WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, considera que todavía no hay información suficiente para responsabilizar directamente al príncipe saudí Mohamed Bin Salman de la muerte del periodista Yamal Khashoggi a manos de sus servicios de Inteligencia, al tiempo que ha aplaudido la figura del heredero árabe como un modelo de "control", que "mantiene las cosas en su sitio".
En una entrevista concedida al Washington Post, Trump se ha
dedicado a destacar la importancia estratégica que representa la
relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí en lugar de anticipar
medidas de represalia por la muerte del reportero –residente en Estados
Unidos y con tres hijos con ciudadanía estadounidense–, a pesar de los
“engaños y mentiras” propagados por los saudíes, como reconoció el
mandatario, durante las primeras fases de la investigación, cuando se
daba a Khashoggi por desaparecido.
“A mí nadie me ha dicho que Bin Salman sea el responsable. Ni nadie
me ha dicho que no lo sea. Todavía no hemos llegado a ese punto”, ha
declarado el presidente norteamericano, sin atreverse a trazar un
vínculo directo entre el heredero y el asesinato ocurrido en el
consulado saudí de Estambul.
Trump, sin embargo, ha considerado la posibilidad de que Bin Salman
pudiera haber sabido de la muerte de Khashoggi “a posterori” y sin
conocimiento de la operación para detener al reportero. “Podría ser que
en ese lugar hubiera ocurrido algo horrible, y es entonces cuando se
enteró de lo que pasó”, ha elucubrado Trump.
A partir de ahí, Trump ha agasajado al príncipe heredero, “un hombre
fuerte, con un excelente control, y una persona que mantiene las cosas
en su sitio, y lo digo como un cumplido”.
“Está considerado, con mucha
diferencia, como la persona más fuerte del país. Y ama de verdad a su
país”, ha declarado.
Las declaraciones más críticas de Trump llegaron cuando se le
preguntó por las múltiples versiones dadas por los saudíes en los
primeros días tras la desaparición de Khashoggi–Arabia Saudí llegó
incluso a asegurar que había abandonado el consulado sano y salvo–, pero
inmediatamente destacó la importancia de la relación con el reino árabe
para proteger a Israel y frente a Irán, a quien describe como el mal
absoluto.
“Está claro que ha habido un engaño y que ha habido mentiras”,
lamentó Trump cuando se le preguntó por las múltiples versiones. Sus
relatos están desparramados”, explicó el presidente estadounidense.
Pero “es que no tenemos a nadie más ahí (en la región)”, prosiguió
Trump, firmante de un acuerdo de venta de armas con el reino árabe
valorado en más de 100.000 millones de dólares.
“Creo que (Arabia Saudí)
es un aliado muy importante para nosotros, especialmente cuando Irán
está haciendo tantas cosas malas en el mundo, (Arabia Saudí) es un
contrapeso. Pero Irán… Irán es peor imposible. Seguro que se están
riendo de todo esto. Son el mal absoluto”, concluyó.
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