DOHA.- Con la premisa de que el exceso de oferta podría agravarse y la
ausencia de Irán en la reunión de este domingo de los principales
productores de petróleo, crece la incertidumbre en torno a la
posibilidad de equilibrar los precios del crudo.
Un acuerdo entre los grandes suministradores podría reducir la actual
sobre entrega del carburante, que ha contribuido a la caída en un 60 por
ciento de su valor a nivel internacional desde junio de 2014.
Adicionalmente estimularía los precios y aliviaría las finanzas de los países productores, que se han encontrado de pronto con enormes déficits presupuestarios y están obligados a reducir sus gastos, en particular las ricas monarquías del Golfo, según los analistas.
La decisión de Teherán de no asistir al encuentro equivale a desvincularse de una posible congelación de la producción para elevar los precios muy deprimidos por exceso de oferta.
Directivos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anunciaron que Irán manifestó que no se unirá al plan para estabilizar los precios del petróleo mientras no vuelva a su nivel de producción y de exportación previo a las sanciones internacionales.
Los mayores productores de crudo intentarán este domingo desarrollar una estrategia que permita una recuperación en la cotización del crudo en la segunda mitad del año, cuando -según las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía- la demanda en los mercados aumentará.
En la cita se evaluará el acuerdo alcanzado en febrero por Arabia Saudíta, Qatar, Rusia y Venezuela, que decidieron topar los niveles de producción a los registrados en enero último, y se estudiará la posibilidad de ampliar este pacto a los principales productores.
Aunque la mayoría de los inversores confían en que la reunión concluya con un acuerdo que permita congelar la producción, una encuesta realizada por Bloomberg muestra a 40 analistas divididos a partes iguales.
Entre los expertos que consideran que sí habrá acuerdo, estos no esperan, sin embargo, que tenga un impacto real en la cantidad de crudo que se moverá en el mercado, pues se torna una decisión muy incierta aun cuando Moscú y Arabia Saudita han enviado señales positivas al mercado.
De llegar a un acuerdo, la medida ajustará el balance mundial de crudo y estimulará los precios al menos a corto plazo, un equilibrio de los balances globales en aproximadamente 500 mil barriles diarios que generaría un déficit en el mercado en el tercer trimestre del año, de acuerdo con cálculos del jefe de materias primas en Bank of America Merrill Lynch, Francisco Blanch.
Para el especialista, se trata de un avance tímido, aunque bienvenido, porque Arabia Saudita, el mayor productor de la OPEP, insiste en que la reunión no conllevará a una reducción de la producción sino a una congelación para frenar el crecimiento del suministro del mercado.
Bank of America Merrill Lynch estima que esa propuesta, sin la participación de Irán, u otra más radical en la que si pudiera estar presente ese país, estimularía los precios por encima de los 50 dólares por barril.
Ese valor es considerado asumible tanto por exportadores como consumidores, lo cual deja atrás la idea de una vuelta a los 100 dólares el tonel registrado en 2014.
A comienzos de esta semana Rusia y Arabia Saudita reiteraron su compromiso de limitar la extracción de petróleo, en el cual Moscú mantiene la idea de conservar durante todo el año los niveles de enero, cuando aumentó un 1,5 por ciento respecto a 2015.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que Irán ha insistido en recuperar su cuota de mercado previa a 2012, lo que incrementaría la producción hasta los 3,2 millones barriles diarios, por lo que a la vista no apoya la propuesta de congelar las entregas de crudo.
De mucho resulta la posición Venezuela, Ecuador, México y Colombia, que el pasado 8 de abril pactaron un criterio conjunto con vistas a la cita de Qatar, y en el que coincidieron en la necesidad de balancear la producción y la demanda de crudo para alcanzar un precio equilibrado.
Paras las autoridades ecuatorianas, los principales productores latinoamericanos deben tener "una influencia positiva en las discusiones y decisiones que serán adoptadas por los países miembros de la OPEP y otros productores el próximo domingo 17".
Una nota diplomática de esa nación afirma que la acción conjunta y coordinada de los países productores de petróleo, ya sean grandes, medianos o pequeños, tendría un efecto positivo en la recuperación de la estabilidad del mercado.
América Latina y el Caribe son el tercer productor mundial de petróleo, una región que bombea ocho millones de barriles diarios del carburante, de los cuales exporta cinco millones.
