MADRID.- Las ventas de armas a países del Golfo Pérsico por parte de España han sido cuestionados por
varios grupos parlamentarios de la oposición, como ERC e Izquierda
Plural, dada su dudosa condición democrática.
García Legaz ha recordado
que, en las últimas décadas, esos países han sufrido ataques a su
integridad territorial (como la invasión de Kuwait) y es "lógico" que
cuenten con necesidades de Defensa. "Y que cuenten con la industria
española en lugar de la francesa o la británica, pone de relevancia las
capacidades de nuestra industria", ha añadido.
También, y ante las preguntas de Joan Tardà, de ERC, el secretario
de Estado ha querido dejar claro que, aun cuando Juan Carlos I haya
cumplido magníficamente como Jefe del Estado para propiciar el clima adecuado
para las exportaciones españolas, los contratos no los firma él, sino
las empresas con el Gobierno de Arabia Saudí
Por otro lado, y además de la suspensión definitiva de licencias
de venta de armamento a Egipto por las revueltas del país, el secretario
de Estado ha informado de que el Gobierno denegó en 2013 dos acuerdos
previos de exportación a Taiwan, uno de vehículos aéreos no tripulados y
otro de espoletas de granada, ante el riesgo de agravamiento de la
tensión regional.
En cuanto al material policial y de seguridad, en 2013 alcanzaron
4,7 millones de euros, especialmente con destino a Túnez --el 42,6% (2
millones)--, Perú --31% y 1,4 millones-- y Venezuela --16,8% y 800.000
euros--. Las exportaciones supusieron sólo un 14% de lo autorizado, que
era de 33,3 millones.
Respecto a las operaciones de armas de caza y deportivas
(principalmente cartuchos), las exportaciones alcanzaron los 50,9
millones de euros, sobre todo con destino a Estados Unidos, con 19,6
millones que representaron el 38,5%.
España duplicó en 2013 sus ventas de material
de Defensa con respecto al año anterior, alcanzando unas exportaciones
de 3.907,9 millones de euros, gracias principalmente a una serie de
operaciones con Emiratos Árabes Unidos (EAU), Australia y Arabia Saudí,
principalmente.
Así lo ha dado a conocer en el Congreso el secretario de Estado de
Comercio, Jaime García Legaz, quien achaca este "sustancial aumento"
por la diferencia en el número de aviones militares transportados, 33 en
2013 frente a 12 el año anterior. De hecho, la venta de aeronaves
supuso el 70,5% del total (2.756,7 millones), frente al 16,4% (642,8
millones) que representaron los buques de guerra.
También subieron las ventas a países de la Unión Europea, de 746
millones a 1.414 millones, pero ya sólo suponen el 36,2% del total,
cuando en 2004 representaban el 79% y en 2005 estaban en el 59,8%. Reino
Unido (incluyendo dos aviones de reabastecimiento), Francia (seis
aviones de transporte), Alemania, Italia, Grecia y Polonia (dos aviones
de transporte) fueron los principales destinatarios.
Los países de la OTAN absorbieron un 38,3% por ciento de las
exportaciones con 1.497,4 millones de euros, y el resto, un total de 21
Estados, coparon el 61,3% de las operaciones, por un importe de 2.396
millones.
Entre ellos destacan los contratos de venta de material de defensa
a EAU, Australia y Arabia Saudí que sumaron 1.732 millones, lo que
supone el 44,4% de las exportaciones totales. En concreto, los Emiratos
adquirieron material por 717 millones, incluyendo tres aviones de
reabastecimiento en vuelo y bombas de aviación; Australia compró por
609,1 millones (un buque de guerra y bloques para otro), y Arabia Saudí
otros 406,4 millones (dos aviones de reabastecimiento y munición de
artillería).
En cuanto a la exportación de productos y tecnologías de doble
uso, se produjo una caída del 35,2% con relación a 2012, año en que se
vendieron dos generadores de vapor por valor de 81,7 millones. Sin otra
operación de ese calado, en 2013 sólo se llegó a 151,6 millones.
China copó la quinta parte de esas exportaciones, con un volumen
de 30,6 millones, pero destaca especialmente el hecho de que Irán,
sometido a sendos embargos de Naciones Unidas y la UE, haya sido el
segundo destino, con contratos que sumaron 21,5 millones (el 14,2% del
total) y que consistieron, básicamente, en tubos de acero inoxidable
para el sector siderúrgico y válvulas con repuestos para las industrias
de generación de energía, petroquímica, del petróleo y del gas.