MANAMA.- El príncipe heredero de Bahréin, Salman, animó hoy a España a negociar nuevos proyectos conjuntos culturales y económicos, sobre todo en infraestructuras, y alabó ante el rey Juan Carlos la transición democrática española como ejemplo para las reformas políticas que desea impulsar en su país.
Salman bin Hamad al Jalifa, una de las figuras del régimen bareiní
más respetadas por la oposición moderada, participó junto a don Juan
Carlos en un encuentro empresarial al que asistió una cincuentena de
autoridades y altos ejecutivos de los dos países, entre ellos los
ministros españoles Pedro Morenés (Defensa), Ana Pastor (Fomento) y José Manuel Soria (Industria, Energía y Turismo).
El monarca español, que a su llegada a Manama fue recibido por el rey
Hamad, con quien mantuvo una primera conversación antes de presidir la
firma de dos acuerdos bilaterales en materia de defensa y turismo,
pronunció en este foro un discurso en inglés, en el que invitó a Bahréin a
reforzar su cooperación económica con España, un país que, según
recalcó, "está dejando atrás la recesión".
España "ha recuperado competitividad", afronta un escenario de
crecimiento "más prometedor" y es un puente privilegiado para operar en
algunos de los mercados más atractivos del mundo, subrayó don Juan
Carlos, quien apostó por aumentar la presencia española en áreas
estratégicas de Bahréin como energías renovables, gestión del agua,
tecnología de la información e infraestructuras de transporte.
También confió en una mayor afluencia de turistas y estudiantes
bareiníes a España y respaldó los proyectos para promover la enseñanza
del español en este país insular del Golfo Arábigo, cuya población
nativa ronda los 700.000 habitantes, con una renta per cápita superior a
32.000 dólares.
Al margen de las iniciativas económicas, destacó la necesidad de
trabajar juntos, en colaboración con los socios de ambas naciones en la
Unión Europea y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), para ayudar a
resolver conflictos internacionales.
El primer ministro de Bahréin, Jalifa bin Salman al Jalifa, que
encabeza el Ejecutivo desde 1971 y es ya el jefe de Gobierno más
veterano del mundo, dio la bienvenida al monarca español en el Palacio
Gudaibiya, pero fue el príncipe Salman quien asumió el protagonismo en
el foro empresarial, con un llamativo discurso político-económico en el
que homenajeó a la figura de Adolfo Suárez.
Más allá del llamamiento a los empresarios españoles para que
aprovechen las oportunidades que ofrece la sólida economía de su país en
el ámbito financiero o en el desarrollo de infraestructuras por 4.300
millones de dólares, ensalzó al recientemente fallecido expresidente de
Gobierno Adolfo Suárez por favorecer la transición a la democracia en
una España que él compara con el actual Baréin.
El príncipe Salam, hijo mayor del rey Hamad -que le
nombró primer viceprimer ministro en marzo de 2013- equiparó las
apuestas de aquella España y el actual Bahréin por "la apertura, la
tolerancia" y por la monarquía parlamentaria, con el deseo de que ambos
países avancen juntos por ese camino.
También destacó, en tono distendido, la pasión con la que los
bareiníes siguen la Liga de fútbol de España y su apoyo a los equipos
españoles.
En un gesto de cercanía y pragmatismo, el príncipe heredero rompió
además el rígido protocolo del foro empresarial para que la sucesión de
intervenciones públicas ante el micrófono fuera sustituida por diálogos
frente a frente de la quincena de empresarios españoles participantes
con sus socios bareiníes.
En cuanto a los responsables ministeriales españoles, Ana Pastor -a
la que el rey Hamad agradeció el detalle de que vistiera una tradicional
abaya, pese a no ser necesario- ofreció la amplia experiencia de España
en ferrocarriles y grandes puentes para participar en proyectos como
los 36 kilómetros bareiníes del corredor del Golfo, que incluyen dos
importantes viaductos.
El plan estratégico nacional de carreteras, la ampliación del
aeropuerto internacional y una red de transporte público para Manama que
comprende dos líneas de tren ligero, otras dos de autobuses y un
monorraíl son igualmente proyectos estratégicos a los que aspiran
compañías españolas.
Además de firmar el acuerdo de cooperación turística, Soria defendió
las opciones de España en varios proyectos de infraestructuras
energéticas, mientras que el ministro de Defensa bareiní mostró a
Morenés el interés de su departamento por colaborar con la industria
militar española y colaborar en iniciativas vinculadas al área de
sanidad.
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