EL CAIRO.- El Gobierno egipcio
y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han alcanzado un acuerdo
preliminar sobre un préstamo de 12.000 millones de dólares en tres años,
anunció hoy ese organismo y el Banco Central egipcio.
Una misión del FMI llegó el 30 de julio de visita a El Cairo para
negociar con las autoridades un programa financiero de respaldo a
Egipto, que sufre una crisis económica desde 2011 debido al desplome del
turismo y de las inversiones extranjeras por la inestabilidad.
El acuerdo está pendiente de ser aprobado por la Ejecutiva del FMI,
que analizará este punto en las próximas semanas, según el comunicado
del organismo emitido al término de la visita.
El Fondo busca apoyar el programa de reforma económica aprobado por
el Parlamento egipcio para mejorar el funcionamiento de los mercados de
divisas, reducir el déficit presupuestario y la deuda, así como aumentar
el crecimiento.
El responsable de la misión del FMI, Chris Jarvis, explicó que el
programa prevé que la deuda se reduzca de un 98 por ciento del Producto
Interior Bruto (PIB) en el periodo 2015-2016 a alrededor del 88 por
ciento en 2018-2019.
"El objetivo es aumentar los ingresos y racionalizar el gasto, para
reducir el déficit y para permitir que los fondos públicos se destinen a
sectores prioritarios como la infraestructura, la sanidad, la educación
y la protección social", dijo Jarvis.
En ese sentido, detalló que el programa pretende que el déficit
llegue al 5,5 por ciento del PIB al final de los tres años que dura el
programa.
Para ello, se continuarán con las medidas iniciadas en 2014 para
racionalizar los subsidios a la energía, como demostró esta semana el
Gobierno con el anuncio del aumento de los precios de la electricidad
entre un 25 y un 40 por ciento de manera retroactiva desde el pasado 1
de julio.
Al mismo tiempo, según Jarvis, continuará o aumentará el apoyo del
Gobierno a los subsidios para la alimentación, además de las
transferencias para los más desfavorecidos.
"La política monetaria y de tipo de cambio del Banco Central pretende
mejorar el funcionamiento del mercado del cambio extranjero, aumentar
las reservas de divisas y disminuir la inflación a niveles de una sola
cifra", añadió el representante del FMI.
También agregó que es necesario que Egipto adopte una política de
"tipo de cambio flexible", ya que "reforzará la competitividad, apoyará
las exportaciones y el turismo, y atraerá inversiones extranjeras", lo
que "impulsará el crecimiento y la creación de empleo, y reducirá las
necesidades financieras".
Asimismo, se avanzará en la agenda de reformas estructurales para
ayudar a aumentar la inversión extranjera y fortalecer el papel del
sector privado.
El gobernador del Banco Central egipcio, Tarek Amr, dijo por su parte
en una rueda de prensa que "las intensas conversaciones mantenidas
durante los últimos meses llevaron al éxito de las negociaciones".
La agencia egipcia de noticias, MENA, precisó que los 12.000 millones
de dólares aportados por el FMI son parte de los 21.000 millones que
representan el objetivo de financiación del Gobierno egipcio en los
próximos tres años.
El resto procederá de la emisión de bonos del Estado y de la
financiación del Banco Mundial y de otras fuentes, como el Banco
Africano de Desarrollo.
La inestabilidad en Egipto ha provocado un desplome en las fuentes de
ingresos que ha llevado a que las reservas de divisas se sitúen en unos
17.500 millones de dólares, muy por debajo de los 36.000 millones que
había en las arcas antes de la revolución de 2011.