TEHERÁN/WASHINGTON.- El presidente Hassan Rouhani dijo el domingo que Irán estaba listo para
enfrentarse a Estados Unidos y sus aliados del golfo Pérsico, un día
después de que un ataque a un desfile militar matase a 25 personas,
incluidos 12 miembros de la Guardia Revolucionaria iraní.
En declaraciones antes de partir de Teherán para asistir a la
asamblea general de Naciones Unidas en Nueva York, Rouhani acusó a los
estados del golfo Pérsico respaldados por Estados Unidos de brindar
apoyo financiero y militar a grupos de etnia árabe contrarios al
gobierno en Irán.
“Estados Unidos está actuando como un matón
con el resto del mundo ... y piensa que puede comportarse basándose en
la fuerza bruta”, dijo Rouhani, quien diseñó el acuerdo nuclear iraní de
2015 que marcó el comienzo de un periodo de cauta relajación con
Washington antes de rebrotar las tensiones con la decisión del
presidente Donald Trump de renunciar al mismo.
“Pero nuestro
pueblo resistirá y el gobierno está listo para enfrentarse a Estados
Unidos. Vamos a superar esta situación (las sanciones) y Estados Unidos
lamentará haber elegido el camino equivocado”.
El Ministerio de
Exteriores de Irán convocó el domingo al encargado diplomático de
Emiratos Árabes Unidos (EAU) por unos comentarios sobre la matanza en la
ciudad de Ahvaz, en el suroeste del país.
La cadena pública
PressTV dijo sin dar detalles que esta medida fue la respuesta a los
comentarios de un funcionario de los EAU no identificado.
Catar,
un estado del Golfo enemistado con Arabia Saudí y los Emiratos, condenó
el atentado contra el desfile militar, que causó heridas a al menos 70
personas.
Hombres armados dispararon contra una grada donde
funcionarios iraníes estaban presenciando el evento anual que conmemora
el comienzo de la guerra que enfrentó a la república islámica con Irak
en 1980-88. Imágenes mostraron soldados arrastrándose para evitar ser
alcanzados por los disparos, así como a mujeres y niños corriendo por
salvar sus vidas.
Se trata de uno de los peores ataques contra
la Guardia Revolucionaria Islámica, la espada y escudo de la teocracia
chií iraní desde la Revolución Islámica de 1979.
Esta poderosa
fuerza de élite rinde órdenes al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y
tiene todo un imperio de negocios en Irán, importante productor de
petróleo que había disfrutado de una situación relativamente estable en
comparación con otros vecinos árabes que sufrieron agitación tras los
levantamientos de 2011.
Desde que se retiró del pacto nuclear de
las grandes potencias con Irán en mayo, Trump ha vuelto a imponer las
sanciones de Estados Unidos dirigidas a aislar a Teherán y obligarlo a
negociar restricciones más estrictas en sus programas de misiles
nucleares y balísticos, algo que Irán ha descartado.
“Estados
Unidos quiere causar caos y disturbios en nuestro país para poder
regresar a él, pero estas son unas fantasías irreales y nunca lograrán
sus objetivos”, dijo Rouhani.
Irán, de mayoría chií, pugna con Arabia Saudí, suní y aliada de Occidente, por el predominio en Oriente Próximo.
Las
dos potencias regionales respaldan a bandos opuestos en los conflictos
armados de Yemen y Siria, así como a grupos políticos rivales en Irak y
Líbano, siendo los guardias revolucionarios los que defienden los
intereses iraníes.
“Los pequeños países títeres de la región
están respaldados por Estados Unidos, que les está provocando y
concediéndoles las capacidades necesarias”, dijo Rouhani.
No hubo
una respuesta inmediata de Arabia Saudí a las alegaciones de Rouhani.
Arabia Saudí y los EAU aseguran que Irán representa una amenaza para la
seguridad de Oriente Próximo y que intenta dominar la región.
Irán
rechaza estas acusaciones y pide a los estados regionales que
garanticen la seguridad de la región rica en petróleo sin la
interferencia de Estados Unidos y otras potencias occidentales.
“La
respuesta de Irán (a este ataque) se producirá en el marco de la ley y
nuestros intereses nacionales”, dijo Rouhani, que añadió que Estados
Unidos lamentaría su “agresividad”.
Un movimiento de oposición
árabe de etnia iraní llamado Resistencia Nacional de Ahvaz y que quiere
la independencia de la provincia petrolera de Juzestán, reclamó la
autoría del atentado del sábado.
“Los estados del Golfo Pérsico están proporcionando apoyo monetario, militar y político a estos grupos”, dijo Rouhani.
La
responsabilidad del ataque también fue reivindicada por los extremistas
de Estado Islámico aunque ninguno de los grupos pudo aportar pruebas.
Los cuatro atacantes fueron abatidos.
“Con suerte, superaremos
estas sanciones con el menor coste posible y haremos que Estados Unidos
lamente su agresividad hacia otros países, particularmente con Irán”,
dijo Rouhani.
