado por una coalición militar liderada por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, dejó unos 10.000 muertos desde 2015.
Junto al conflicto, el alza del costo de la vida, la depreciación de la moneda y el bloqueo impuesto a Yemen impiden a millones de habitantes alimentarse correctamente.
Daleh, que se encuentra en una zona favorable al gobierno situada entre la capital Saná, controlada por los rebeldes, y Adén, en el sur y bastión del gobierno, es una ciudad olvidada, según sus habitantes.
En el hospital de Nasr, los enfermeros buscan desesperadamente medios para cuidar a sus pacientes, de los que la mayoría aún no saben leer, atarse los cordones o ni siquiera a andar.
La institución, financiada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un salvavidas para la provincia de Daleh, y otros dos vecinos, que totalizan más de 1,5 millones de habitantes.
"Recibimos pacientes de Daleh, pero también de Ibb y de Lahj", indica el directo del hospital.
"La mayoría de ellos son niños que sufren malnutrición. Cada día llegan tres o cuatro. La sala siempre está llena", lamenta.
Un bebé, con un pañal demasiado grande para su débil pelvis y mal alimentado, gime mientras los médicos le colocan un tubo por la nariz, para ayudarlo a respirar.
"Necesitamos material médico desesperadamente", sobre todo ortopédico, explica Hasan. "El gobierno y los otros dicen que dicen que intentan [proveernos] pero aún no recibimos nada".
Según el doctor Ayman Shayef, responsable del servicio de emergencias del hospital, cada semana mueren en su servicio entre tres y cuatro niños. Estos fallecimientos se deben sobre todo a la ausencia de cuidados prenatales y podrían evitarse, en opinión del médico.
"Observamos el alza del número de casos de malnutrición. Daleh es una provincia huérfana. Necesitamos ayuda".
Katba Ahmed, que vive en la provincia de Hajja (noroeste), viajó hasta el hospital Nasr para ayudar a una amiga a cuidar de su hijo enfermo.
"Un saco de harina cuesta 18.000 riales yemeníes [61 euros; 72 dólares]. Con cuatro personas en casa, ¿cuánto tiempo cree que puede durar, entre desayunos, almuerzos y cenas?", se pregunta.
Según Ahmed, la ayuda alimentaria de las organizaciones internacionales no llega a la ciudad.
"¿Por qué no la recibimos? ¿Por qué estamos desfavorecidos? ¿Por qué nos humillan?".

Irán critica el "show" de Netanyahu en la ONU sobre el "depósito atómico secreto"

NUEVA YORK.- El jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Javad Zarif, rechazó el viernes las acusaciones ante la ONU del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, según las cuales Irán dispone de un "depósito atómico secreto". 

"Ningún 'show' (...) podrá disimular el hecho de que Israel es el único régimen en nuestra región con un programa de armas nucleares 'secreto' y 'no declarado'", afirmó Zarif en un tuit.
Zarif dijo que ya era hora de que Israel "abra su (programa) ilegal de armas nucleares" a inspectores internacionales.
El jueves, Netanyahu acusó a Irán, exhibiendo mapas y fotografías ante la Asamblea General de la ONU, de tener un "depósito atómico secreto" en Teherán.
"Lo que Irán esconde, Israel lo encontrará", lanzó el dirigente israelí mostrando fotos del exterior de una construcción asegurando que señalaban la entrada del sitio, en plena capital iraní.

La ONU prolonga la investigación sobre crímenes de guerra en Yemen pese a la oposición saudí

GINEBRA.- El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó este viernes una resolución que permite prolongar durante un año la investigación sobre las acusaciones de crímenes de guerra en Yemen, a pesar de la oposición saudita.

La resolución, propuesta por Bélgica, Canadá, Irlanda, Luxemburgo y Holanda y apoyada por la Unión Europea, fue adoptada por el voto a favor de 21 de los 47 Estados presentes actualmente en el Consejo. Ocho votaron en contra y 18 se abstuvieron.
Este viernes se aprobó también otra resolución sobre Yemen presentada por Túnez en nombre del Grupo de Países Árabes, en este caso sin voto. La resolución no menciona al grupo de expertos de la ONU, pero solicita que la Comisión Nacional de Investigación en Yemen, a menudo criticada, siga abordando el conflicto.
En su informe publicado a fines de agosto, y que abarca desde septiembre de 2014 --fecha del inicio de las hostilidades en Yemen-- hasta junio de 2018, los expertos concluyeron que todas las partes enfrentadas en el conflicto cometieron potencialmente "crímenes de guerra".
El grupo de expertos, presidido por el tunecino Kamel Jendoubi, destacó que los bombardeos de la coalición dirigida por Arabia Saudita "provocaron el mayor número de víctimas civiles directas", al golpear "zonas residenciales", "mercados" e "incluso instalaciones médicas".
Este grupo de expertos fue creado hace un año por el Consejo, gracias al apoyo de países árabes. Pero Arabia Saudita y sus aliados rechazaron esta vez apoyar la resolución y pidieron que el texto fuera votado.
Se hicieron "muchos esfuerzos" para "lograr un consenso, no obstante [...] el proyecto de resolución no reflejó nuestras preocupaciones legítimas", declaró el embajador saudita ante la ONU, Abdulaziz Alwasil.
También consideró que el informe de expertos "no era equilibrado".
El ministro yemení de Derechos Humanos, Mohamed Asker, rechazó la resolución considerando que "responde a la voluntad del país de politizar la situación" en su país.
Desde marzo de 2015, cuando Arabia Saudita y sus aliados entraron en el conflicto, unas 10.000 personas han perdido la vida en la guerra, la mayoría civiles, y 56.000 resultaron heridas.
Según la ONU, tres de cada cuatro yemeníes necesitan hoy ayuda, especialmente de alimentos, y el país vive bajo la amenaza de una tercera ola de cólera.
La guerra en Yemen enfrenta a las fuerzas progubernamentales, apoyadas por los sauditas y emiratíes, y a los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, que controlan vastos territorios, entre ellos la capital Saná.