SIDNEY.- El gigante petrolero británico BP renunció el martes a su
controvertido proyecto de perforación en la gran bahía australiana, una
victoria para los defensores del medioambiente seis años después de la
catástrofe ecológica del Golfo de México.
La 'major'
quería perforar cuatro pozos de exploración a profundidades que iban
hasta 2.500 metros frente a las costas del Estado de Australia
meridional, para saber si podían extraerse cantidades explotables de gas
o petróleo.
Pero su proyecto fue varias veces
rechazado por la Nosepma, la autoridad oficial australiana competente,
por no respetar los criterios medioambientales requeridos.
Las organizaciones ecológicas estaban abiertamente contra
este proyecto debido a la riqueza de la fauna y de la flota en la Gran
bahía. Y no cesaban de recordar la responsabilidad del gigante petrolero
británico en la enorme marea negra provocada por la explosión de su
plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México.
Fueron
necesarios entonces 87 días para detener la fuga del pozo de petróleo
ubicado a 1.500 metros bajo el nivel del mar. La marea negra se extendió
sobre una superficie equivalente a la de Virginia, contaminando las
playas de cinco estados norteamericanos.
Para gran sorpresa general, BP anunció el martes el abandono de este proyecto australiano.
"Hemos
estudiado minuciosamente nuestro proyecto de exploración en la Gran
bahía australiana pero, en el contexto externo actual, solamente
lanzamos exploraciones en regiones pioneras si son competitivas y
conformes a nuestros objetivos estratégicos" declara en un comunicado la
directora ejecutiva de BP para la exploración y la producción en
Australia, Claire Fitzpatrick.
"Tras una profunda reflexión, creemos que tal no es el caso de nuestro proyecto en la Gran bahía" agrega.
La
ONG Wilderness Society exhortó de inmediato a los competidores de BP,
como el estadounidense Chevron o el australiano Santos, a que también
dejen en paz a la Gran bahía.
Se trata de una zona
donde dan a luz las ballenas australes, y que alberga un santuario para
el gran tiburón blanco, el león de mar australiano, el albatros o el
águila pescadora.
"Si BP, pese a toda su experiencia,
no sabe presentar un plan de perforación aceptable para la Nosepma, las
demás compañías que exploran la Gran bahía harían perder el dinero a sus
accionistas si prosiguen con esta quimera" declaró el director nacional
de la Wilderness Society, Lyndon Schneiders.
Greenpeace, por su lado, consideró que BP no debió nunca contemplar una perforación en "semejante naturaleza virgen".
"Este
anuncio será especialmente celebrado por las comunidades que viven en
el litoral de la Gran bahía australiana, como las personas que trabajan
en el turismo, los ostricultores y los pescadores que dependen de su
subsistencia", declaró Nathaniel Pelle, de Greenpeace Australia.
La
factura de la catástrofe de Deepwater Horizon, que causó la muerte de
11 personas y provocó la fuga de 507 millones de litros de petróleo en
el mar, supone una factura para BP que se eleva hasta ahora a más de
61.000 millones de dólares.
Esta gigantesca suma
incluye las sumas pagadas para limpiar las costas, para hacer frente a
las multas impuestas por las diversas autoridades estadounidenses y para
indemnizar a empresas y particulares víctimas de la peor catástrofe
medioambiental de la historia de Estados Unidos.
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