DOHA.- Los seis países
árabes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) se verán obligados a
introducir un impuesto sobre el valor añadido (IVA) en 2018, que sería
de un cinco por ciento, para compensar el impacto de la depreciación del
petróleo en sus presupuestos generales.
Está
previsto que la medida se anuncie próximamente, después de que
en febrero los miembros del CCG -Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos,
Qatar, Kuwait, Baréin y Omán- llegaron a un principio de acuerdo para
introducir el IVA en la región en un plazo de dos años.
El anuncio se espera en los próximos dos o tres meses, según dijo el analista de la auditora Deloitte, Rami Qudah, el cual estimó que
el nuevo impuesto será del cinco por ciento.
Aún así, los gobiernos del CCG todavía tienen que establecer los
detalles del mismo, cómo se aplicará y en qué productos o servicios.
Por su parte, Mahmud Abdelatif, director del Centro de Emprendedores
de la Universidad de Catar, consideró que un impuesto del cinco por
ciento sería adecuado para "asegurar una fuente de ingreso", sin tener
un "impacto negativo sobre el consumo".
Asimismo, Abdelatif aseguró que se gravarán con un cinco por ciento
los productos "de lujo", pero no los básicos, como los medicamentos u
otros bienes de primera necesidad.
Ambos expertos coincidieron en que podría registrarse un impacto
negativo sobre la economía, pero solo a corto plazo, porque el mercado
se adaptaría a la introducción de este nuevo elemento.
Con el IVA, las economías dependientes de los hidrocarburos buscan
diversificar sus fuentes de ingresos, ya que entre el 70 y el 95 por
ciento de los ingresos totales de las seis 'petromonarquías' del golfo
entre 2011 y 2014 procedieron del gas y el petróleo, según el Fondo
Monetario Internacional (FMI).
"En este momento, la prioridad y el objetivo a largo plazo es
establecer (...) un sistema fiscal en los países del CCG con una cartera
diversificada de fuentes de ingresos, IVA incluido, y en el futuro,
otros impuestos como los personales", explicó Amr Ragab, profesor de
Economía en el Centro de Estudios Superiores de Doha.
Actualmente solo dos países del golfo cuentan con imposiciones sobre
algunos bienes o servicios, como Omán -que aplica el cinco por ciento a
las facturas de hoteles y restaurantes- o Bahréin, que grava un doce por
ciento la gasolina.
Pero Ragab advirtió de que los ingresos generados por la introducción
del IVA u otros impuestos no pueden compensar las pérdidas registradas
por el drástico descenso de los precios del crudo, que se ha devaluado
un 75 por ciento en el último año y medio.
Esto ha obligado a las ricas monarquías del Golfo, incluido el gran
productor Arabia Saudí, a llevar a cabo recortes en sus presupuestos
generales para tratar de limitar el déficit público.
Un informe reciente del FMI sobre perspectivas económicas indica que
el déficit fiscal aumentará en los países de la región a pesar de las
medidas que se están tomando para "frenar el gasto, suprimir subsidios y
aumentar los ingresos".
Sin embargo, el mismo informe señala una mejora en la tasa de
crecimiento de las seis economías del CCG, del descenso del 3,3 por
ciento el año pasado, a un 1,8 en 2016, hasta un repunte de más del 2
por ciento "a medio plazo".
Con la vista puesta en posibles medidas para paliar el impacto de la
bajada del precio del petróleo, Qatar hospeda hoy una reunión de
países productores de todo el mundo, los cuales buscarán fórmulas para
estabilizar el valor del barril en los mercados internacionales.
El pasado febrero, Arabia Saudí, Qatar, Rusia y Venezuela acordaron
congelar los niveles de producción de petróleo a los de enero de 2016,
precisamente con el objetivo de frenar el descenso del precio del crudo
en un mercado sobresaturado.
Aún así, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) consideró en su
informe de este mes que un acuerdo de congelación de producción tendría
un "impacto limitado en el suministro físico de petróleo" y, por tanto,
en el precio del mismo.
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