Rechazo de las acusaciones
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, rechazó el domingo la acusación de Irán de que Washington y sus aliados del Golfo eran los culpables de un mortal atentado contra un desfile militar y dijo que Teherán debería mirar más cerca de casa.
Antes de partir del domingo para la asamblea anual de la ONU, el presidente iraní Hassan Rouhani acusó a otros países, incluido Estados Unidos, de provocar el tiroteo contra un desfile militar el sábado en la ciudad de Ahvaz que acabó con la vida de 25 personas.
Haley calificó estos comentarios de retórica.
“Tiene al pueblo iraní protestando, cada moneda que entra en Irán va a su ejército, ha oprimido a su pueblo durante mucho tiempo y tiene que mirar a su propia base para darse cuenta de dónde viene”, dijo al programa “Estado de la Unión” de la CNN.
“Puede culparnos todo lo que quiera. Lo que tiene que hacer es mirarse al espejo”.
La Guardia Revolucionaria de Irán prometió el domingo una “letal e inolvidable” venganza por el ataque, que mató a 12 miembros de la poderosa fuerza de élite.
El ataque ha provocado una avalancha de furiosas declaraciones de altos cargos iraníes que culpan a Estados Unidos y los reinos del Golfo por el derramamiento de sangre y amenazan con una dura respuesta.
“Estados Unidos quiere causar caos y disturbios en nuestro país para poder regresar a él, pero estas son unas fantasías irreales y nunca logrará sus objetivos”, dijo Rouhani.
A Haley le preguntaron sobre unos comentarios realizados el sábado por la noche tras el ataque por el abogado personal del presidente Donald Trump, Rudy Giuliani. Este dijo a un grupo opositor iraní que las sanciones de Estados Unidos contra Irán estaban generando un dolor económico que podría conducir a una “revolución exitosa”.
Giuliani ya ha hecho antes comentarios similares sobre Irán y el Departamento de Estado dijo que no habla en nombre del Gobierno estadounidense.
Haley, sin mencionar a Giuliani, dijo a la CNN: “Estados Unidos no está buscando cambiar el régimen en Irán”.
La administración Trump no busca un cambio de gobierno, pero ha vuelto a imponer sanciones que están perjudicando a la economía de Irán después de que Trump se retirase del acuerdo nuclear que la república islámica firmó con varias potencias mundiales en 2015.
Haley dijo que Washington estaba tratando de contrarrestar las malignas actividades iraníes en la región, ya que Teherán sigue probando misiles balísticos, apoyando el terrorismo y vendiendo armas.
Rechazo de las acusaciones
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, rechazó el domingo la acusación de Irán de que Washington y sus aliados del Golfo eran los culpables de un mortal atentado contra un desfile militar y dijo que Teherán debería mirar más cerca de casa.
Antes de partir del domingo para la asamblea anual de la ONU, el presidente iraní Hassan Rouhani acusó a otros países, incluido Estados Unidos, de provocar el tiroteo contra un desfile militar el sábado en la ciudad de Ahvaz que acabó con la vida de 25 personas.
Haley calificó estos comentarios de retórica.
“Tiene al pueblo iraní protestando, cada moneda que entra en Irán va a su ejército, ha oprimido a su pueblo durante mucho tiempo y tiene que mirar a su propia base para darse cuenta de dónde viene”, dijo al programa “Estado de la Unión” de la CNN.
“Puede culparnos todo lo que quiera. Lo que tiene que hacer es mirarse al espejo”.
La Guardia Revolucionaria de Irán prometió el domingo una “letal e inolvidable” venganza por el ataque, que mató a 12 miembros de la poderosa fuerza de élite.
El ataque ha provocado una avalancha de furiosas declaraciones de altos cargos iraníes que culpan a Estados Unidos y los reinos del Golfo por el derramamiento de sangre y amenazan con una dura respuesta.
“Estados Unidos quiere causar caos y disturbios en nuestro país para poder regresar a él, pero estas son unas fantasías irreales y nunca logrará sus objetivos”, dijo Rouhani.
A Haley le preguntaron sobre unos comentarios realizados el sábado por la noche tras el ataque por el abogado personal del presidente Donald Trump, Rudy Giuliani. Este dijo a un grupo opositor iraní que las sanciones de Estados Unidos contra Irán estaban generando un dolor económico que podría conducir a una “revolución exitosa”.
Giuliani ya ha hecho antes comentarios similares sobre Irán y el Departamento de Estado dijo que no habla en nombre del Gobierno estadounidense.
Haley, sin mencionar a Giuliani, dijo a la CNN: “Estados Unidos no está buscando cambiar el régimen en Irán”.
La administración Trump no busca un cambio de gobierno, pero ha vuelto a imponer sanciones que están perjudicando a la economía de Irán después de que Trump se retirase del acuerdo nuclear que la república islámica firmó con varias potencias mundiales en 2015.
Haley dijo que Washington estaba tratando de contrarrestar las malignas actividades iraníes en la región, ya que Teherán sigue probando misiles balísticos, apoyando el terrorismo y vendiendo armas.
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