TEHERÁN.- Las autoridades de Irán consideraron hoy "intocables" las relaciones
diplomáticas con Kuwait, pese a que el país árabe llamó a consultas a su
embajador en plena crisis con Arabia Saudita tras la ejecución de un
clérigo chiita.
El embajador iraní en Kuwait, Alireza Enayati, explicó que el martes
fue convocado por el ministerio kuwaití de Relaciones Exteriores y
sostuvo conversaciones con funcionarios de alto nivel, a los que señaló
la voluntad de preservar los buenos vínculos bilaterales.
Según comentó Enayati a medios oficiales en Teherán, el presidente Hassan Rouhani ordenó una investigación sobre la protesta del fin de semana ante la embajada saudita en esta capital, que devino en asalto del inmueble y precipitó la decisión de Riad de cortar los nexos diplomáticos.
Irán es un país responsable y comprometido a proteger las misiones diplomáticas, dijo el embajador, al reseñar las pláticas sostenidas en la cancillería kuwaití y calificar de infundados reportes periodísticos acerca de una reducción o cancelación de los lazos entre ambos estados.
Aseguró que se le informó de la llamada al embajador kuwaití aquí "sólo para consultas", por lo que desestimó especulaciones adicionales.
"Vemos a Kuwait caminando por la senda de la prudencia y escuchamos su llamada a la solidaridad de sus funcionarios, especialmente del emir", comentó Enayati en su cuenta en una red social.
De acuerdo con la agencia oficial Kuna, la cancillería kuwaití pidió al jefe de su misión en la capital iraní retornar al país a raíz de "actividades de saqueo, incendio y sabotaje llevadas a cabo por manifestantes en la embajada saudita en Teherán y su consulado en Mashhad".
Una fuente de ese ministerio de Relaciones Exteriores valoró que las acciones constituyeron una "flagrante violación de las convenciones internacionales y una transgresión de las obligaciones de Irán sobre la seguridad e integridad de las misiones diplomáticas en su territorio".
Arabia Saudita anunció el domingo la ruptura con la república islámica, un paso que imitaron Bahréin y Sudán, mientras Emiratos Árabes Unidos rebajó el nivel de su legación diplomática a encargado de negocios.
Las fricciones siguieron a la ejecución el 2 de enero del jeque chiita Nimr Baqr Al-Nimr, condenado por terrorismo, lo cual desató protestas de seguidores del religioso para repudiar lo que tildaron de asesinato.
El primer viceministro de Industria, Minas y Comercio, Mojtaba Khosrotaj, opinó que Riad sufrirá más que Teherán el impacto de su decisión dado que las exportaciones iraníes en la primera mitad de 2015 sumaron 132 millones de dólares, mientras las importaciones apenas alcanzaron los 40 millones.
Ayer, el presidente Hassan Rouhani volvió a condenar la muerte del religioso saudita y señaló que el reino árabe no conseguirá con la ruptura de relaciones distraer la atención de la opinión pública sobre "su gran crimen".
Según comentó Enayati a medios oficiales en Teherán, el presidente Hassan Rouhani ordenó una investigación sobre la protesta del fin de semana ante la embajada saudita en esta capital, que devino en asalto del inmueble y precipitó la decisión de Riad de cortar los nexos diplomáticos.
Irán es un país responsable y comprometido a proteger las misiones diplomáticas, dijo el embajador, al reseñar las pláticas sostenidas en la cancillería kuwaití y calificar de infundados reportes periodísticos acerca de una reducción o cancelación de los lazos entre ambos estados.
Aseguró que se le informó de la llamada al embajador kuwaití aquí "sólo para consultas", por lo que desestimó especulaciones adicionales.
"Vemos a Kuwait caminando por la senda de la prudencia y escuchamos su llamada a la solidaridad de sus funcionarios, especialmente del emir", comentó Enayati en su cuenta en una red social.
De acuerdo con la agencia oficial Kuna, la cancillería kuwaití pidió al jefe de su misión en la capital iraní retornar al país a raíz de "actividades de saqueo, incendio y sabotaje llevadas a cabo por manifestantes en la embajada saudita en Teherán y su consulado en Mashhad".
Una fuente de ese ministerio de Relaciones Exteriores valoró que las acciones constituyeron una "flagrante violación de las convenciones internacionales y una transgresión de las obligaciones de Irán sobre la seguridad e integridad de las misiones diplomáticas en su territorio".
Arabia Saudita anunció el domingo la ruptura con la república islámica, un paso que imitaron Bahréin y Sudán, mientras Emiratos Árabes Unidos rebajó el nivel de su legación diplomática a encargado de negocios.
Las fricciones siguieron a la ejecución el 2 de enero del jeque chiita Nimr Baqr Al-Nimr, condenado por terrorismo, lo cual desató protestas de seguidores del religioso para repudiar lo que tildaron de asesinato.
El primer viceministro de Industria, Minas y Comercio, Mojtaba Khosrotaj, opinó que Riad sufrirá más que Teherán el impacto de su decisión dado que las exportaciones iraníes en la primera mitad de 2015 sumaron 132 millones de dólares, mientras las importaciones apenas alcanzaron los 40 millones.
Ayer, el presidente Hassan Rouhani volvió a condenar la muerte del religioso saudita y señaló que el reino árabe no conseguirá con la ruptura de relaciones distraer la atención de la opinión pública sobre "su gran crimen".
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