NUEVA YORK.- El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, no
cree que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiera una
guerra con Irán, pero dijo que el republicano podría ser arrastrado a un
conflicto.
“No creo que él quiera una guerra”, dijo Zarif en una
entrevista con Reuters en la misión iraní ante Naciones Unidas en Nueva
York. “Pero eso no excluye que pueda ser arrastrado a una”.
Zarif
dijo que el llamado “equipo B”, que incluye al asesor de seguridad John
Bolton, y el conservador primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu,
podrían incitar a Trump a entrar en un conflicto con la república
islámica.
“Aquellos que han diseñado las políticas que se están
aplicando no quieren simplemente una solución negociada. Pero permítanme
aclarar que Irán no está buscando una confrontación, aunque se
defenderá”, señaló el funcionario.
En comentarios un tanto
crípticos, Zarif también advirtió sobre la posibilidad de que haya gente
que pueda intentar “planear un accidente” para desencadenar una crisis
más amplia.
Las tensiones entre Teherán y Washington han
aumentado desde que Trump retiró el año pasado a Estados Unidos de un
acuerdo nuclear internacional con Irán y comenzó a aumentar las
sanciones en su contra.
A
principios de este mes, Washington puso en una lista negra a la Guardia
Revolucionaria iraní y exigió a los compradores de petróleo de Teherán
que suspendan sus importaciones en mayo ya que en caso contrario
afrontarán sanciones.
La decisión estadounidense sobre la Guardia
Revolucionaria marca la primera vez que una nación califica a las
fuerzas armadas de otro país como una organización terrorista.
Zarif
sostuvo que Irán actuará con “prudencia” en respuesta a lo que
considera políticas peligrosas de Estados Unidos. Como ejemplo, dijo que
su país todavía permite que los buques de guerra de Estados Unidos
pasen por el Estrecho de Ormuz, la arteria petrolera más importante del
mundo.
El canciller catalogó como “absurda” la decisión sobre la
Guardia Revolucionaria, pero sugirió que Irán no planea responder
militarmente a menos que Estados Unidos cambie las reglas que guían su
interacción con las fuerzas iraníes. El Ejército estadounidense no ha
sugerido que su comportamiento vaya a cambiar.
“Ejerceremos
prudencia, pero eso no significa que si Estados Unidos cambiara las
reglas del juego o cambiara las reglas de su compromiso, se saldrá con
la suya”, remarcó.
El presidente iraní, Hassan Rouhani, y
algunos comandantes militares de alto rango han amenazado con
interrumpir los envíos de petróleo de los países del Golfo si Washington
intenta ahorcar las exportaciones de crudo de Teherán.
El
Estrecho de Ormuz, por donde se pasa un tercio del petróleo
transportado por mar del mundo, conecta a los productores de crudo de
Oriente Medio con los mercados de Asia-Pacífico, Europa y América del
Norte.
Cuando se le preguntó si los buques de guerra de Estados
Unidos todavía podían pasar por el Estrecho de Ormuz, el veterano
diplomático que ha sido ministro de Relaciones Exteriores durante más de
seis años, dijo: “Pueden atravesarlo”.
“Si Estados Unidos desea
seguir observando las reglas del juego, los canales de comunicación,
los protocolos actuales, entonces, a pesar del hecho de que consideramos
la presencia de Estados Unidos en el Golfo Pérsico como inherentemente
desestabilizadora, no vamos a tomar ninguna acción”, señaló.
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