RIAD.- Los reyes Juan Carlos de España y Abdulah bin Abdulaziz de Arabia
Saudita sostuvieron hoy conversaciones oficiales en el primer día de
actividad del monarca europeo, cuyo viaje tiene un fuerte componente
político y económico.
Juan Carlos llegó anoche a Jeddah, ciudad de la costa del mar Rojo,
acompañado de tres ministros y unos 30 empresarios para emprender la
tercera etapa de una gira escalonada por países árabes con sistema
monárquico en la región del golfo Pérsico.
Un portavoz de la Casa Real wahabita indicó que la visita a Arabia Saudita da seguimiento a fructíferas relaciones durante décadas, pero busca apuntalar negocios de empresas españolas aquí, básicamente en infraestructuras viales.
Además de ser el principal productor y exportador mundial de petróleo, y el cuarto de gas, este reino es el segundo suministrador de crudo de España, después de México, y tiene gran peso político y estratégico en Medio Oriente.
Según datos oficiales, una buena parte de los 373.000 millones de dólares que Riad invertirá en varios proyectos de desarrollo en el período de 2010 a 2015 será destinada a construir corredores con trenes de alta velocidad, un rubro en el que la nación ibérica está a la vanguardia mundial.
Las empresas españolas firmaron ya contratos para unir por tren de alta velocidad a las ciudades santas islámicas de Medina y Meca, y prevén también asumir la construcción de las redes de metro en esa última urbe y en Jeddah, al tiempo que Madrid venderá seis fragatas para la marina de guerra saudita.
A finales de abril, el rey Juan Carlos realizó visitas oficiales al reino de Bahrein y al sultanato de Omán, periplos que estuvieron antecedidos por otros realizados a comienzos del mismo mes a Emiratos Árabes Unidos, una confederación con sistema presidencial hereditario, y al emirato de Kuwait.
Qatar será el último destino en las visitas del soberano por una región que Madrid considera de "prioridad estratégica" y ve con mucho atractivo por el "dinamismo de sus economías", según fuentes diplomáticas.
Un portavoz de la Casa Real wahabita indicó que la visita a Arabia Saudita da seguimiento a fructíferas relaciones durante décadas, pero busca apuntalar negocios de empresas españolas aquí, básicamente en infraestructuras viales.
Además de ser el principal productor y exportador mundial de petróleo, y el cuarto de gas, este reino es el segundo suministrador de crudo de España, después de México, y tiene gran peso político y estratégico en Medio Oriente.
Según datos oficiales, una buena parte de los 373.000 millones de dólares que Riad invertirá en varios proyectos de desarrollo en el período de 2010 a 2015 será destinada a construir corredores con trenes de alta velocidad, un rubro en el que la nación ibérica está a la vanguardia mundial.
Las empresas españolas firmaron ya contratos para unir por tren de alta velocidad a las ciudades santas islámicas de Medina y Meca, y prevén también asumir la construcción de las redes de metro en esa última urbe y en Jeddah, al tiempo que Madrid venderá seis fragatas para la marina de guerra saudita.
A finales de abril, el rey Juan Carlos realizó visitas oficiales al reino de Bahrein y al sultanato de Omán, periplos que estuvieron antecedidos por otros realizados a comienzos del mismo mes a Emiratos Árabes Unidos, una confederación con sistema presidencial hereditario, y al emirato de Kuwait.
Qatar será el último destino en las visitas del soberano por una región que Madrid considera de "prioridad estratégica" y ve con mucho atractivo por el "dinamismo de sus economías", según fuentes diplomáticas.
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