LA HAYA.- Un tribunal de distrito de La Haya se
declaró este miércoles competente para juzgar las denuncias de cuatro
mujeres contra la petrolera Shell por la presunta complicidad de la
compañía en la ejecución de sus maridos en Nigeria, aunque pidió más
evidencias para poder continuar con el caso.
El
litigio trata sobre la supuesta influencia de Shell en la represión del
Gobierno de Nigeria contra el pueblo ogoni, al sur del país, por su
lucha contra la construcción de oleoductos.
Según las denuncias que las cuatro mujeres pusieron en
2017 en La Haya, la petrolera sobornó a ocho testigos para que dieran
falso testimonio en el juicio contra nueve activistas del pueblo ogoni
detenidos en 1994, los cuales fueron condenados a muerte y ejecutados un
año más tarde.
Shell negó las acusaciones en todo
momento y pidió al tribunal que se declarara incompetente, pero el auto
judicial exigió a la compañía que entregue a los abogados de las
demandantes comunicaciones internas de sus oficinas, pues podrían
aclarar lo sucedido.
La petrolera tiene 21 días para
cumplir la orden y, de no hacerlo, se arriesga a una multa de un máximo
de 50.000 euros. Los abogados de las cuatro mujeres no podrán hacer
públicos dichos documentos.
De esta manera, las
demandantes tendrán la posibilidad de demostrar que se produjeron los
sobornos, algo que de momento no han conseguido, aclaró el auto
judicial.
El tribunal basó su decisión en informes de
ONG observadoras del juicio contra los activistas en 1994, como Human
Rights Watch, que mencionaban supuestos pagos a testigos.
El
jefe de Negocios y Derechos Humanos de Amnistía Internacional, Mark
Dummett, celebró la decisión en un comunicado y dijo que "Shell ahora
podría enfrentarse a preguntas en un tribunal de justicia sobre lo que
sabían y sobre cómo contribuyeron a este horrible acontecimiento en la
historia de Nigeria".
El auto judicial, que es
provisional, "es un paso vital" para aclarar lo sucedido y "establece un
importante precedente para otras víctimas en todo el mundo que buscan
responsabilizar a las corporaciones poderosas y que luchan por acceder a
la justicia", añadió Dummett.
Entre las cuatro
mujeres denunciantes estaba Esther Kiobel, quien presentó una demanda
por los mismos hechos en Estados Unidos en 2002, pero que fue rechazada
once años más tarde por la Corte Suprema de este país.
Por
otro lado, el tribunal de distrito de La Haya rechazó que la compañía
estuviera obligada a utilizar su influencia para pedir de forma pública
un juicio justo contra los nueve activistas ejecutados, tal y como
habían reclamado las denunciantes.
El tribunal añadió
que Shell le hizo llegar a las autoridades nigerianas su preocupación
por los acusados e hizo una solicitud de clemencia para evitar la
condena a muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario