LONDRES. - La decisión
del Reino Unido de salir de la Unión Europea ha dañado el sector
inmobiliario en la última semana, provocando la congelación de los
préstamos a los compradores por parte de un banco extranjero y el
abandono de acuerdos comerciales.
Sin embargo, al mismo tiempo algunos extranjeros están
aprovechando la caída de la libra tras la consulta para realizar compras
a precios que consideran de ganga.
El mercado de vivienda de Londres ha sido durante mucho
tiempo un imán para los inversores, ya sea con casas extravagantes o
emblemáticos edificios comerciales, y los precios en la capital llevan
años disparados.
La clave para los inversores extranjeros será comprobar
si la depreciación de la libra es suficientemente atractiva para
compensar el vacío político, la esperada ralentización económica y las
incertidumbres sobre el acceso al mercado tras el voto de los ciudadanos
británicos a favor de salir de la UE.
El United Overseas Bank de Singapur ha detenido de
manera temporal la concesión de hipotecas para viviendas en Londres.
Otros bancos asiáticos han advertido también sobre los posibles riesgos
de inversión.
Para los inversores británicos, la incertidumbre puede
resultar prohibitiva, pese a que por lo general se considera que la
vivienda es más rentable que otros activos seguros, dada la escasez de
oferta.
"Sé que numerosos acuerdos se han venido abajo o
ciertamente se han retrasado", dijo Paul Firth, jefe del área
inmobiliaria de la firma de abogados Irwin Mitchell LLP. "Todo el mundo
se está tomando una pausa de momento para esperar a que se establezca
una nueva normalidad".
En un caso, la compra de un centro comercial por parte
de un fondo de capital riesgo de EEUU por valor de 30 millones de libras
se retrasó tras el referéndum por un periodo de al menos un par de
meses a la espera de que el mercado se estabilice.
Otra operación en la que Irwin Mitchell estaba
trabajando, la de una empresa francesa de productos de lujo, se congeló
tras la consulta, según Firth.
Dijo que varios de sus "operaciones de inversión
significativas" por valor de más de 30 millones de libras cada una, se
han estancado. En estos acuerdos participaban principalmente inversores
del Reino Unido pero también algunos extranjeros. Una operación en la
que la firma trabajaba, por valor de más de 40 millones de libras, se
había materializado después del Brexit.
El voto del 23 de junio a favor de la salida de la UE
ya ha causado la renuncia del primer ministro David Cameron y ha
dividido profundamente al país.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney,
dijo el jueves que la economía seguramente necesitaría más estímulos
durante el verano ante el deterioro de las perspectivas. También dijo
que las transacciones inmobiliarias se han reducido a la mitad desde el
pico tocado el año pasado y que la actividad en el área residencial se
había ralentizado de manera pronunciada.
El volumen de inversiones inmobiliarias en el área
comercial del Reino Unido alcanzó los 10.700 millones de libras en los
primeros tres meses de 2016, lo que supone una caída del 28 por ciento
frente al mismo periodo de un año antes, y es el nivel trimestral más
bajo desde el segundo trimestre de 2013, según análisis de junio de
Cushman & Wakefield.
También había señales de que las repercusiones del
Brexit estaban beneficiando a los inversores profesionales como fondos
privados a expensas de los compradores de viviendas, que podrían sufrir
al igual que el conjunto de la economía.
Antes del referéndum, responsables económicos indicaron
que la economía podía entrar en recesión y los precios de la vivienda
caer entre un 10 y un 18 por ciento si el Reino Unido votaba a favor de
la salida de la UE. Economistas consultados por Reuters antes de la
votación dijeron que preveían que los precios de la vivienda no
mostraran crecimiento el año que viene y que después repuntaran de nuevo
si el Reino Unido decidía abandonar a sus socios comunitarios.
David Galman, director de ventas de Galliard Homes,
dijo que inversores profesionales ya le habían contactado para
ofrecerles comprar unidades que no desearan usuarios finales en la
promoción residencial Skyline que lanzó en junio en las afueras de
Londres.
Galliard Homes, segunda mayor constructora de viviendas
en Londres, había ofrecido a los compradores cláusulas de rescisión
para las 89 unidades por entre 200.000 y 250.000 libras en su
urbanización en Slough, al oeste de Londres. Los compradores tenían la
opción de retirar sus ofertas si estaban descontentos con el resultado
de la votación sobre la UE.
Galman dijo que solo un cliente, "un comprador de
primera vivienda", había invocado la cláusula "brexit", pero que ese
piso ya se había vendido al mismo precio a un inversor profesional.
"Anticipo que pueda descarrilar un número pequeño
de las ventas en Slough por el 'brexit', todos usuarios finales
nacionales asustados por el drama del 'brexit'", dijo.
Otra urbanización que ofreció una opción "brexit" era
Two Fifty One, una torre de apartamentos de lujo de 41 pisos en el
distrito londinense de Elephant and Castle, actualmente en proceso de
gentrificación.
En mayo, durante el lanzamiento de varias plantas de la
urbanización, se le ofreció a los compradores un "compromiso de
garantía de devolución de dinero en caso de brexit".
"Unos cuantos compradores han decidido no seguir
adelante dada la incertidumbre del mercado", dijo David Humbles,
director general de Oakmayne, la promotora que dirige el proyecto. "Sin
embargo, la mayoría sigue adelante con la compra".
Tim Wright, director de promoción residencial en la
firma JLL, dijo que incluido el proyecto Two Fifty One, 2 de las 20
promociones en la cartera que gestiona en Londres habían ofrecido
cláusulas 'brexit' sobre un número limitado de viviendas.
"Hemos perdido en torno a un 25 por ciento de ese tipo
de ventas", dijo Wright. "Pero aún hay mucha gente que compró en esos
términos que sigue con la idea de comprar".
La fuerte caída de la libra tras la victoria del
"brexit" podría contrarrestar algunos de los efectos de las subidas de
impuestos introducidas en abril, que hicieron más cara la compra de
viviendas, sobre todo en el centro de Londres, una zona de especial
interés para los extranjeros. Había señales de que este efecto
amortiguador ya estaba produciéndose en la parte alta del mercado
residencial.
"Hemos realizado numerosas ventas", dijo David Adams, a
director general de la firma inmobiliaria de lujo John Taylor, que
anticipa más interés procedente de Oriente Próximo cuando acabe el
Ramadán en viviendas por valor de entre 2 y 6 millones de libras.
Dijo que habían había habido algo de interés y una oferta por bloques de apartamentos entre 23 y 45 millones de libras.
"Tenemos un repunte inmediato de ventas a Oriente
Próximo, Estados Unidos y Asia, pero tenemos un descenso de compradores
ingleses locales, por la inestabilidad política".
Ed Mead, director ejecutivo en la agencia Douglas and
Gordon, había observado un incremento del interés extranjero, pero dijo
que en general el segmento alto del mercado londinense seguiría
sufriendo la misma incertidumbre que la vista antes de la votación.
"La posible repercusión por equivocarte en términos
políticos es grande y la gente lo único que quiere es estabilidad, tanto
política como de la moneda".
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