WASHINGTON.- El director nacional de Inteligencia norteamericano, James R. Clapper, acusó a Corea del Norte, Irán, China, Rusia y al grupo Estado Islámico, como potenciales amenazas a la seguridad a nivel global, en el informe presentado ante el Senado.
El alto funcionario explicó que la República Popular Democrática de
Corea (RPDC) incrementó el servicio de enriquecimiento de uranio y
plutonio y reinició un reactor que podría comenzar a recuperar
combustible gastado en semanas o meses, destaca el sitio digital de la
CBS News.
Clapper comentó a los legisladores de la Cámara Alta que Pyongyang había progresado en sus intenciones anunciadas en 2013 para renovar y reiniciar las instalaciones nucleares, que incluyen la instalación de enriquecimiento de uranio en Yongbyon, y su reactor de producción de plutonio moderado por grafito, cerrado en 2007.
"Evaluamos además que la RPDC ha estado operando el reactor el tiempo suficiente para que pudiera comenzar a recuperar el plutonio del combustible gastado del reactor en cuestión de semanas a meses", subrayó.
El jefe de la inteligencia norteamericana reiteró sus acusaciones contra la República Islámica de Irán, a quien calificó como un estado patrocinador del terrorismo, poniendo en duda las afirmaciones de Teherán sobre el uso pacífico de sus investigaciones nucleares.
Señaló además como un "peligro" a la seguridad global, y en particular de Estados Unidos, las supuestas amenazas informáticas de China, Rusia y Corea del Norte, países a los que acusó de presuntos atacantes cibernéticos a los sistemas gubernamentales y la industria estadounidense.
En el caso particular de Rusia, Clapper afirmó que las ciberoperaciones de Moscú están dirigidas a acopiar informaciones vinculadas a las crisis que ocurren en Ucrania y Siria.
Acerca del grupo terrorista Estado Islámico (EI), el funcionario estadounidense dijo ante el pleno del Senado que seguirán conspirando contra los intereses de Estados Unidos en el extranjero, y que eventuales ataques seguirán planteando la amenaza más significativa de los extremistas violentos.
"La percepción de éxito de los ataques violentos en Europa y América del Norte, tales como los de Chattanooga y San Bernardino, podría motivar a otros a replicar acciones oportunistas con poca o ninguna advertencia, disminuyendo nuestra capacidad para detectar la planificación operativa y la disposición de las células terroristas," enfatizó.
Clapper comentó a los legisladores de la Cámara Alta que Pyongyang había progresado en sus intenciones anunciadas en 2013 para renovar y reiniciar las instalaciones nucleares, que incluyen la instalación de enriquecimiento de uranio en Yongbyon, y su reactor de producción de plutonio moderado por grafito, cerrado en 2007.
"Evaluamos además que la RPDC ha estado operando el reactor el tiempo suficiente para que pudiera comenzar a recuperar el plutonio del combustible gastado del reactor en cuestión de semanas a meses", subrayó.
El jefe de la inteligencia norteamericana reiteró sus acusaciones contra la República Islámica de Irán, a quien calificó como un estado patrocinador del terrorismo, poniendo en duda las afirmaciones de Teherán sobre el uso pacífico de sus investigaciones nucleares.
Señaló además como un "peligro" a la seguridad global, y en particular de Estados Unidos, las supuestas amenazas informáticas de China, Rusia y Corea del Norte, países a los que acusó de presuntos atacantes cibernéticos a los sistemas gubernamentales y la industria estadounidense.
En el caso particular de Rusia, Clapper afirmó que las ciberoperaciones de Moscú están dirigidas a acopiar informaciones vinculadas a las crisis que ocurren en Ucrania y Siria.
Acerca del grupo terrorista Estado Islámico (EI), el funcionario estadounidense dijo ante el pleno del Senado que seguirán conspirando contra los intereses de Estados Unidos en el extranjero, y que eventuales ataques seguirán planteando la amenaza más significativa de los extremistas violentos.
"La percepción de éxito de los ataques violentos en Europa y América del Norte, tales como los de Chattanooga y San Bernardino, podría motivar a otros a replicar acciones oportunistas con poca o ninguna advertencia, disminuyendo nuestra capacidad para detectar la planificación operativa y la disposición de las células terroristas," enfatizó.