MOSCÚ.- La compañía rusa
Samaratransneft-terminal negó hoy estar vinculada con la contaminación
de crudo en el oleoducto Druzba que afectó a los suministros de petróleo
ruso a varios países de Europa.
"Samaratransneft-terminal
informa de que no tiene ni puede tener relación alguna con la fuente de
contaminación de petróleo del oleoducto Druzhba", indicó en un
comunicado que firma el subdirector de la empresa, Antón Tomílov.
Según la nota, "la terminal mencionada en la declaración de Transneft fue vendida en 2017 a la compañía Nefteperevalka".
"Dicha
terminal no está ubicada en la fábrica. En la actualidad no existe
ningún tipo de relación comercial entre Nefteperevalka y
Samaratransneft-terminal", añade la nota.
La compañía
insistió en que la declaración del portavoz de Trasneft, Ígor Demin,
realizada el pasado viernes, en la que calificaba la contaminación de
deliberada y responsabilizaba a Samaratransneft-terminal de ello "es
inadecuada".
"Samaratransneft-terminal tiene la
intención de acudir a los tribunales", afirma la empresa, que pidió a
Transneft rectificar sus declaraciones y dar el nombre del verdadero
responsable de este hecho.
El pasado sábado, el
ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak, decretó la creación de una
comisión para investigar la contaminación del petróleo transportado por
el oleoducto Druzhba.
La comisión estará integrada
por altos funcionarios de entidades federales rusas, con la inclusión
del Ministerio de Energía, el Ministerio de Industria y Comercio, el
Servicio Federal Antimonopolios y la empresa Transneft, entre otros.
Anteriormente,
el Ministerio de Energía de Rusia confirmó la contaminación del
petróleo ruso con una alta concentración, de hasta 300 partes por
millón, de cloruros orgánicos, utilizados para mejorar la producción del
petróleo.
Estos componentes de aditivos y
disolventes, en el caso de no ser eliminados, pueden convertirse durante
el proceso de refinado en ácido clorhídrico o cloruro de amonio, y
dañar las instalaciones.
El operador ruso de
oleoductos Transneft también reconoció que el país bombea "por problemas
técnicos" crudo contaminado de los Urales.
Bielorrusia
fue el primer país que detectó la presencia de crudo contaminado en el
ramal norte del oleoducto "Druzhba", y optó por cortar el flujo,
decisión a la que el miércoles se sumaron también Polonia y Alemania.
Posteriormente, también Eslovaquia cerró su ramal al petróleo contaminado.
Transneft
declaró que esta contaminación fue de carácter deliberado y se originó
en un tramo perteneciente a la compañía privada
Samaratransneft-terminal.
El primer ministro de
Rusia, Dmitri Medvédev, exigió investigar este incidente y castigar a
los culpables, además de encargar a las entidades especializadas crear
mecanismos para evitar la repetición de este tipo de incidentes.
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