ABU DHABI.- El Papa Francisco se convirtió en el primer pontífice en visitar la Península Arábiga el domingo, pocas horas después de haber emitido su condena más fuerte hasta la fecha a la guerra en Yemen, donde su anfitrión, Emiratos Árabes Unidos, tiene un importante papel militar.
Poco
antes de partir hacia Abu Dabi, el Papa Francisco dijo que estaba
siguiendo la crisis humanitaria en Yemen con gran preocupación, y usó su
discurso habitual del domingo en la Ciudad del Vaticano para instar a
todas las partes a implementar un frágil acuerdo de paz y llevar ayuda a
millones de personas hambrientas.
“El llanto de estos niños y sus padres se eleva a Dios”, dijo a decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro.
Las
imágenes de la televisión mostraron a Francisco siendo recibido a su
llegada por el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed
al-Nahyan, quien lo escoltó para encontrarse con el jeque Ahmed
al-Tayeb, el gran imán de la mezquita Al-Azhar de Egipto, a quien abrazó
el pontífice.
Emiratos
Árabes Unidos ha tenido un rol importante en la coalición liderada por
Arabia Saudita que lucha contra los hutíes, alineados con Irán, para
restaurar al gobierno internacionalmente reconocido, luego de una guerra
de casi cuatro años que ha llevado a Yemen al borde de la hambruna.
Naciones
Unidas trata de implementar un acuerdo de tregua y retirada de tropas
en el principal puerto yemení de Al Hudayda, que se acordó en
conversaciones de diciembre como un paso para el establecimiento de
confianzas que podría allanar el camino para que negociaciones políticas
pongan fin al conflicto.
El Papa se reunirá con líderes
musulmanes y celebrará una misa al aire libre para unos 120.000
católicos. Francisco ha dicho que el viaje, que termina el martes, es
una oportunidad para escribir “una nueva página en la historia de las
relaciones entre las religiones”.
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