WASHINGTON.- Tras su visita de tres días a la India, el presidente de Estados
Unidos, Barack Obama, viajará el martes a Arabia Saudí para rendir
tributo al fallecido rey Abdulah bin Abdulaziz, informó hoy la Casa
Blanca.
El secretario de prensa de la Presidencia, Josh Earnest, puntualizó que
el mandatario y la primera dama, Michelle Obama, pasarán por Riad para
"presentar respetos al (nuevo) rey Salman bin Abdulaziz y a la familia
del difunto rey Abdullah bin Abdulaziz".
En principio, estaba previsto que el vicepresidente Joe Biden encabezara la delegación estadounidense a Arabia Saudí, pero ahora permanecerá en Washington.
De acuerdo con Earnest, se ha ajustado el calendario de la visita en coordinación con el Gobierno de la India a fin de que el gobernante norteamericano pueda partir hacia Riad tras el discurso programado para el martes.
El rey Abdullah falleció este viernes a los 90 años tras 23 días hospitalizado por una neumonía.
Fue nombrado príncipe heredero en 1982 -cuando ascendió al trono su medio hermano Fahd- y ejerció como gobernante de facto desde 1995 debido a una apoplejía sufrida por el entonces monarca, a quien sucedió oficialmente en 2005.
En política exterior, el occiso fue un estrecho aliado de Estados Unidos, prueba de lo cual fue su reciente adhesión a la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico, en Medio Oriente.
En principio, estaba previsto que el vicepresidente Joe Biden encabezara la delegación estadounidense a Arabia Saudí, pero ahora permanecerá en Washington.
De acuerdo con Earnest, se ha ajustado el calendario de la visita en coordinación con el Gobierno de la India a fin de que el gobernante norteamericano pueda partir hacia Riad tras el discurso programado para el martes.
El rey Abdullah falleció este viernes a los 90 años tras 23 días hospitalizado por una neumonía.
Fue nombrado príncipe heredero en 1982 -cuando ascendió al trono su medio hermano Fahd- y ejerció como gobernante de facto desde 1995 debido a una apoplejía sufrida por el entonces monarca, a quien sucedió oficialmente en 2005.
En política exterior, el occiso fue un estrecho aliado de Estados Unidos, prueba de lo cual fue su reciente adhesión a la coalición internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico, en Medio Oriente.
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