El pasado mes, el volumen de crudo de la OPEP se situó en 32,25 millones de barriles al día, unos 15.000 más que el anterior, mientras los países no miembros del cartel aumentaron su producción en 160.000 toneles diarios.
Adicionalmente estimularía los precios y aliviaría las finanzas de los países productores, que se han encontrado de pronto con enormes déficits presupuestarios y están obligados a reducir sus gastos, en particular las ricas monarquías del Golfo, según los analistas.
La decisión de Teherán de no asistir al encuentro equivale a desvincularse de una posible congelación de la producción para elevar los precios muy deprimidos por exceso de oferta.
Directivos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) anunciaron que Irán manifestó que no se unirá al plan para estabilizar los precios del petróleo mientras no vuelva a su nivel de producción y de exportación previo a las sanciones internacionales.
Los mayores productores de crudo intentarán este domingo desarrollar una estrategia que permita una recuperación en la cotización del crudo en la segunda mitad del año, cuando -según las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía- la demanda en los mercados aumentará.
En la cita se evaluará el acuerdo alcanzado en febrero por Arabia Saudíta, Qatar, Rusia y Venezuela, que decidieron topar los niveles de producción a los registrados en enero último, y se estudiará la posibilidad de ampliar este pacto a los principales productores.
Aunque la mayoría de los inversores confían en que la reunión concluya con un acuerdo que permita congelar la producción, una encuesta realizada por Bloomberg muestra a 40 analistas divididos a partes iguales.
Entre los expertos que consideran que sí habrá acuerdo, estos no esperan, sin embargo, que tenga un impacto real en la cantidad de crudo que se moverá en el mercado, pues se torna una decisión muy incierta aun cuando Moscú y Arabia Saudita han enviado señales positivas al mercado.
De llegar a un acuerdo, la medida ajustará el balance mundial de crudo y estimulará los precios al menos a corto plazo, un equilibrio de los balances globales en aproximadamente 500 mil barriles diarios que generaría un déficit en el mercado en el tercer trimestre del año, de acuerdo con cálculos del jefe de materias primas en Bank of America Merrill Lynch, Francisco Blanch.
Para el especialista, se trata de un avance tímido, aunque bienvenido, porque Arabia Saudita, el mayor productor de la OPEP, insiste en que la reunión no conllevará a una reducción de la producción sino a una congelación para frenar el crecimiento del suministro del mercado.
Bank of America Merrill Lynch estima que esa propuesta, sin la participación de Irán, u otra más radical en la que si pudiera estar presente ese país, estimularía los precios por encima de los 50 dólares por barril.
Ese valor es considerado asumible tanto por exportadores como consumidores, lo cual deja atrás la idea de una vuelta a los 100 dólares el tonel registrado en 2014.
A comienzos de esta semana Rusia y Arabia Saudita reiteraron su compromiso de limitar la extracción de petróleo, en el cual Moscú mantiene la idea de conservar durante todo el año los niveles de enero, cuando aumentó un 1,5 por ciento respecto a 2015.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que Irán ha insistido en recuperar su cuota de mercado previa a 2012, lo que incrementaría la producción hasta los 3,2 millones barriles diarios, por lo que a la vista no apoya la propuesta de congelar las entregas de crudo.
De mucho resulta la posición Venezuela, Ecuador, México y Colombia, que el pasado 8 de abril pactaron un criterio conjunto con vistas a la cita de Qatar, y en el que coincidieron en la necesidad de balancear la producción y la demanda de crudo para alcanzar un precio equilibrado.
Paras las autoridades ecuatorianas, los principales productores latinoamericanos deben tener "una influencia positiva en las discusiones y decisiones que serán adoptadas por los países miembros de la OPEP y otros productores el próximo domingo 17".
Una nota diplomática de esa nación afirma que la acción conjunta y coordinada de los países productores de petróleo, ya sean grandes, medianos o pequeños, tendría un efecto positivo en la recuperación de la estabilidad del mercado.
América Latina y el Caribe son el tercer productor mundial de petróleo, una región que bombea ocho millones de barriles diarios del carburante, de los cuales exporta cinco millones.
El pasado mes, el volumen de crudo de la OPEP se situó en 32,25 millones de barriles al día, unos 15.000 más que el anterior, mientras los países no miembros del cartel aumentaron su producción en 160.000 toneles diarios.
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